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La UE prohíbe a Bielorrusia operar en el espacio aéreo europeo y prepara sanciones económicas
Sánchez agradece a las instituciones y líderes europeos que hayan cerrado filas con el Gobierno de España en relación a la crisis migratoria de la semana pasada con Marruecos.
Irene Sánchez Artero
-Actualizado a
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han acordado este lunes un paquete de sanciones contra Bielorrusia como respuesta al "secuestro" del vuelo de Ryanair que fue obligado a aterrizar en Minsk para detener al periodista opositor Román Protasevich el pasado domingo. Los líderes han calificado este incidente de inaceptable.
Los Vientisiete han decidido prohibir a Bielorrusia operar en espacio aéreo europeo, pero también prepara sanciones económicas contra el régimen de Alezandr Lukashenko.
La decisión de Minsk ha despertado una oleada de críticas y declaraciones institucionales. A la entrada del Consejo Europeo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha aventurado una respuesta contundente y ha advertido al régimen de Alezandr Lukashenko de "severas consecuencias".
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, adelantó al inicio de la reunión que "nuestra respuesta debe ser fuerte, inmediata y unificada. La Unión Europea debe actuar sin vacilar y castigar a los responsables". Así, reconoció que "no cabe duda de que es necesaria una investigación internacional para verificar si la seguridad del transporte aéreo y de los pasajeros ha sido puesta en peligro por un Estado soberano y si se ha producido una violación del Convenio de Chicago".
En las conclusiones de este lunes, los líderes de los veintisiete países de la UE han condenado firmemente el aterrizaje forzoso del avión de Ryanair con destino a Lituania y la detención por parte de las autoridades bielorrusas de Raman Pratasevich y Sofia Sapega. Los Vientisiete piden la libertad inmediata de los detenidos e insta a la Organización Internacional de Aviación Civil una investigación sobre el incidente ocurrido este domingo.
Así, invitan a los Estados miembros a evitar espacio aéreo bielorruso y adoptar las medidas necesarias para que la compañía aérea bielorrusa no sobrevuele espacio aéreo europeo ni aterrice en sus aeropuertos.
Algunas de las medidas que hay sobre la mesa son restricciones contra la aerolínea estatal bielorrusa y posibles sanciones contra los responsables del incidente. De hecho, piden a sus ministros que amplíen la lista de personas y entidades clave en el régimen sancionadas, que actualmente contiene a 88 personas y 77 entidades, entre ellas el presidente Alexandr Lukashenko.
La jefa del Ejecutivo europeo, al igual que la mayoría de líderes de la UE, ha exigido la liberación inmediata del periodista opositor. "Pedimos que el país respete la libertad de expresión, de comunicación y de opinión", ha reclamado Von der Leyen, antes de recordar que "hay un paquete de 3.000 millones de euros de ayudas, listo para partir hacia Belarus en cuanto se transforme en un país democrático".
Von der Leyen avisa que hay 3.000 millones de ayudas a Bielorrusia que no se moverán hasta que no sea un país democrático
Según fuentes comunitarias consultadas, ese paquete de ayudas al que hace referencia Von der Leyen es el plan de inversión al que se comprometieron los Veintisiete en el pasado Consejo Europeo de octubre para acompañar al país en la transición democrática. Un plan que todavía no se ha hecho público e iba a presentarse en la comisión de Asuntos Exteriores prevista para el próximo junio. Sin embargo, debido a la deriva del régimen bielorruso de los últimos tiempos, este paquete de ayudas se encuentra en standby, lo que supone una mayor asfixia económica al régimen de Lukashenko.
Reacción de los líderes europeos
Uno de los países que antes ha reaccionado ha sido Lituania, país al que iba dirigido el vuelo que fue interceptado por Bielorrusia. El ministro de Transportes del país, Marius Skuodis, ha anunciado en su cuenta de Twitter que a partir del 25 de mayo a las 3 de la mañana no se permitirán vuelos desde o hacia los aeropuertos lituanos a través del espacio aéreo bielorruso. "La seguridad de los pasajeros es una prioridad absoluta", rezaba su tweet.
El Alto Representante de la UE, Josep Borrell, adelantó este lunes por la mañana, en una entrevista en Onda Cero, que los líderes de la UE iban a tener que dedicar una atención prioritaria a la relación con Bielorrusia. "Estábamos preparando un tercer paquete de sanciones que iba a aprobarse en los próximos días, pero éste ha sido un cambio cualitativo", explicó el jefe de la diplomacia europea. Borrel insistió en que la detención del periodista opositor es un hecho que "no puede quedar sin consecuencias".
Después de concluir con el debate sobre las sanciones de Bielorrusia los jefes de Estado y de Gobierno la discusión ha virado a las relaciones con Rusia. Para garantizar la privacidad de la conversación los líderes también han sido privados de sus aparatos electrónicos. No es la primera vez que exige esta medida. También lo hizo en las negociaciones con el Brexit.
Por lo que respecta a las relaciones con Rusia, los jefes de Estado y de Gobierno han condenado las actividades "ilegales, provocativas y disruptivas contra la UE". El bloque reafirma su unidad y la solidaridad y apoyo con República Checa y la guerra diplomática que mantiene abierta con Moscú desde que descubriera que dos agentes rusos fueron los responsables de las explosiones en un depósito de municiones en el 2014, en la que murieron dos personas. Por último, le han encargado al jefe de la diplomacia europea la elaboración de un informe sobre las relaciones entre Rusia y la UE, con vistas a una reunión en junio.
Tras cinco horas de discusión entorno a Bielorrusia y Rusia los líderes han cambiado de tercio para analizar las relaciones con Reino Unido. Y, para concluir con la primera jornada de esta cumbre extraordinaria, los Vientisiete hablaron sobre la situación en Oriente Próximo.
Agradecimiento a la UE por la crisis con Marruecos
En la cena de este lunes los líderes tenían previsto abordar distintos asuntos de política exterior, con debates específicos sobre Rusia, Reino Unido, Oriente Próximo y Bielorrusia. El presidente Pedro Sánchez no pidió incluir la crisis con Marruecos en este encuentro, aunque no se descartaba que pudiera entrar en la discusión sobre migración a petición del primer ministro italiano Mario Draghi.
Sin embargo, sí aprovechó sus declaraciones a los medios a su llegada al Consejo Europeo para agradecer el apoyo que recibió de las instituciones europeas y de los Veintisiete con la crisis migratoria de la semana pasada en Ceuta. Todas las fuerzas cerraron filas con el Ejecutivo de Sánchez, a diferencia de lo que ocurrió en la esfera nacional. Sánchez lamentó que la llegada masiva de migrantes provenientes de Marruecos haya desencadenado en "una crisis sin precedentes entre Bruselas y Rabat".
El presidente del Gobierno explicó que, para España, la migración es un reto capital y urgió a los Estados miembros a abordar el tema, mientras advirtió que las relaciones entre bloques deben de basarse en la confianza y el respeto a las fronteras. Un mensaje directo para Rabat, al que aprovechó para recordarle que "no hay mejor ni mayor aliado dentro de la UE que España para defender los intereses estratégicos tan importantes para Marruecos y tan necesarios para la UE".
Al término de la sesión el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aclaró que no se ha producido un debate profundo sobre la cuestión migratoria, pero debido al interés que suscita en muchas capitales, este punto será formalmente incluido en un próximo Consejo.
En la rueda de prensa que se celebró al concluir la primera jornada, Michel reafirmó "la solidaridad total europea don el Gobierno y las autoridades españolas en la cuestión migratoria". "La protección y la seguridad de la frontera española es también la de las fronteras de la UE", recordó a Rabat.
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