Las autoridades continúan investigando el naufragio en Sicilia del Bayesian, un lujoso yate en el que murieron siete personas, entre ellas el magnate británico Mike Lynch y su hija, Hannah Linch. El fiscal Ambrogio Cartosio no descarta ninguna hipótesis detrás de la tragedia y ve "fundamental" recuperar el velero del mar para esclarecer los hechos. La fiscalía, de momento, ha podido confirmar que cinco de los cadáveres estaban en un camarote que no era el suyo, por lo que cabe suponer que pudieron haber tratado de salvarse. 

El Bayesian se hundió este lunes por la noche en la costa del pueblo siciliano de Porticello, en medio de una fuerte tempestad. En el naufragio murieron siete de sus 22 ocupantes. La búsqueda de los equipos de rescate concluyó con el hallazgo de los cadáveres dentro del barco, en las estancias del lado izquierdo, probablemente porque, al hundirse de popa, fue la última parte con oxígeno, según ilustró este sábado el comandante de los bomberos, Bentivoglio Fiandra.

El fiscal adjunto Raffaele Cammarano aseguró en la misma rueda de prensa que es probable que los pasajeros estuvieran dormidos. Asimismo, explicó que uno de los principales puntos de la investigación es determinar si fueron alertados por alguien de la tormenta. 

"El desarrollo serio de la investigación se basa fundamentalmente en la recuperación del velero. Si no lo recuperamos y lo examinamos, difícilmente podremos configurar eventuales responsabilidades sobre lo ocurrido", sostuvo Ambrogio Cartosio.

El fiscal también aseguró que no se había identificado a ningún sospechoso y subrayó que su equipo evaluará todos los posibles elementos de responsabilidad. 

En total, 15 personas fueron salvadas del agua, entre ellas la esposa de Lynch, Angela Bacares, y el propio capitán, el neozelandés James Catfield. La fiscalía recordó que los miembros de la tripulación no están obligados a permanecer en Sicilia, pero les pidió no abandonar la isla, reconociendo que hasta la fecha habían sido "muy colaboradores".