Este artículo se publicó hace 16 años.
"España y EEUU comparten una visión sobre Cuba"
El Departamento de Estado resta gravedad a las diferencias entre gobiernos
Pese a sus políticas contrapuestas, Estados Unidos y España pueden trabajar juntos sobre Cuba. Tom Shannon, el secretario de Estado adjunto para América Latina, explica a Público que las discrepancias que existen no impiden en absoluto que los dos Gobiernos puedan colaborar. "Creo que Estados Unidos y España comparten una misma visión para el futuro de Cuba, aunque haya diferencias en términos de cómo llegar a esa visión", afirma el diplomático norteamericano pocas horas después de la elección de Raúl Castro como sucesor de su hermano Fidel.
Dicho en otras palabras, la meta es la misma para ambos países: Cuba debe convertirse en una democracia. En cambio, sí existen serias discrepancias sobre cómo conseguirlo. Estados Unidos opta por aislar a Cuba con un embargo aplicado desde 1962. España, por su parte, aboga por un "diálogo constructivo" con las autoridades de la isla y se declara dispuesta a reunirse con cualquiera de sus dirigentes.
Aún así, Shannon se declara convencido de que España y Estados Unidos disponen de cierto margen para cooperar. Desde su punto de vista, "en este momento hay puntos de convergencia en términos del futuro que nosotros queremos para Cuba".
El deseo de ambos países es ser complementarios, como explica una fuente diplomática española. "España y Estados Unidos quieren que Cuba sea mañana un régimen democrático, donde se respeten los derechos humanos, y se lo van a decir a Cuba por las dos vías, una más estricta y otra más dialogante", afirma esta fuente. "Habrá un momento en que será necesaria presión como quiere Estados Unidos y habrá muchos momentos en que será necesario el diálogo", subraya.
Promover el cambio
En el tono moderado que lo caracteriza, Shannon ha enviado al Gobierno de Zapatero el mismo mensaje que a los otros aliados de Estados Unidos, en momentos en que Cuba vive "un momento significativo" después "del primer cambio" de presidente en casi medio siglo.
"Cualquier país que tenga relaciones diplomáticas con Cuba debe usarlas para promover el cambio dentro de Cuba", explica. Concretamente, el diplomático norteamericano ha pedido a España que exija a Raúl Castro la liberación de los presos políticos y abra un proceso "hacia elecciones" democráticas.
Shannon también llama a los aliados de Estados Unidos a que ayuden a "la sociedad civil cubana" para que pueda implicarse en la vida democrática en la isla.
Desde que Fidel Castro delegó el poder en su hermano hace 19 meses, Estados Unidos no ha dejado de solicitar a la comunidad internacional que exija "una transición democrática" en el país caribeño. A excepción de algunos países del Este, ninguno de sus aliados se ha sumado a ese llamamiento, y aún menos España.
De todos modos, Shannon deja bien claro que su país no está dispuesto ni a cambiar su política ni a levantar o flexibilizar el embargo, mientras Cuba no dé pasos decisivos hacia la democracia. Al mismo tiempo, el diplomático deja la puerta abierta al nuevo Gobierno cubano, al asegurar que su país podría "responder de una manera positiva a cambios sustanciales en Cuba".
La moderación de Shannon contrasta con las declaraciones de los partidarios de la línea dura contra Cuba en Estados Unidos. El diplomático evita las palabras "dictador" o "tirano", a menudo utilizadas por el exilio de Miami para definir a los Castro. "Esto no es nada más que una continuación del miedo, represión, injusticia y terror de los pasados 30 años", afirmó, por ejemplo, la congresista de Florida Ileana Ros-Lehtinen, al comentar la llegada de Raúl Castro al poder.
El choque con Rice
El tono de Shannon también difiere del utilizado en junio pasado por su propia jefa, Condoleezza Rice, unos días antes de su primera visita a Madrid. La secretaria de Estado había echado entonces un jarro de agua fría sobre los esfuerzos de España por normalizar las relaciones con Washington, tras el malestar del Gobierno del presidente Bush con Zapatero por la retirada de las tropas de Irak.
"En muchos asuntos estamos de acuerdo, pero uno en el cual no lo estamos, es Cuba", declaró Rice, dejando patente su disconformidad con la visita a la isla que acababa de efectuar el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. El ministro no se reunió entonces con la disidencia.
Con la enfermedad de Fidel Castro, Cuba se convirtió en la primera prueba de fuego para la voluntad de Moratinos y Rice de mejorar la relación bilateral mediante una mayor cooperación en América Latina. Ambos habían subrayado los "objetivos complementarios" de sus países en dicha región, en una reunión en junio de 2006 en el Departamento de Estado.
Desde que asumió su cargo en octubre de 2005, Shannon ha efectuado varias visitas fuera del territorio americano que le corresponde para estrechar lazos con países influyentes en la región, como España.
En sus declaraciones a este periódico, no descarta volver pronto a Madrid: "Siempre me gusta ir a España", asegura.
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