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Meloni muestra su sintonía con Von der Leyen y se abstiene en su nombramiento, pero se opone a Costa y Kallas

El húngaro Orbán bendice a Costa al frente del Consejo Europeo,  se pone de perfil con la nueva responsable de la diplomacia de la UE, y censura a la reelegida presidenta de la Comisión.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, con su homólogo de Hungría, Viktor Orban, a su llegada a la cumbre de la UE en Bruselas para ratifiicar los nombramientos de los cargos en la cúpula de la UE. REUTERS/Johanna Geron
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, con su homólogo de Hungría, Viktor Orban, a su llegada a la cumbre de la UE en Bruselas para ratifiicar los nombramientos de los cargos en la cúpula de la UE. Johanna Geron / REUTERS

El acuerdo para designar los nuevos jefes de la UE llegó prácticamente hecho. Pero se hizo de rogar. Finalmente la crónica de una cúpula anunciada se confirmó poco antes de la medianoche. La alemana Ursula von der Leyen revalidará su mandato al frente de la Comisión Europea, la estonia Kaja Kallas asumirá la batuta de la diplomacia comunitaria que hasta ahora llevaba Josep Borrell, y el portugés Antonio Costa volverá a lo alto de la escena política tomando  las riendas del Consejo Europeo.

La gran incógnita que sobrevoló la cita de los top jobs (como se conoce a estos tres altos cargos en la jerga comunitaria) fue cuál sería la postura de la italiana Giorgia Meloni, que aterrizó furiosa en la capital comunitaria tras sentirse apartada, ignorada, y casi humillada. Su familia, los Conservadores y Reformistas (ECR), han escalado hasta el tercer puesto en el Parlamento Europeo. Y, en consecuencia, la líder de Hermanos de Italia y de la tercera potencia de la Eurozona exigía su lugar en la fotografía.

Finalmente, Meloni se ha abstenido en el voto a Von der Leyen, pero ha votado en contra de Kallas y de Costa. "La propuesta formulada por el Partido Popular, los Socialistas y los Liberales es errónea en el método y en el fondo. Decidí no apoyarlo por respeto a los ciudadanos y a las indicaciones que vinieron de esos ciudadanos durante las elecciones. Seguimos trabajando para darle finalmente a Italia el peso que merece en Europa", ha expresado la italiana en las redes sociales al final de la cita, mostrando su descontento.

Por su parte, el primer ministro de Hungrías, Viktor Orbán, que calentó el encuentro calificando el acuerdo alcanzado por Populares, Socialdemócratas y Liberales, de una traición a los ciudadanos europeos, votó en contra de Von der Leyen, se abstuvo con Kallas y se mostró a favor, de forma sorpresiva, de Costa. "Los votantes europeos han sido engañados. El PPE ha formado una coalición de mentira con la izquierda y los liberales. ¡No apoyamos este vergonzoso acuerdo", apuntó el líder del Fidesz través de X durante el Consejo Europeo.

La jugada de Meloni es táctica. Mostrando su enfado allana el camino a apuntarse un puesto importante y de peso para el próximo Colegio de Comisarios. En los pasillos de Bruselas cobra fuerza el rumor de que podría ser una vicepresidencia ejecutiva con tintes económicos. Absteniéndose, y no oponiéndose, a Von der Leyen la primera ministra italiana confirma la buena relación entre ambas.

La presidenta de la Comisión Europea fue una de las primeras líderes europeas en edulcorar a la líder ultranacionalista y ponerle la alfombra roja en Bruselas. Durante la campaña electoral, se mostró a favor de pactar alianzas futuras con ella bajo el emblema de que "es una líder pro-Ucrania, pro-OTAN y pro-Estado de Derecho". Y en términos migratorios ha sucumbido a sus peticiones y adoptado su línea dura, poniendo como ejemplo el modelo Meloni mediante el cual se deportan a los refugiados y solicitantes de asilo a Albania, fuera de la UE.

Meloni y Von der Leyen han jugado en los últimos meses al gato y al ratón, dando muestras de sintonía y de cercanía. Ambas son conscientes de que en la legislatura polarizada y fragmentada que recién arranca se necesitarán en más de una ocasión.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, conversa con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al inicio de la cumbre de la UE para ratificar los nombramientos de los cargos de la cúpula de la UE. OLIVIER HOSLET/Pool via REUTERS
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, conversa con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al inicio de la cumbre de la UE para ratificar los nombramientos de los cargos de la cúpula de la UE. OLIVIER HOSLET/Pool / REUTERS

Los socialdemócratas y los liberales tampoco tenían mucha intención de aproximarse a la primera ministra transalpina. "Los 27 [países] son igual de importantes", advertía el canciller Olaf Scholz a su llegada. "Tenemos una coalición de tres partidos que pueden trabajar juntos. Para los cinco próximos años necesitamos estabilidad política y avanzar rápido. En el Parlamento Europeo hay tres grupos dispuestos a trabajar juntos. Así es como funciona la democracia. La democracia no solo va de bloquear, sino de trabajar de forma conjunta", coincidía su homólogo, el belga liberal Alexander De Croo.

La cita para elegir los puestos de liderazgo y control del gigante comunitario suelen estar cargados de drama, incertidumbre y sorpresas. En 2019, los líderes celebraron una cumbre maratoniana de tres días que concluyó con unos nombres que casi nadie anticipaba en las quinielas previas. Von der Leyen era una gran desconocida. Y cinco años después está muy cerca de repetir en el cargo más codiciado de la cúpula europea.

Este 2024, los nombres favoritos han sido refrendados sin aspavientos. Pero el examen más difícil de la equilibrista Von der Leyen, que ha sabido tejer buenos consensos en la Eurocámara y en el Consejo, llegará el 18 de julio cuando se someta al escrutinio del Parlamento Europeo. Necesita al menos 361 apoyos y los números están muy ajustados.

Júbilo y felicitaciones

"Lo hemos hecho. En algunas horas, más rápido de lo previsto [el Consejo estaba llamado a prolongarse hasta el viernes] hemos cerrado las nominaciones. Es una señal fuerte de democracia y responsabilidad", ha celebrado Charles Michel, presidente del Consejo Europeo en rueda de prensa.

La primera ministra de Estonia Kaja Kallas, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , en la rueda de prensa posterior a la cumbre de la UE en la que se han ratificado los nombramiento
La primera ministra de Estonia Kaja Kallas, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , en la rueda de prensa posterior a la cumbre de la UE en la que se han ratificado los nombramientos de los cargos de la cúpula de las instituciones comunitarias. Yves Herman / REUTERS

La primera ministra de Estonia Kaja Kallas, por su parte, ha reconocido la "enorme responsabilidad" que supone representar a la UE en un mundo crecientemente volátil y convulso. "Hay una guerra en Europa, pero la inestabilidad está creciendo en todo el mundo", ha apuntado la líder anti-Putin en señal de que se centrará no solo en Ucrania, algo que temían otros países más alejados geográficamente del flanco oriental.

Junto a ellos, Von der Leyen, escueta, ha mostrado su gratitud a los líderes y se prepara para el escrutinio del Parlamento Europeo. Si esta legislatura su piedra angular fue el clima y la Comisión geopolítica, la que arrancará en los próximos meses quiere poner el foco en el desarrollo de la Seguridad y la Defensa.

Von der Leyen ha dejado claro en rueda de prensa que tiene por delante tres semana intensas para explicar y dialogar con los eurodiputados para ganarse su confianza. Hará el contacto con las delegaciones nacionales, a pesar de asegurar durante toda la campaña que solo hablaría con los grupos políticos.

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