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Israel se borra de la cumbre euromediterránea mientras acusa a tres países europeos de apoyar el terrorismo

Barcelona acoge este lunes una cita con los países árabes que tiene un solo punto en la agenda: abordar el conflicto de Oriente Próximo y allanar el camino para una paz futura sostenible y duradera.

23/11/2023 - Benjamin Netanyahu
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante su reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro belga, Alexander de Croo, a 23 de noviembre de 2023. Kobi Gideon / EFE

La ausencia de Israel ensombrece la cumbre de la Unión por el Mediterráneo (UpM) que se celebra este lunes en Barcelona. El foro euromediterráneo se reúne por 15ª ocasión con un solo tema sobre la mesa: el conflicto entre Israel y Hamás. Pero la delegación hebrea ha anunciado que no enviará representación.

España quería utilizar la ocasión para preparar el terreno hacia una conferencia global de paz y la búsqueda de fórmulas para consumar una paz duradera y sostenible.

Josep Borrell, Alto Representante de Asuntos Exteriores, y el ministro de Exteriores de Jordania, copresidentes del encuentro, decidieron cambiar por completo el guion de la cita tras la crisis en Oriente Próximo iniciada por el ataque de Hamás el 7 de octubre.

La que estaba llamada a ser una reunión para debatir sobre el futuro y la estructura del foro se convirtió de forma inesperada en una oportunidad para sentar en la misma mesa a palestinos e israelíes, ya que tanto la Autoridad Palestina como Israel son miembros de este club de Estados europeos y árabes que acoge a algunos como Jordania, Egipto o Líbano.

Para Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, esta era la "ocasión ideal" para relanzar el diálogo entre Tel Aviv y Ramallah.

Los países árabes están centrados en redoblar la presión para alcanzar un alto al fuego permanente

"Tanto los europeos como los árabes nos sentaremos en torno a la mesa. Es, a nuestro juicio, una buena oportunidad para aprovecharla y, en consecuencia, he propuesto que utilicemos esta plataforma para relanzar el diálogo euroárabe", afirmó hace unas semanas. Finalmente, Tel Aviv ha plantado la cita alegando que teme que se convierta en un foro internacional en contra de sus intereses.

España está impulsando un papel de liderazgo en el conflicto. Israel y Palestina han sido los primeros destinos internacionales en la presente investidura. También está siendo el impulsor de una futura cumbre global por la paz y defiende posturas muy firmes en la mesa del Consejo Europeo.

Sin embargo, mientras los europeos están focalizando sus esfuerzos en preparar el día de mañana y el camino hacia la solución de los dos Estados, nadie en la región está ahí. Es todavía muy incierto el cómo y el cuándo acabará la guerra actual. Netanyahu habla de otros dos meses.

En este escenario, los países árabes están centrados en redoblar la presión para alcanzar un alto el fuego permanente y aliviar la situación humanitaria de Gaza, mientras que palestinos e israelíes son y serán por mucho tiempo sociedades bajo un gran trauma.

Lo que sí ha cambiado ya es la asimilación en Bruselas de que el statu quo que ha imperado durante décadas no es una opción. Para los europeos, el único futuro posible que permita a los palestinos vivir con dignidad y a los israelíes con seguridad es la implementación de los dos Estados con una Autoridad Palestina gobernando tanto Gaza como Cisjordania.

Conflictos diplomáticos

La cita llega, además, con los ánimos muy caldeados. Israel ya había decidido no asistir cuando Sánchez y Alexander de Croo, primer ministro belga, emprendieron un viaje en la región que acabó en un gran choque diplomático. Desde entonces, la tensión no ha hecho más que aumentar.

Según fuentes de La Moncloa, el mensaje de Sánchez es el de "construir un puente sólido hacia la paz"

Sánchez ha sido uno de los pocos líderes occidentales que le ha dicho a la cara a Benjamín Netanyahu, su homólogo israelí, que el número de muertos civiles en Gaza es demasiado alto e "insoportable".

En una rueda de prensa desde el paso de Rafah, en Egipto, Sánchez adelantó que en los planes de España está el reconocimiento del Estado palestino –algo que como miembro de la UE solo hizo Suecia en 2014-. El mandatario español prefiere dar ese paso junto a un grupo amplio de socios comunitarios, pero dijo estar dispuesto a hacerlo en solitario.

Tras estas palabras, se desató un carrusel de tensión diplomática. El Gobierno hebreo culpó a España de apoyar el terrorismo, algo que el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, calificó de acusaciones "totalmente falsas, fuera de lugar e inaceptables".

"El mensaje que el presidente del Gobierno ha llevado a Israel y Palestina es el de construir un puente sólido hacia la paz, que pueda garantizar la existencia de un Estado de Palestina y un Estado de Israel que vivan en coexistencia pacífica", defienden fuentes de La Moncloa, tras una crisis diplomática que se ha saldado con las reprimendas mutuas a los embajadores de cada país.

La situación española también se replicó en Bélgica, cuyo primer ministro acompañaba a Sánchez y trasladó a Israel la misma posición: el derecho a defenderse tiene límites y esos límites los marca el Derecho Internacional. "Mantengo lo que dije. No más muertes de civiles", reafirmó Alexander de Croo una vez de vuelta a su país y en medio de un cabreo monumental en las filas de Netanyahu.

"Las felicitaciones de la organización terrorista de Hamás a los primeros ministros de España y de Bélgica son una vergüenza y una desgracia. No olvidaremos quiénes estuvieron de nuestro lado en estos momentos y quiénes apoyaron a una organización asesina y terrorista que retiene a más de 200 rehenes", reaccionó Eli Cohen, ministro de Asuntos Exteriores israelí.

En las últimas horas, también Irlanda se ha unido al club de los "simpatizantes del terrorismo" para Israel. "Es un día de enorme alivio y felicidad para Emily Hand y su familia. Una niña inocente que se había perdido ha sido encontrada y está de vuelta. Nuestras plegarias han sido escuchadas", escribió el primer ministro en la red social X tras la liberación de una rehén de Hamás irlandesa.

"Parece que ha perdido su brújula moral y necesita una revisión de la realidad. Emily Hand no estaba perdida, fue secuestrada por una organización terrorista peor que ISIS que asesinó a su madrastra. Emily y más de 30 niños israelíes fueron tomados como rehenes por Hamas, y tú estás tratando de legitimar y normalizar el terror. ¡Qué vergüenza!", respondió con furia el jefe de la diplomacia israelí.

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