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Guerra Rusia - Ucrania Putin justifica su ataque para "desnazificar" Ucrania y agita la amenaza nuclear

El presidente ruso habla de "proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio del régimen de Kiev durante ocho años". Insiste en un revisionismo histórico por el cual Kiev nunca fue un territorio independiente del imperio ruso y advierte a EEUU y a la OTAN con su arsenal nuclear.

Varias personas ven en Moscú el discurso televisado del presidente ruso Vladimir Putin en el que justifica su ataque a Ucrania este jueves.
Varias personas ven en Moscú el discurso televisado del presidente ruso Vladimir Putin en el que justifica su ataque a Ucrania este jueves. Sergei Ilnitsky / EFE

"He tomado la decisión de lanzar una operación militar especial. Su objetivo es proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio del régimen de Kiev durante ocho años, y para ello buscaremos desmilitarizar y desnazificar Ucrania y llevar ante la justicia a quienes cometieron numerosos crímenes sangrientos contra personas pacíficas, incluidos nacionales rusos". Así ha justificado el presidente ruso, Vladímir Putin, el ataque que ha lanzado esta madrugada contra varias zonas de Ucrania.

La ofensiva ha ido más allá de la región oriental del Donbás, donde las ciudades prorrusas de Lugansk y Donetsk se declararon repúblicas independientes de Ucrania hace ocho años, tras las revueltas del Maidán. Aunque Putin asegura que sus planes "no incluyen la ocupación de territorios ucranianos", nadie puede confiar en sus palabras. (CONSULTA AQUÍ DEL DÍSCURSO ÍNTEGRO DE PUTIN)

Este ataque era lo que temía EEUU en las últimas semanas; más aún en las última horas, cuando la escalada bélica llegaba a su punto más álgido tras semanas de constante tensión entre Rusia y el bloque de la OTAN.

Y Putin advierte incluso haciendo referencias a su armamento nuclear en caso de réplica occidental contra su territorio: "Cualquier interferencia de terceros países tendrá consecuencias como nunca se han visto". Los ataques ya se ha cobrado las primeras muertes.

La retórica del mandatario ruso sigue la senda de su discurso a la nación del pasado lunes, cuando afirmó: "Ucrania no tiene legitimidad histórica como nación". En su alocución aseguró que Rusia reconocía como nación a las llamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, a las que lleva prestando apoyo militar desde que comenzó el conflicto en Ucrania.

No son solo referencias a la Guerra Fría. Putin se retrotrae a la Segunda Guerra Mundial para armarse de razones a la hora de desatar la última guerra en suelo europeo y también la anexión de Crimea en 2014. "Ni cuando se creó la URSS ni después de la Segunda Guerra Mundial, nadie preguntó a las personas que vivían en ciertos territorios que formaban parte de la Ucrania moderna cómo querían establecerse en la vida. La libertad es la base de nuestra política", ha asegurado en televisión. Ya habían empezado a escucharse los bombardeos contra la defensa antiaérea ucraniana en diferentes ciudades.

"Los resultados de la Segunda Guerra Mundial, así como los sacrificios realizados por nuestro pueblo en aras de la victoria sobre el nazismo son sagrados (...) Tampoco anula el derecho de las naciones a la autodeterminación, consagrado en el Artículo 1 de la Carta de la ONU", ha dicho este jueves el mandatario ruso.

Son palabras en línea con lo que dijo el pasado lunes, cuando reconoció a independencia de Donetsk y Luhansk. "Ucrania fue un invento de los Bolcheviques. Lenin y sus asociados cometieron un crimen histórico dividiendo territorio que pertenecía al Imperio Ruso", afirmó. Insistía en la legitimidad histórica rusa sobre parte del territorio ucraniano. Una retórica que le sirve para calificar al Gobierno de Kiev y a todo el nacionalismo ucraniano de ultraderechista o filonazi. "Para nosotros, Ucrania no es un país vecino. Es una parte inalienable de nuestra historia y de nuestro espacio espiritual", añadía. Este jueves, Putin ha seguido esta senda y ha realizado un llamamiento a "que todos los pueblos que residen en el territorio de la actual Ucrania puedan aprovechar este derecho, el derecho a elegir. Todos los que lo quieran".

