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La llave del bloqueo del plan anticrisis para Rutte no salva la segunda jornada de la cumbre europea

Tras una nueva jornada maratoniana, Italia reconoce "duros choques" con Países Bajos y el resto de halcones del euro. En la segunda jornada de esta cumbre decisiva para España e Italia, todavía quedan flecos para la fumata blanca. Países Bajos ha conseguido que los líderes europeos hayan trabajado este sábado sobre la base de una propuesta con menos subsidios que la oferta original y con un mayor poder de control sobre el dinero del Fondo de Recuperación. Pero no es suficiente.

El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, conversa con el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, durante la cumbre de la UE.- AFP
El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, conversa con el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, durante la cumbre de la UE.- AFP

Concluye la segunda jornada de esta cumbre europea decisiva para España e Italia, que continuará este domingo. Países Bajos ha hecho mucho ruido y ha conseguido que los líderes europeos hayan trabajado este sábado sobre la base de una propuesta con menos subsidios que la oferta original y con un mayor poder de control sobre el dinero del Fondo de Recuperación.

Aun así, los nórdicos no parecen estar satisfechos con la propuesta del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y quedan a la espera de la nueva oferta que presentará el ex ministro belga previsiblemente este domingo a primera hora. Entre las novedades que se esperan está un nuevo equilibrio entre préstamos y subvenciones, caballo de batalla entre norte y sur de Europa.

El Fondo de Recuperación que ha presentado este sábado Charles Michel mantiene un tamaño del plan de 750.000 millones de euros, y propone 450.000 millones a través de subvenciones y 300.000 a través de préstamos. Esto implica un trasvase de 50.000 millones de euros de subvenciones a préstamos respecto a la propuesta original, un nuevo guiño a los nórdicos, que no comparten la necesidad de apostar por estas ayudas.

De hecho, los autodenominados frugales (Dinamarca, Holanda, Suecia y Austria) siguen creyendo que hay un desequilibrio desorbitado e insisten en que, para alcanzar un acuerdo, haya una poda en estas ayudas. Algunas fuentes cifran esta rebaja en 200.000 millones de euros. Desde el sur insisten en la importancia de mantener esta figura para evitar ahogar a las economías más afectadas por la pandemia con deudas.

Sin embargo, el punto que probablemente haya sido el más comentado de la jornada es el tema de la gobernanza. Según la propuesta de la semana pasada, los Estados miembros aprobarían los programas nacionales de reforma por mayoría cualificada y después sería la Comisión Europea la que diera luz verde al desembolso.

Sin embargo, Charles Michel este sábado ha ido un paso más allá y ha propuesto un "super freno de emergencia". Este mecanismo implicaría que cualquier país podría, en el plazo de tres días, elevar sus dudas sobre un plan nacional en una reunión de ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) o en una cumbre europea y bloquear las ayudas a un determinado país. Con esta oferta, el presidente del Consejo no concede a La Haya su petición de que las ayudas se aprueben por unanimidad de los Estados miembros, pero sí le da la llave del bloqueo.

Según un diplomático consultado, España podría aceptar este "súper freno de emergencia", siempre y cuando la decisión no se tome por unanimidad, y siempre que el paquete general sea satisfactorio para el país. Previsiblemente, esto implicaría que no hubiera más transvases entre los préstamos y las subvenciones del plan anticrisis.

Tras dos horas de sesión plenaria, a las 13 horas ha concluido el debate de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y han dado el pistoletazo de salida para las reuniones en formatos más reducidos. Estas citas se han producido de forma ininterrumpida hasta las 21 horas, momento en el que los líderes han sido llamados para cenar juntos.

Según fuentes consultadas, durante la cena el debate se ha centrado en la vinculación de los fondos al respeto del Estado de Derecho y a las inversiones para financiar la transición climática. Este es un asunto que genera rechazo por parte de Hungría y Polonia, y que también podría hacer encallar el acuerdo.

Por ahora, el perfil del presidente de gobierno español ha pasado inadvertido. Sin embargo, fuentes diplomáticas insisten en que Pedro Sánchez ha tenido una agenda intensa y ha conseguido, junto a sus homólogos de Portugal e Italia, que su opinión se tenga en cuenta. Se ha reunido, entre otros, con los jefes de Estado y de Gobierno de Grecia, Francia, Alemania, Letonia o Países Bajos.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no se ha andado con rodeos y ha reconocido en su cuenta de Facebook que "estamos chocando duramente con Países Bajos y otros frugales". Así, ha insistido en que "las negociaciones están siendo más complicadas de lo previsto". El italiano ha explicado que "estamos tratando de involucrar a todos (los Estados miembros), porque no solo Italia se beneficia (del Fondo de Recuperación), o España y Portugal, sino toda Europa porque somos una economía integrada".

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