Este artículo se publicó hace 13 años.
Las heridas de Saleh le impiden volver a Yemen
Sufre quemaduras en el 40% del cuerpo, según EEUU
La propaganda del régimen yemení de Alí Abdalá Saleh no resiste a la guerra civil en la que se está hundiendo el país árabe cada día más. Mientras las autoridades siguen afirmando que el dictador, operado dos veces en Arabia Saudí tras resultar herido en el ataque contra su palacio el pasado viernes, "está bien" y que regresará "en los próximos días", fuentes diplomáticas de Estados Unidos, aliado tradicional de Saleh, que ahora intenta hallar una salida a la crisis, revelaron ayer que el presidente yemení sufre quemaduras en el 40% de su cuerpo y tiene un pulmón colapsado. Es decir: nadie sabe si Saleh volverá a su país, aunque la oposición ya dejó claro que hará todo incluso recurrir a las armas para impedirlo.
En Saná, donde el jefe tribal Sadek al Ahmar, protagonista de la revuelta armada contra Saleh, aceptó el lunes un frágil alto el fuego, la situación era ayer más tranquila que en los pasados días. Sin embargo, los combates seguían en el sur del país y en dos frentes bien distintos. Los rebeldes aseguraron ayer que habían tomado el control de Taiz, segunda ciudad de Yemen y uno de los feudos de las protestas contra el régimen.
45 personas mueren en duros combates contra un supuesto grupo de Al Qaeda
Taiz, a 270 kilómetros al suroeste de la capital, ha sido una de las ciudades más castigadas por la represión del régimen: desde el pasado 30 de mayo, al menos 50 personas murieron a manos de la Guardia Republicana, cuerpo de élite del Ejército. En la localidad meridional de Zinjibar, tomada por militantes del Al Qaeda, según el Gobierno yemení, los enfrentamientos con las Fuerzas de Seguridad son permanentes desde hace 12 días. Ayer, 30 supuestos miembros de la organización terrorista y 15 militares murieron, informaron fuentes oficiales.
El estado de salud de Saleh es muy confuso. De las pocas informaciones que se filtran desde el hospital saudí donde se recupera, se ha confirmado que tiene heridas graves en la cara, el cuello y el pecho. La cadena Al Yazira asegura que el dictador yemení tendrá, además, que someterse a operaciones de cirugía estética en los próximos días.
La fuente anónima de EEUU que informó ayer de la gravedad de las heridas de Saleh añadió que no cree que Arabia Saudí permita al dictador marcharse. Riad, primer productor de petróleo del mundo y gran potencia regional, lidera la propuesta del Consejo de Cooperación del Golfo que ofrece a Saleh total inmunidad a cambio de abandonar el poder; una propuesta rechazada ya tres veces por el presidente de Yemen. Los analistas consideran que las autoridades saudíes harán todo lo posible para acabar ya con la crisis. Riad nunca se fió de su inestable y pobre vecino del sur y teme que el conflicto llegue hasta territorio saudí. Como ayer, cuando un yemení que intentaba cruzar la frontera mató a dos guardias saudíes.
Los analistas dicen que su regreso sería una declaración de guerra
EEUU y la UE presionan al vicepresidente de Yemen, Abderabu Mansur Hadi, para "una transición inmediata", pero este, hombre de Saleh, condenó las celebraciones de los líderes del Frente Común, la plataforma opositora, al considerar que quieren convertir "un acontecimiento doloroso" la marcha del dictador en "una victoria política". Los analistas coinciden en que el regreso de Saleh es casi imposible, porque sería como una declaración de guerra.
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