Este artículo se publicó hace 6 años.
Merkel y Macron escenifican su cercanía cien años después del final de la Gran Guerra
"Europa lleva 73 años en paz. Está en paz porque queremos que lo esté, porque Alemania y Francia quieren paz", ha afirmado Macron.
Compiegne (Francia)--Actualizado a
Los líderes de Francia y Alemania —principales contendientes en la Primera Guerra Mundial— han escenificado este sábado su cercanía en los actos de conmemoración del primer centenario del armisticio que puso fin a un conflicto en el que murieron diez millones de soldados, tres millones franceses y alemanes. El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, han permanecido durante unos instantes en silencio, cogidos de la mano y frente contra frente durante el acto en recuerdo de la firma del armisticio.
Antes del emotivo momento habían pasado revista a una brigada franco-alemana y después han descubierto una placa de homenaje a la reconciliación y la renovada amistad entre los dos países, antiguos enemigos. La delegación alemana firmó el Armisticio antes del amanecer del 11 de noviembre de 1918 en un vagón de tren propiedad de uno de los comandantes franceses, Ferdinand Foch, que había sido estacionado en el bosque de Compiegne. Poco después, a las 11.00 horas, la guerra había acabado.
"Europa lleva 73 años en paz. Está en paz porque queremos que lo esté, porque Alemania y Francia quieren paz"
"Europa lleva 73 años en paz. Está en paz porque queremos que lo esté, porque Alemania y Francia quieren paz", ha afirmado Macron ante un grupo de jóvenes franqueado por Merkel. "El mensaje es que si queremos honrar el sacrificio de los soldados que dijeron 'Nunca más', nunca debemos ceder a nuestros más bajos instintos ni ante los intentos de dividirnos", ha añadido. La canciller ha señalado por su parte que la ceremonia la ha conmovido y ha agradecido la invitación de Macron, "un gesto muy simbólico".
Los dos mandatarios se han sentado juntos dentro de una reconstrucción del histórico vagón en el que se firmó la paz para examinar un libro de homenaje, firmarlo y darse de nuevo la mano.
Una Europa más unida
La última vez que unas delegaciones francesa y alemana se sentaron en este lugar fue cuando la Alemania nazi obligó a los franceses a firmar su rendición en 1940. Sin embargo, desde la Segunda Guerra Mundial Francia y Alemania han liderado un proyecto europeo de cooperación sin precedentes: la Unión Europea. Macron es heredero de la tradición francesa más europeísta y se ha acercado a Merkel para profundizar la integración de la UE en ámbitos como el económico, el de defensa o el de inmigración. Merkel, por su parte, llevaba años esperando a un dirigente francés que no fuera reticente a estas iniciativas, pero llega en un momento en el que su debilidad política en Alemania le ha obligado a anunciar su retirada.
"El nacionalismo pide el cierre de fronteras y predica el rechazo al otro"
La semana pasada Macron visitó los lugares donde se excavaron las trincheras de la Gran Guerra, entre Verdún y Thiepval, sobre el valle del Somme, donde este mismo viernes hizo una ofrenda con una corona de flores junto a la primera ministra británica, Theresa May.
En estos actos, Macron ha puesto especial énfasis en su advertencia frente a los nacionalismos. "El nacionalismo está en ascenso en toda Europa. El nacionalismo pide el cierre de fronteras y predica el rechazo al otro", dijo el martes en una entrevista radiofónica. "Juega con el miedo en todas partes. Europa está cada vez más fracturada", apuntó.
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