Este artículo se publicó hace 13 años.
Fukushima 'contamina' las sedes del PSOE y el PP
Seis activistas de Greenpeace, detenidos tras escalar el edificio de la calle Génova
Con el objetivo de reclamar "un giro de 180 grados" en la política nuclear del PP y del PSOE, activistas de Green-peace que portaban pancartas con los lemas "No más Fuku-shima" o "Nucleares, cierre ya", escalaron en la mañana de este jueves las sedes nacionales de ambos partidos en Madrid.
Al advertir la presencia de los activistas, el personal de seguridad de la sede del PP avisó a la Policía y lo que, según los ecologistas, estaba planeado como una "protesta pacífica" se tornó en un pequeño rifirrafe con los cuerpos de seguridad.
La ONG reclama un giro de la política nuclear del PP y del PSOE
Al final, seis de los 12 escaladores fueron detenidos y trasladados a las dependencias de la Brigada de Información Policial de Moratalaz acusados de los delitos de desobediencia a la autoridad y desorden público. Horas después y tras prestar declaración fueron puestos en libertad, según confirmó Sara Pizzinato, portavoz de la campaña antinuclear de Greenpeace.
El juez tendrá que decidir ahora si archiva el caso o continúa con la instrucción para llegar a juicio. Tras el incidente, fuentes del PP calificaron de "lógica" la respuesta del personal de seguridad de la sede conservadora. "Es como si alguien se cuela en tu casa, eso se llama allanamiento de morada", sostuvieron.
No obstante, los conservadores se mostraron dispuestos a reunirse con los miembros de Greenpeace para "escuchar sus propuestas". Ya hay concertado un encuentro para el próximo 30 de marzo con los portavoces de Medio Ambiente, Carlos Floriano y María Teresa de Lara, y en el que también estará el exministro de Agricultura Miguel Arias Cañete.
El juez decidirá ahora si los seis detenidos son llevados a juicio
Aunque Greenpeace acudirá a ese encuentro, sus activistas subrayan que el objetivo de la protesta de este jueves no era pedir una reunión sino "solicitar un cambio en la política energética" del partido.
Cambio de logoDe forma simultánea, en la sede del PSOE, situada en la madrileña calle de Ferraz, los activistas lograron cambiar el tradicional logo de la rosa socialista por otro que hacía alusión al apoyo de la formación a la energía nuclear. Tras la protesta, tres representantes de Greenpeace mantuvieron una reunión con Álvaro Abril, coordinador de la Secretaría de Medio Ambiente. En un posterior comunicado, los socialistas manifestaron "entender" la acción de los ecologistas y afirmaron que la reunión con los representantes de la ONG se había desarrollado "dentro de la cordialidad".
Los activistas lograron reunirse con representantes socialistas
Además, subrayaron que aunque la "posición [del partido] no ha cambiado" tras los sucesos de la central japonesa de Fukushima, el PSOE sí es partidario de abrir "vías de interlocución mucho más fluidas entre las organizaciones ecologistas y el Gobierno". En la reunión, el responsable de la campaña de energía de Greenpeace, Carlos Bravo, afirmó que España es vulnerable a una emergencia nuclear como la de Japón.
Entre las exigencias que los ecologistas hacen a ambos partidos está una postura responsable en energía, el cierre de las plantas de Garoña y Cofrentes, la elaboración de un plan de cierre progresivo de las centrales en España, la cancelación del almacén nuclear centralizado o una revisión de los actuales objetivos de energías renovables para 2020.
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