Este artículo se publicó hace 14 años.
"Israel quiere que todos acaben en el cementerio, el hospital o la cárcel"
El padre de Manuel Tapial, uno de españoles que van en la flota humanitaria atacada por el Ejército israelí, acusa a las autoridades de no haber protegido la misión
"¡Israel genocida!", "¡Inti-fa-da, In-ti-fa-da!", coreaban el medio millar de personas que ayer por la tarde se congregaron en Madrid frente a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en protesta por el ataque israelí a la flota humanitaria.
Los manifestantes enarbolaron banderas palestinas y exigieron al Gobierno español y a la UE responsabilidades por mantener acuerdos comerciales con Israel. Muchos llevaban pequeños carteles hechos a mano con cartulina y con lemas como: "Israel aprendió de los nazis" e "Israel, asesino del pueblo palestino".
El protagonista de la concentración de Madrid fue Manuel Espinar, presidente de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad y padre de Manuel Tapial, uno de los tres cooperantes detenidos junto a Laura Arau y David Segarra, todos en la treintena.
“¡Ya vienen, ya entran!”, fue el último mensaje que Tapial mandó a su padre a través del chat de Facebook. La conversación vía Internet tuvo lugar momentos antes de que, sobre las 4 de la madrugada, las comunicaciones con el barco quedaran totalmente interrumpidas.
Manuel Espinar afirmó que, si la misión hubiese ido convenientemente protegida, el ataque no hubiese ocurrido (fotogalería). Espinar afirmó que advirtió, antes de la partida de los barcos, a las autoridades españolas del peligro de que sufriese un ataque, pero no le hicieron caso.
"Parece más importante proteger al atún que a las personas", criticó Manuel Espinar, en referencia a la protección que reciben los atuneros españoles en aguas del océano Índico. Espinar es presidente de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad, de la que forman parte su hijo y también Laura Arau, otra de las cooperantes españolas que iban en la flota humanitaria.
Esta ONG llevaba "una cámara de video potente, un ordenador potente y cajas de libros de relatos escritos por niños de institutos españoles y que habíamos traducido al árabe", señaló Espinar, que denunció la "campaña de intoxicación" que está haciendo el Gobierno israelí respecto a la misión de los barcos. "En la flota va un monseñor de 90 años, dos diputados alemanes... Creo que son pocos sospechosos por su fundamentalismo", señaló Espinar. "La idea es que todos terminen en la cárcel. En el hospital, el cementerio o la cárcel".
"Parece más importante proteger al atún que a las personas", asegura EspinarEl responsable de Cultura, Paz y Solidaridad también ha censurado en un chat de este diario las palabras de Israel, que "dice que toda la flotilla era un entramado del terrorismo internacional". Sin embargo, insiste, "nosotros pedimos al Ministerio de Asuntos Exteriores mediación para que un organismo internacional supervisase toda la carga".
Según Espinar, la ONG portaba "libros de relatos de niños españoles sobre los refugiados palestinos; éste es nuestro trabajo de solidaridad". El ataque ha motivado la convocatoria para hoy de varias protestas en España, cuyo Gobierno pedirá explicaciones por el abordaje del Ejército israelí, que ha abierto una crisis diplomática internacional.
Marcha espontáneaA la protesta en la capital se unieron políticos de IU como Cayo Lara e Inés Sabanés y actores como Willie Toledo y Alberto San Juan. Cuando tenía que haber terminado la concentración de Madrid, los manifestantes partieron de manera espontánea hacia la embajada de Israel, a una hora de camino a pie de la sede de Exteriores. Los antidisturbios vigilaron la marcha, que cortó el tráfico de un tramo de la calle de Alcalá y el lateral de la Castellana.
Las concentraciones se repitieron por toda España. A la de Valencia asistió Cristina Soler, la madre de David Segarra, uno de los cooperantes detenidos por el ejército israelí. "Que expulsen inmediatamente al embajador israelí de España", reclamó esta mujer, que a última hora de la tarde sólo sabía que su hijo estaba "bien".
"Me han llamado de Exteriores para decirme que el cónsul estaba en el puerto de Ashdod para recibir a mi hijo y a los otros dos cooperantes. Al parecer, los israelíes les dan a elegir entre la cárcel o la deportación".
En Barcelona, un millar de personas se concentró frente la Cámara de Comercio Catalunya-Israel. Los manifestantes exigieron al Gobierno que cese el comercio de armas con Israel y a la UE que suspenda los tratados internacionales con el país, además de pedir la libertad de los activistas detenidos.
La embajada israelí dijo ayer a Público que "el único error de Israel fue creer a los participantes de la flotilla cuando dijeron que eran pacíficos".
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