Este artículo se publicó hace 14 años.
Jiménez y Clinton impulsan un arreglo global para el Sáhara
La ministra de Exteriores sugiere que la ONU vigile los derechos humanos. España, Francia y la UE se citan este lunes en Bruselas
Gonzalo López Alba
La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, aprovechó este sábado la cumbre de la OTAN para buscar apoyos de la comunidad internacional que se traduzcan en "un impulso político" a la negociación entre Marruecos y el Frente Polisario con el fin de lograr "una solución" definitiva al conflicto del Sáhara en el marco de la ONU.
Lo hizo bajo la pauta de actuación marcada por José Luis Rodríguez Zapatero: "Un Gobierno tiene que tratar de ser útil para solucionar problemas". Y empezó con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, con la que, en su primera entrevista, entabló una relación empática gracias, entre otras cosas, al interés estadounidense por la situación de Cuba y Venezuela y al currículum de la ministra española como ex secretaria de Estado para Iberoamérica.
La secretaria de Estado estudiará reforzar el papel del Grupo de Amigos
Jiménez trasladó a Clinton la "preocupación" del Gobierno español ante el conflicto y su opinión de que la mejor contribución en estos momentos sería fortalecer el papel del Grupo de Amigos del Sáhara como factor de "acompañamiento" para "ayudar a las partes" a profundizar en la búsqueda de un arreglo global al conflicto saharaui.
Las reuniones de este Grupo, al que pertenecen también Francia, Rusia y Reino Unido, han sido hasta ahora de carácter "técnico", y la pretensión es darles relieve "político", aunque Jiménez evitó aclarar si su propuesta pasa por la participación de los ministros. De momento, consiguió que Clinton juzgara "importante" la iniciativa y se comprometiera a estudiarla.
"Es más urgente que nunca elevar el nivel político para acompañar a las partes", sostuvo Jiménez, que abordó también este asunto con su colega británico, William Hague. Sus gestiones intentan involucrar igualmente a la Unión Europea, y, con este propósito, ha logrado citar conjuntamente para mañana, en Bruselas, a la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, y a los ministros de Exteriores de Francia, principal aliado de Marruecos, y de Suecia, país de acreditada eficacia como mediador.
Zapatero dice que la solución al conflicto es "dificilísima", pero posible
"Tenemos que apoyar, incentivar y estimular a las partes para que dialoguen más a fondo que nunca y que toda la comunidad internacional se vuelque en el apoyo en torno a ese diálogo que debe liderar la ONU", explicó Zapatero. Él mismo planteó la consiguiente pregunta y formuló su respuesta: "¿Es difícil [el acuerdo]? Dificilísimo, pero ha habido conflictos tan difíciles o más que han visto una vía de solución".
Encontrar ese cauce cree que es mucho más factible si la presión "se comparte por varios países". En este sentido, su ministra destacó que el momento, a pesar de todo, es propicio porque, "por primera vez en 35 años, Marruecos y el Polisario, que tienen cada uno su plan, se han sentado a discutir los planes de ambos y han quedado emplazados para continuar el 1 de diciembre".
"Un acuerdo permanente"El presidente defiende ante las críticas su "posición acertada"
A juicio del presidente del Gobierno español, la solución no puede ser otra que un "acuerdo político permanente". Para conseguirlo, reivindicó su línea de actuación frente a las críticas que recibe. "A los gobiernos no digo a los países, a los medios [de comunicación] ni a los partidos políticos se nos debe exigir responsabilidad, prudencia y moderación, y así es como intenta contribuir el Gobierno de España. Es la posición acertada", sostuvo Zapatero.
La ministra Jiménez introdujo, además, un factor nuevo: la "posibilidad" de que la Minurso (Misión de Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental) "amplíe sus capacidades para la vigilancia y protección de los derechos humanos". No fue la suya una propuesta como portavoz del Gobierno, sino que se remitió a una resolución aprobada hace un año por unanimidad del Congreso de los Diputados, a propuesta del Grupo Socialista. Pero también recordó que las propias resoluciones de Naciones Unidas hablan de "la dimensión humana" del conflicto. Así, concluyó: "En el marco de Naciones Unidas habría posibilidades de velar por los derechos humanos".
Mientras, dijo que el Gobierno español sigue a la espera de contar con "un informe independiente" que aporte "información fiable" sobre lo ocurrido en El Aaiún antes de formar una opinión definitiva. Jiménez quiso dejar claro que, a pesar de la intensidad con que el conflicto se vive en España, el Gobierno no considera que nuestro país pueda ni deba ejercer otro papel que el de mediador. "Las partes son dos: Marruecos y el Polisario", enfatizó.
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