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Guerra Rusia-Ucrania La UE prohíbe comprar carbón, vodka o caviar a Rusia, pero no incluye los diamantes en su nuevo paquete

La quinta lista de medidas punitivas incluye a las dos hijas reconocidas de Vladimir Putin y coincide con el ataque a una estación de trenes en el Donbás, que ha acabado con la vida de decenas de civiles.

Un collar expuesto en un establecimiento situado en la Plaza Roja de Moscú, el 14 de septiembre de 2011.
Un collar expuesto en un establecimiento situado en la Plaza Roja de Moscú, el 14 de septiembre de 2011. Natalia Kolesnikova / AFP

"Las últimas sanciones responden a las atrocidades cometidas por el Ejército ruso en Bucha y en otros lugares bajo la ocupación rusa. El objetivo de las mismas es poner fin a este comportamiento despiadado, inhumano y agresivo de las tropas rusas y a la agresión ilegal contra Ucrania", ha señalado Josep Borrell, Alto Representante de Asuntos Exteriores de la UE, que este viernes visita Kiev junto a la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen.

La Unión Europea ha dado luz verde al quinto paquete de sanciones. Incluye a 217 nuevos individuos, lo que eleva a más de 1.000 las personas sancionadas en el marco de la agresión a Ucrania desde 2014. Entre los nombres que destacan se encuentra las dos hijas mayores –las únicas conocidas y reconocidas– de Vladimir Putin, fruto de su primer matrimonio. Las vidas de Ekaterina Tikhonova (hija menor) y Maria Vorontsova, al igual que la de su progenitor están repletas de hermetismo y enigmas. El listado también incluye los nombres de los oligarcas Oleg Deripaska, Herman Gref y Boris Rotenberg.

Las sanciones buscan acabar con la actitud despiadada, inhumana y agresiva de las tropas rusas

Las nuevas medidas incluyen por primera vez prohibiciones al transporte terrestre y marítimo. Los buques rusos no podrán atracar en puertos europeos. Pero hay excepciones: los medicamentos, los alimentos y la energía. Es decir, seguirá llegando vía carretera y mar el petróleo de Rusia. También se están midiendo muy de cerca los pasos para no golpear la cadena de suministros alimentarias. La inflación de los precios o los problemas de exportaciones del trigo amenazan con tener un impacto directo en los bolsillos y estómagos de los europeos y de países en desarrollo, especialmente en el norte de África. También prohíbe la exportación de combustible para los aviones, microchips o material tecnológico por valor de 10.000 millones de euros.

El cuarto paquete sancionador estuvo marcado por el veto a la exportación del lujo europeo. Los oligarcas y élites rusas no podrán comprar caballos, coches de alto standing, champagne, telas, alfombras, moda o instrumentos de música europeos. Pero ahora, la nueva batería pasa la página a las importaciones. Prohíbe así comprar vodka ruso, que supone un monto de 50 millones de euros. Esta bebida representa el 98% de las importaciones de productos espirituosas rusas. También incluye al caviar. Pero la UE sigue resistiéndose a extender las sanciones a los diamantes rusos, que mueven un comercio de unos 1.800 millones de euros. Fuentes comunitarias explican que el sancionador es un progreso gradual y todavía no están en la fase de golpear estas piedras de lujo.

Petróleo y gas, en el punto de mira

No obstante, el salto cualitativo de este paquete viene de la mano del carbón. Tras mes y medio de guerra, la UE inicia el camino del embargo energético. Pero con matices. La medida tardará cuatro meses en entrar en vigor. Fuentes comunitarias explican que es necesario un periodo de gracia para dar tiempo a finalizar los contratos existentes. Pero la presión de Alemania para aplazar la medida también ha hecho su parte. En la capital comunitaria cifran el impacto económico de esta medida para Rusia en unos 8.000 millones de euros.

El carbón es, sin embargo, una parte muy minoritaria y muy simbólica de los 35.000 millones de euros que los europeos han pagado a Rusia por su energía desde el inicio de la invasión. El grueso de la factura pertenece al petróleo y al gas. Se espera que los ministros de Asuntos Exteriores inicien este debate tan pronto como el lunes.

Los diamantes rusos mueven un comercio de unos 1.800 millones de euros

La Unión Europea está cada vez más presionada, desde fuera pero también entre sus propias filas, para imponer un embargo energético total a Rusia. Polonia, Lituania y Estonia, ante la imposibilidad de rubricar un consenso a Veintisiete, han tomado la delantera y ya han anunciado que dejarán de comprar todo tipo de hidrocarburos rusos. La UE se marca para ello 2027, pero las atrocidades sobre el terreno ucraniano podrían acelerar esta decisión. Aunque Alemania sigue postrada en su postura: no puede prescindir del gas ruso ipso facto. Y es difícil pensar que la Hungría de Víktor Orbán, mayor aliada de Rusia en la UE y gran dependiente de estos recursos rusos, esté dispuesta a ir tan lejos. Por ello, lo que se barajan ya son escenarios a caballo entre el laissez faire y el boicot total en torno a impuestos o a los canales de pago para adquirir el petróleo y el gas.

Ucrania ha amanecido este viernes bajo un ataque ruso sobre una estación de trenes situada en Kramatorsk, en el Donbás. Al menos 30 personas han fallecido, la mayoría mujeres y niños. Bruselas ha condenado "enérgicamente" un ataque al que se refieren como "un intento de cerrar las rutas de escape para quienes huyen de esta guerra injustificada".

La compra de la energía rusa proporciona unos 1.000 millones de euros diarios al Kremlin

Ante el aumento de las atrocidades rusas, la UE se enfrenta a importantes para que deje de ayudar a Putin a financiar la guerra. La compra de la energía rusa proporciona unos 1.000 millones de euros diarios al Kremlin. El bando que se opone, entre los que están Alemania o Austria, argumentan que ello deparará un coste muy fuerte a las economías europeas. El argumento es que las sanciones no deben tener el objetivo de castigarnos a nosotros. En el otro lado, el Este y los Bálticos creen imperativo dejar de financiar la maquinaria bélica. Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, ha visitado esta semana Bruselas afeando a los europeos que con una mano ayudan a Ucrania y con la otra pagan a Rusia.

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