Llamamiento a los ucranianos prorrusos

El líder ruso pide apoyo a los ucranianos prorrusos y también a los soldados del Ejército ucraniano que no obedezcan las órdenes de Kiev. "Hago un llamamiento a los ciudadanos de Ucrania. En 2014, Rusia se vio obligada a proteger a los habitantes de Crimea y Sebastopol de aquellos a quienes usted mismo llama "nazis". Los residentes de Crimea y Sebastopol eligieron estar con su patria histórica, con Rusia, y lo apoyamos. Repito, simplemente no podíamos hacer otra cosa",  ha argumentado.

A los soldados ucranianos, a los que se refiere como "queridos camaradas", les insta a abandonar el frente y a volver a sus casas. "¡Queridos camaradas! Sus padres, abuelos, bisabuelos no lucharon contra los nazis ni defendieron nuestra patria común para que los neonazis de hoy tomaran el poder en Ucrania. Habéis jurado de lealtad al pueblo ucraniano, y no a la junta antipopular que está saqueando a Ucrania y, con ello, burlándose de su pueblo.
No obedezcáis sus órdenes criminales. Os insto a deponer de inmediato las armas inmediatamente e irse a casa. Me explico: todos los militares de ejército ucraniano que cumplan con esta exigencia podrán abandonar libremente la zona de combate y regresar con sus familias", ha esgrimido.

Es cierto que las revueltas del Euromaidán estaban protagonizadas en gran parte por organizaciones ultraderechistas que han copado el movimiento nacionalismo ucraniano y a las que el anterior presidente ucraniano, Petro Poroshenko dio carta blanca cuando llegó al poder en 2014. Algo de que el actual presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, intenta alejarse apelando a una retórica de reconciliación nacional. Zelenski, que quiere representar una nueva generación política en el país, es judío. Sus bisabuelos fueron exterminados durante el Holocausto nazi. De hecho, uno de sus abuelos combatió durante la Segunda Guerra Mundial en el Ejército Rojo.

No obstante, Putin se sigue sirviendo la historia y recuerda que el movimiento nacionalista ucraniano colaboró con los nazis durante la invasión de la URSS por parte de Hitler. 

Amenaza nuclear

Gran parte del discurso de Putin televisado el lunes estuvo dedicado a exponer su interpretación histórica de la Revolución Bolchevique de 1917 y la decisión de los líderes soviéticos de formar una "Unión de Repúblicas". Según Putin, Ucrania nunca debió ser reconocida como una república diferente de Rusia dentro de la Unión Soviética.

Además, Putin ha amenazado con una escalada nuclear si la OTAN decide intervenir militarmente a favor de una país que no forma parte de la alianza atlántica. "En lo que respecta a la esfera militar, la Rusia moderna es una de las potencias nucleares más fuertes ahora, incluso después de la desintegración de la URSS y la pérdida de una parte considerable del potencial nuclear. Además, tiene ciertas ventajas en la línea de las armas de última generación. En este sentido, nadie debería tener dudas de que un ataque directo contra Rusia conducirá a una derrota y a consecuencias devastadoras para un potencial agresor", ha advertido.

Para Rusia, la postura de EEUU y sus aliados de la OTAN representa una amenaza real para su país. "La llamada política de contención a Rusia (la entrega de grandes cantidades de armas a Ucrania) reporta dividendos geopolíticos evidentes. Pero para nuestro país es una cuestión de vida o muerte, una cuestión de nuestro futuro histórico como pueblo", añadía Putin en su mensaje.

El apoyo militar y diplomático de Occidente a Kiev, que busca desde 2014 su ingreso en la OTAN y en la UE representa, a ojos del Kremlin, "la línea roja de la que hablé anteriormente. La han cruzado", enfatizó.

EEUU y otros países de la OTAN enviaron en las últimas semanas toneladas de armas al presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, en medio de la escalada del conflicto con Donetsk y Lugansk. Washington cuenta en la actualidad con misiles desplegados en la localidad polaca de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado, y en el poblado rumano de Deveselu, a unos 600 kilómetros de la península de Crimea, ocupada y anexionada por Rusia hace ocho años.

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