Hungría bloquea las sanciones europeas a los colonos israelíes y España las impondrá a título individual
El Gobierno de Víktor Orbán se desmarca también de un comunicado que pide a Israel que no intervenga en Rafah.
María G. Zornoza
Actualizado a
Hungría tumba las sanciones europeas a los colonos responsables de la violencia extrema a los palestinos en Cisjordania. España las impondrá "lo antes posible" a título personal uniéndose a un camino que dentro de la UE ya ha impulsado Francia y fuera otros como el Reino Unido y Estados Unidos. El ultranacionalista Víktor Orbán impone una vez más su "no" menguando el alcance de la respuesta europea en la guerra de Gaza.
Conseguir la unanimidad de los 27 para lanzar un castigo a los colonos israelíes que están atacando con voracidad a los palestinos en Cisjordania era una de las grandes ambiciones de José Manuel Albares en el Consejo de Asuntos Exteriores celebrado este lunes en la capital comunitaria. Finalmente, el veto magiar ha imposibilitado que la UE imponga estas medidas restrictivas de congelación de activos y prohibición de entrada a los judíos extremistas.
"Desgraciadamente, aunque ese era mi objetivo y he estado empujando en la reunión para ello, un Estado no ha querido sumarse. Por lo tanto, España va a avanzar individualmente en la imposición de esas sanciones (...) No podemos permitirnos el esperar más. La situación en Gaza es dramática y catastrófica, pero la situación en Cisjordania también es muy tensa", ha afirmado Albares en rueda de prensa.
El diplomático español ha detallado que su equipo está trabajando en la elaboración de una lista que incluirá a decenas de individuos. La medida se hará efectiva "lo antes posible" a esperas de cerrar los últimos flecos a nivel jurídico y técnico.
Varios Estados miembros como Bélgica o Irlanda han anunciado que actuarán también en la línea española. Pero la falta de unanimidad en el seno europeo deja una respuesta mucho más débil y descoordinada.
"Sin unanimidad no hay posición. La UE solo puede jugar un papel si está unida", afirma Borrell
"Sin unanimidad no hay posición de la UE (...) No fortalece nuestra posición. Europa solo puede jugar un papel cuando está unida. En el caso de Oriente Próximo hemos hecho importantes contribuciones y una prospección de cómo podría construirse la paz, pero es evidente que no existe unanimidad", ha lamentado Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea.
La gran apuesta diplomática de la UE sobre el conflicto israelí-palestino pasa por el futuro, más que por el presente. Es decir, por trazar y avanzar en un plan de paz para el día de mañana que consolide la creación de un Estado palestino. Pero son precisamente los asentamientos ilegales, que se han multiplicado por tres en los últimos 30 años, uno de los grandes obstáculos para lograr e implantar la solución de los dos Estados.
No es novedoso que la situación en Oriente Próximo divide enormemente a los europeos, pero la ferocidad de la intervención israelí en la Franja está provocando que cada vez más Gobiernos eleven el tono de crítica. Transcurridos los cuatros meses y medio de guerra, hasta la fecha los 27 solo habían sido capaces de alcanzar un acuerdo de mínimos que pasa por reclamar "pausas humanitarias".
Ahora los 26, sin de nuevo Hungría, dan un paso más y piden a través de un comunicado que se decrete una "pausa humanitaria inmediata" que siente las bases para un "alto al fuego duradero".
En el mismo, exhortan a Tel Aviv a no lanzar la que parece ya inminente intervención en Rafah, donde se apilan más de un millón y medio de palestinos sin refugio, agua o alimentos.
"La diferencia entre la guerra en Gaza y otras guerras es que en las otras guerras los civiles huyen. Los no combatientes huyen, se escapan si pueden. Pero de Gaza no pueden huir. En Gaza están encerrados en un perímetro", ha recordado Borrell.
Acuerdo de Asociación
La otra gran batalla que España ha librado hoy en Bruselas es la revisión de los acuerdos comerciales con Israel. La semana pasada, Pedro Sánchez envío una carta junto a su homólogo irlandés Leo Varadkar pidiendo a la Comisión Europea que revise si Israel está vulnerando los derechos humanos y violando el Derecho Internacional, algo que de probarse sería contrario al Artículo 2 del Acuerdo de Asociación que mantiene con la UE desde 2000.
El debate está todavía muy poco maduro. Pero Madrid y Dublín lo han puesto sobre la mesa. Y eso ya añada presión. Ahora le toca al equipo de Borrell dar el siguiente paso. El Alto Representante presentará en el próximo Consejo de Asuntos Exteriores, fechado para el 18 de marzo, un análisis jurídico de la situación y los posibles escenarios a seguir.
"Israel tiene derecho a la defensa, pero debe respetar el Derecho. ¿Lo hace?", se pregunta Borrell
"La pregunta que se hacen España e Irlanda es bastante lógica. Todos decimos todos los días que Israel tiene derecho a la defensa, pero debe ejercerlo respetando el Derecho Internacional. La pregunta es ¿lo hace? Y de eso versará la evaluación", ha confirmado Borrell al fin del encuentro.
La última vez que la UE suspendió parcialmente un acuerdo de asociación con un socio tercero fue con Siria en 2011. La petición de ahora es mucho más compleja y de entrada poco factible. En marzo, los 27 celebrarán un debate político sobre el documento de Borrell, al que deberán dar instrucciones sobre los pasos a seguir.
Después, correspondería a la Comisión Europea hacer una propuesta sobre modificación o suspensión del pacto. Y finalmente, esto deberá ser aprobado por el Consejo por unanimidad.
El primer paso ya es complejo. Von der Leyen, que acaba de manifestar su ambición de repetir mandato al frente del Ejecutivo comunitario, es la voz más pro-israelí de Bruselas.
Y el segundo no se antoja menos complicado. Difícilmente los 27 Estados miembros accederán a enturbiar las relaciones comerciales con Israel, uno de los socios preferentes y mimados en la capital comunitaria.
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