Este artículo se publicó hace 3 años.
Las mujeres luchan por entrar al Parlamento iraquí pese a los obstáculos
Un total de 951 candidatas se presentan a conseguir un escaño de los reservados para ellas (un 25%) pese a las difamaciones y fotomontajes a los que están expuestas.
Sofia Nitti (EFE)
Bagdag-
Pese a las múltiples amenazas y vejaciones que han sufrido durante la campaña electoral en Irak, 951 mujeres se presentan a las elecciones parlamentarias de este domingo para intentar hacerse un hueco en la Cámara sectaria y conservadora, donde tienen un 25 % de escaños reservados.
Nada al Yaburi es una de las candidatas y no es la primera vez que se presenta a unos comicios, a pesar de haber sufrido todo tipo de difamaciones y amenazas, asegura a Efe esta doctora y defensora de los derechos de las mujeres. "Este año es peor, quizás porque mis detractores se han dado cuenta de que me he hecho más fuerte", lamenta. Su campaña electoral ha sido muy exitosa en las redes sociales, dice, pero algunos desconocidos publicaron fotomontajes de ella "en ropa interior".
Estos incidentes se han repetido durante la campaña, a pesar de que este año Irak ha puesto en marcha medidas para proteger a las candidatas, que representan alrededor del 30 % del total de aspirantes.
Ataques y difamación
Las candidatas pueden denunciar la violencia directamente a las autoridades judiciales, sin tener que pasar primero por una comisaría, y el Ministerio de Interior ha establecido un teléfono para quejas, pero no es suficiente, lamenta a Efe Hanaa Edwar, fundadora de la asociación Amal y de la Red de Mujeres Iraquíes. Tras la caída del dictador Sadam Husein, la contribución de Edwar fue esencial para que se estableciera una cuota mínima del 25 % femenina en el Parlamento, pero todavía su papel y peso en la política es limitado.
"Para nosotras, las mujeres, la mala reputación continúa teniendo un impacto devastador"
Con 50 años de activismo a sus espaldas, ha reunido de cara a los importantes comicios del día 10 a abogadas, doctoras, directoras de cine o psicólogas, y también algunas candidatas, todas con un objetivo común: defender sus derechos. "Para nosotras, las mujeres, la mala reputación continúa teniendo un impacto devastador", dice a Efe la candidata Alaa Yabar Hashim, que se presenta en la lista del movimiento nacido de las masivas protestas antigubernamentales de 2019, Imtidad (Extensión, en árabe).
Ella también ha sido víctima de fotomontajes difamatorios y, como la mayoría de candidatas, sus carteles electorales han sido destruidos y vandalizados durante la campaña.
Un papel limitado
Edwar, ofuscada por estos incidentes, exclama que "con la introducción de la cuota, la presencia de mujeres en la sociedad y la política iraquí no puede ser ignorada". "Pero nuestro impacto sigue siendo limitado y nuestra presencia en los puestos de toma de decisiones está decreciendo constantemente", denuncia.
"Nuestro impacto sigue siendo limitado y nuestra presencia en los puestos de toma de decisiones está decreciendo constantemente"
La veterana activista recuerda que en 2005 fueron hubo seis ministras, pero tan solo un par fueron nombradas en la pasada legislatura. Asimismo, en las elecciones generales de 2018 se presentaron 2.014 candidatas, una cifra que contrasta con las 951 que se presentan en esta ocasión, a pesar de la efervescencia política de los pasados dos años. "Además, algunas de las candidatas son solo caras bonitas sin experiencia política, puestas por sus maridos o los partidos", agrega.
Afectadas por la crisis
Por su parte, la profesora de Economía de la Universidad de Al Mustansiriya de Bagdad, Hanaa al Samarai, dice a Efe que "el impacto de la participación de las mujeres en política se ha visto limitado por la falta de unión de parlamentarias en un bloque que exclusivamente represente y defienda los derechos" femeninos.
Al Samarai explica la necesidad de unión de parlamentarias en un bloque que exclusivamente represente y defienda los derechos femeninos
Esta economista también aduce que la situación de las mujeres en Irak a día de hoy se ha visto afectada por "las crecientes y persistentes crisis" que sufre el país, con el colapso de los ingresos derivados del crudo, la corrupción endémica, la falta de seguridad o la inestabilidad política, entre otros. "La feminización de la pobreza también ha aumentado con la pandemia (del coronavirus)", asegura la académica.
A pesar de todo, Edwar todavía sueña con que las mujeres obtengan su lugar en la sociedad iraquí y deposita sus esperanzas en las nuevas generaciones. "Estoy tan orgullosa de los cientos de mujeres y hombres jóvenes que vi caminando codo con codo durante las protestas", recuerda a Efe, en referencia a las manifestaciones masivas que sacudieron el país y que, precisamente, forzaron la convocatoria de estas elecciones anticipadas.
En su opinión, consiguieron "retar las presiones familiares y tribales" y espera que sigan haciéndolo, aunque teme la "creciente desesperación" que aflige a los jóvenes, los más afectados por la falta de oportunidades y de una vida digna en Irak, motivo por el que se echaron a la calle hace dos años.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.