La izquierda francesa llega a un acuerdo y elige a Lucie Castets como candidata a primera ministra
Castets es una alta funcionaria que se ha destacado por su defensa de los servicios públicos.
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El izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) anunció este martes que ha logrado un acuerdo para presentar como candidata a primera ministra a Lucie Castets, una alta funcionaria que se ha destacado por su defensa de los servicios públicos.
Castets, de 37 años, que también ha combatido el fraude fiscal y la delincuencia organizada, "tendrá nuestro compromiso total con el Gobierno que forme", señalaron los cuatro partidos del NFP (socialista, comunista, ecologista y LFI), en un comunicado conjunto.
El comunicado de las cuatro fuerzas de izquierdas destaca también de su candidata su "lucha activa contra la extensión de la jubilación a los 64 años" y su perfil de activista asociativa.
Este anuncio llega 16 días después de las elecciones legislativas anticipadas que dieron un triunfo ajustado a las fuerzas progresistas, por delante del grupo centrista del presidente francés, Emmanuel Macron, y del ultraderechista Agrupación Nacional (RN).
Hasta hoy, Castets era un nombre relativamente poco conocido entre el gran público francés. En el momento del anuncio, su cuenta de X, por ejemplo, se situaba en los 11.500 seguidores.
Macron dilata la elección
Sin embargo, Macron, ha optado por dilatar la elección de un nuevo Gobierno. Después del anuncio de la elección de Castets, el presidente afirmó en una entrevista televisada, la primera que da desde las legislativas, que se dará hasta mediados de agosto, cuando terminan los Juegos Olímpicos de París, para nombrar a un primer ministro, desatando así la indignación de la izquierda
"Hasta mediados de agosto nos centraremos en los Juegos y luego nombraré un primer ministro (...) No estamos en la situación de poder cambiar las cosas porque eso crearía un desorden", sostuvo Macron.
"La cuestión no es esa", respondió Macron cuando le preguntaron sobre la idoneidad de Castets, cofundadora también de la asociación Nuestros Servicios Públicos, que defiende la educación, sanidad y la vivienda públicas.
Para Macron, la lección de las legislativas es que "nadie puede aplicar su programa", por lo que instó a las fuerzas que montaron un cordón sanitario contra el RN en las legislativas (el NFP y el centro macronista, sobre todo, junto a la derecha conservadora) a trabajar juntos.
"La cuestión es qué tipo de mayoría puede haber en la Asamblea para que un gobierno francés pueda aprobar reformas, aprobar presupuestos del Estado y hacer avanzar el país", se interrogó.
En un régimen presidencialista como el francés, Macron tiene la potestad de nombrar a la jefatura de Gobierno, una decisión que tradicionalmente ha sido acorde con las mayorías en la Asamblea Nacional.
Actualmente, la alianza progresista dispone de unos 200 diputados, por delante del grupo macronista (160), y del ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen (140), aunque son cifras aproximadas en función de diputados independientes pero de ideología similar a esos grupos.
A tres días de que los Juegos Olímpicos den su pistoletazo de salida en París, el dirigente puso como ejemplo cómo en la organización de este evento cooperaron una alcaldía socialista, una región con presidencia conservadora y un gobierno estatal de centro, dando a entender que desea un Ejecutivo similar.
Los líderes del NFP, que engloba La Francia Insumisa, socialistas, comunistas y ecologistas, reaccionaron con indignación a las declaraciones de Macron.
"O nos aceptas o te vas", clamó Jean-Luc Melenchon
"El presidente niega el resultado de la elección y nos quiere imponer, a la fuerza, un nuevo frente republicano y obligarnos a renunciar a nuestro programa al aliarnos con él. No lo haremos. Respeta el voto de los franceses. O nos aceptas o te vas", clamó Jean-Luc Mélenchon, líder del contestatario La Francia Insumisa, la fuerza mayoritaria de la izquierda.
"Cuando convocas unas elecciones que pueden terminar en el caos, respetas los resultados. La negación es la peor de las políticas, esa que lleva a la política del desastre", dijo, por su parte, el líder socialista, Olivier Faure.
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