Este artículo se publicó hace 3 años.
Investigan la decapitación de un joven que pertenecía a uno de los principales grupos de las protestas en Colombia
Santiago Ochoa era miembro del grupo que, con cara cubierta y escudos artesanales, está en primera línea en las protestas.
Bogotá-
Las autoridades colombianas investigan el asesinato de Santiago Ochoa, un joven perteneciente a la llamada "primera línea" de las protestas que fue decapitado. La cabeza fue encontrada dentro de una bolsa de plástico en una zona rural del municipio de Tuluá, en el departamento el Valle del Cauca (suroeste), informó este lunes la Policía.
El cuerpo, que pertenecía supuestamente al grupo de jóvenes que, con la cara cubierta y escudos artesanales, están en primera línea en las protestas que suceden en el país desde el 28 de abril, aún no ha sido encontrado.
El comandante de la Policía del Valle, el coronel Jorge Urquijo Sandoval, dijo en una declaración ante la prensa que no es cierto que efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), perteneciente a la Policía, estén relacionados con esos hechos porque esa unidad no ha realizado procedimientos durante los últimos días en ese municipio.
"Desde hace aproximadamente un mes no existe ningún procedimiento por parte de uniformados del Esmad en este municipio. Rechazamos contundentemente los señalamientos irresponsables que se están haciendo a través de redes sociales vinculando a nuestros uniformados con estos lamentables hechos", aseguró el alto oficial.
El Gobierno informó de que la Fiscalía y la Policía investigan el crimen y ofreció una recompensa de hasta 10 millones de pesos (unos 2.650 dólares) a quienes ayuden a encontrar a los culpables. Por su lado, el presidente colombiano, Iván Duque, rechazó el crimen y dijo que "como país nos duele la muerte de todo colombiano, pero el atroz crimen del joven Santiago Ochoa en la ciudad de Tuluá, merece todo nuestro rechazo".
Tuluá es una de las ciudades donde se han producido más hechos violentos durante las últimas protestas del paro nacional, con represión policial y la quema del Palacio de Justicia por un grupo de gente sin identificar. La ciudad ha sido uno de los objetivos de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de hace un par de semanas.
"No es posible que este tipo de barbaries, de atrocidades que conmueven a la opinión pública nacional e internacional, sigan sucediendo", dijo Luz Marina Hache, portavoz del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice). Agregó que "no puede ser que ante la demonización de jóvenes de la Primera Línea se quiera acallar sus voces con este tipo de escabrosos hechos".
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