La guerra en Ucrania ha llegado a su día número 69 con el foco puesto en los primeros civiles que han podido escapar de la acería Azovstal de Mariúpol. La primera parte de la operación para evacuar a civiles de las instalaciones concluyó con éxito con la salida de la planta de 101 personas. Aunque la operación comenzó oficialmente el viernes, no fue hasta este martes por la tarde cuando los evacuados salieron de la ciudad sitiada por las tropas rusas. 

De hecho, de las personas rescatadas, 69 optaron por desplazarse hasta Zaporiyia y el resto decidieron quedarse en la asediada Mariúpol, una ciudad de la que Naciones Unidas logró unir a su convoy a otras 58 personas. Los refugiados que han llegado a Zaporiyia han hecho un viaje de algo más de 200 kilómetros que ha durado dos días por los puntos de control y el paso por territorios de combate.

Han permanecido dos meses escondidos en la acería de Azovstal, junto a soldados y combatientes del batallón de Azov, sin apenas ver la luz del Sol. Este domingo consiguieron abandonar su escondite gracias a una de las operaciones más complejas de la guerra auspiciada por Naciones Unidas y la Cruz Roja, con la que se logró la salida de 137 personas en total de la zona de Mariúpol, de donde llegan relatos terroríficos de devastación. Técnicos municipales, médicos y organizaciones humanitarias se han coordinado en Zaporiyia para recibir al convoy de los primeros evacuados, alrededor de un centenar.

Es una de las operaciones más delicadas de lo que va de guerra para cuyo éxito ha sido imprescindible el acuerdo entre Rusia y Ucrania con la mediación de Naciones Unidas, cuyo secretario general, António Guterres, visitó la pasada semana ambos países. En el convoy que ha llegado a Zaporiyia venían los primeros civiles que lograron salir de la acería, pero también refugiados de la ciudad y otros municipios del Donbás. Según el alcalde de Mariúpol, Vadim Boichenko, aún hay 200 personas atrapadas en la planta metalúrgica.

"Estamos preocupados porque hay más civiles que siguen allí. Esta operación muestra que es posible entrar allí y entrar con seguridad, y mi esperanza es que podamos entrar lo más pronto posible", agregó una portavoz de Naciones Unidas, que mostró también su preocupación porque se escuchó fuego cruzado en la fábrica.

Kiev asegura que ha conseguido detener la ofensiva

En el frente de batalla, Kiev asegura que los soldados que defienden el sur del país han conseguido detener la ofensiva rusa que intenta ocupar toda la región administrativa de Jersón, en dirección a Mykolaiv. "El enemigo, fortificado en posiciones defensivas, no realizó ninguna acción activa en las regiones de Jersón y Mykolaiv (en el sur del país, donde controla amplías áreas) durante las últimas 24 horas", ha asegurado el comando ucraniano posicionado en la zona.

"Sin embargo, Mykolaiv y sus alrededores han sido atacados por múltiples lanzacohetes. El enemigo disparó una vez más contra las instalaciones industriales. Afortunadamente, no se han reportado víctimas", han agregado.

En tanto, las agencias rusas de noticias estatales han informado de que se han producido varias explosiones en las últimas horas en la ciudad rusa de  Belgorod. Moscú ha denunciado en varias ocasiones ataques por parte del Ejército ucraniano contra la localidad, situada cerca de la frontera y uno de los principales puntos para el suministro de armas y tropas.

Desde Washington, el Departamento de Estado de EEUU cree que Rusia tiene planes para celebrar un referéndum de autonomía para la creación de una República Popular de Jersón, así como la anexión de las regiones de Donetsk y Lugansk, para mediados de este mes de mayo. "Esto sale directamente del libro de jugadas del Kremlin", ha dicho el embajador de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Michael Carpenter, según informa The New York Times.

Carpenter ha insistido en la necesidad de frenar las "intenciones criminales" del Kremlin y destacado que Estados Unidos y sus socios continúen brindando apoyo militar a Ucrania mientras siguen aplicándose sanciones para aislar a Rusia.

Sobre ello, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, se ha mostrado optimista sobre la aprobación del sexto paquete de sanciones a Rusia. Las medidas incluyen a más bancos rusos fuera del sistema SWIFT y afectarán a las importaciones de petróleo ruso.

En una reunión extraordinaria de ministros de Energía, los gobiernos de Alemania y de Austria, hasta ahora reacios, expresaron su disponibilidad a adoptar un nuevo de paquete de sanciones que incluya el crudo procedente de Moscú. Tras ello, Hungría se queda como único país que todavía lo rechaza.