Este artículo se publicó hace 10 años.
El Gobierno tailandés impone el estado de excepción en Bangkok
Estará vigente durante dos meses para intentar contener el aumento de las protestas antigubernamentales
El Gobierno de Tailandia ha impuesto este martes el estado de excepción en Bangkok para contener el aumento de la violencia relacionada con las manifestaciones antigubernamentales, a dos semanas de las elecciones generales.
La medida entrará en vigor a partir de la medianoche, afectará también a las zonas adyacentes a la capital y estará vigente durante 60 días, según el grupo de comunicación estatal MCOT. El estado de excepción permite a las fuerzas de seguridad detener a sospechosos sin necesidad de presentar cargos, decretar el toque de queda, disolver reuniones públicas de más de cinco personas y censurar a los medios de información.
Al menos nueve personas han muerto y más de 500 han resultado heridas desde que las protestas empezaron a ocupar ministerios en noviembre pasado. La violencia ha ido en aumento desde que los manifestantes comenzaran, el día 13 de enero, el bloqueo y ocupación de más de una decena de importantes avenidas de la capital con varios ataques con granada que han causado un muerto y 63 heridos.
Las autoridades locales han iniciado un dispositivo de búsqueda y captura contra un hombre de mediana edad que en la tarde del domingo arrojó dos explosivos en la zona de manifestaciones en el Monumento a la Victoria, en el centro de Bangkok, y causó 28 heridos. El ex primer ministro de Tailandia Thaksin Shinawatra, prófugo de la justicia tailandesa y hermano de la actual jefa del Ejecutivo tailandés, Yingluck Shinawatra, ofreció una recompensa de 10 millones de bat (casi 225.000 euros y más de 300.000 dólares) para quien capture a este sospechoso.
El viernes pasado, un individuo lanzó una granada contra otra marcha de manifestantes en Bangkok que causó un muerto y 35 heridos. Aparte de estos dos ataques que se perpetraron durante el día, la mayoría de los incidentes ocurridos desde que comenzó la campaña para paralizar Bangkok se produjeron durante la noche. Esta madrugada la policía detuvo a una mujer por estar involucrada en un tiroteo contra los manifestantes en las cercanías del Monumento de la Victoria, que no ocasionó víctimas.
Un portavoz del Ejército alertó que han detectado movimiento de armas y material explosivo hacia la capital que puede contribuir a una escalada de violencia, según el diario Bangkok Post. Por su parte, uno de los líderes del movimiento de los camisas rojas, simpatizantes de Thaksin, rechazó que sus militantes hayan tenido algo que ver en los recientes ataques y apuntó que estos forman parte de una conspiración para justificar un golpe de Estado militar.
Por segundo día consecutivo, el líder de las protestas, Suthep Thaugsuban, encabezó hoy una marcha que partió del parque Lumpini y discurrió por las calles del centro financiero de Bangkok. Suthep, quien abandonó su escaño parlamentario y el Partido Demócrata para embarcarse en esta "cruzada", exige la dimisión del Gobierno interino de Yingluck y aplazar las elecciones legislativas del 2 de febrero hasta que se haya reformado el sistema político y acabado con la corrupción.
Las reformas las llevaría a cabo un consejo popular no electo de 400 miembros en los próximos 12 a 15 meses. Yingluck ha rechazado desde el primer día utilizar la fuerza con las protestas y ha apostado por las elecciones anticipadas. Desde 2006, Tailandia vive una profunda crisis política que cada uno o dos años desemboca en manifestaciones de partidarios o detractores de Thaksin que han causado decenas de muertos e importantes pérdidas económicas.
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