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ENTREVISTA AL EXPRESIDENTE DE HONDURAS Manuel Zelaya: "El resurgimiento de la ultraderecha en España es puro fascismo"

El exmandatario hondureño, derrocado por un golpe de estado en 2009, impulsa la creación de una Internacional Antimperialista que también apoya el expresidente boliviano Evo Morales. "El fracaso del modelo neoliberal está fortaleciendo a la izquierda en América Latina", sostiene.

Manuel Zelaya
El expresidente hondureño Manuel Zelaya en una imagen de archivo. Orlando Sierra / AFP

En los planes de José Manuel Zelaya no está volver a ser presidente de Honduras. Su plan no es volver a ser mandatario, sino conseguir que ese país de Centroamérica retome la senda de cambios que él quiso aplicar tras ganar las elecciones de noviembre de 2005. Quiso, pero no pudo: cuando llevaba algo más de tres años al frente del Ejecutivo, fue expulsado mediante un golpe de estado que este político de izquierdas atribuye directamente a Estados Unidos. Y lo atribuye, precisamente, porque dice que ser un presidente de izquierdas y antimperialista no gusta ni un pelo a Washington.

2021 será el año de la tercera revancha para Zelaya. Tras el golpe de 2009 hubo dos elecciones generales, y en las dos denunció que las candidaturas por él respaldadas fueron víctimas de sendos fraudes electorales. La tercera, dice en una conversación telefónica con Público, será la vencida. De forma paralela, tiene otro plan de dimensiones globales: junto al expresidente boliviano Evo Morales, la histórica representante del FMLN salvadoreño Norma Guevara, la excandidata colombiana Piedad Córdoba o el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Zelaya impulsa ahora la creación de la Internacional Antimperialista de los Pueblos.

¿Por qué ha impulsado esta Internacional?

En primer lugar, porque creemos que hay una nueva agresión a nivel de todos los continentes debido a la acumulación de poder y capital de las grandes potencias, específicamente de Estados Unidos. Ante esa situación, se necesitan respuestas colectivas, respuestas que nos unifiquen frente a las demandas de diferentes pueblos que están siendo agredidos de forma hegemónica. El imperialismo no es más que el supremacismo del poder en el mundo, un supremacismo militar y económico.

¿Quiénes forman parte de esta iniciativa?

Se trata de una liga conformada por diferentes personalidades, entre las que se encuentran expresidentes de América Latina y diferentes líderes de países que tienen posiciones antimperialistas. Una de las premisas es que aquí entrarán organizaciones y amigos de izquierda de diferentes partes del mundo. La primera parte del listado se dio a conocer en México, pero ahora se están agregando muchas personas.

¿La Internacional Antimperialista de los Pueblos podría tener algún aliado concreto en España?

Estamos teniendo contactos con varios sectores españoles que, lógicamente, no aceptan las prácticas imperialistas. Calculamos que después de marzo habrá un acto en algún país europeo o asiático en el que plantearemos la agenda de 2021.

Usted fue expulsado del Gobierno por un golpe de estado hace casi 12 años. ¿Cuál es la realidad política de Honduras a día de hoy?

Honduras ha sido utilizada como un portaviones americano para las acciones que ellos ejecutan. No en vano, tenemos un tratado militar que les permite usar todos los aeropuertos del país. Ante esa influencia, puse unos parámetros que a ellos no les gustaron: me asocié a Petrocaribe, al ALBA (Alianza Bolivariana para América)… y Estados Unidos no lo aceptó. Esa es una de las causas de mi expulsión violenta del poder. De hecho, el golpe de estado nació precisamente de mis relaciones para traer aquí a Lula, Chávez o Evo Morales. Eso EEUU lo consideró como una desobediencia, porque está acostumbrado a que los presidentes de países de Caribe y Sudamérica son sumisos a las políticas del dólar. Ahora aquí circulan el narcotráfico, la corrupción… han montado una dictadura cívico-militar muy grosera. La deuda externa se ha quintuplicado, y honduras está hipotecada para el próximo siglo. Las condiciones de miseria e inseguridad son cada día más difíciles.

En ese marco, este año habrá elecciones en Honduras.

Después del golpe de estado hemos tenido dos elecciones que ha ganado el partido que se fundó después del golpe. Ha venido Estados Unidos a avalar fraudes electorales monstruosos. Cuando se celebraron las últimas elecciones (2017) hicieron 5.000 nuevas actas y nos robaron, cuando las habíamos ganado abiertamente. Lo hicieron además apoyados por la Unión Europea, que vergonzosamente se une a Estados Unidos para mantener a estos países como colonias sujetas a sus decisiones políticas y económicas.

Zelaya
Manuel Zelaya, expresidente de Honduras. Orlando Sierra / AFP

¿Sueña con volver a ser presidente?

La vez pasada duré tres años, todos los días en la cuerda floja porque contradecía las instrucciones de los halcones de Washington. Si volviera a ser presidente, duraría unas tres horas. No creo que sea una opción para luchar por este país, porque hay un sesgo muy fuerte. Mi misión es organizar un partido político que asuma el poder del país pacíficamente. Hemos participado en dos elecciones y las hemos ganado, pero no nos han dejado asumir el poder. La tercera va a ser la vencida.

El fracaso del neoliberalismo

¿Cómo está la izquierda a día de hoy en América Latina?

La izquierda está fortalecida precisamente por los abusos del neoliberalismo y del capitalismo global. Estados Unidos en los últimos años se ha vuelto un país con un supremacismo racista que agrede a inmigrantes, mientras que las amenazas de agresiones militares contra Venezuela o Cuba han sido aún más descaradas. Eso ha fortalecido el fracaso del modelo neoliberal en Chile, Argentina, Bolivia, Brasil… ese fracaso está fortaleciendo los procesos de izquierda, que son procesos en búsqueda de la justicia. Hay que destacar además que las izquierdas están fortalecidas no solo aquí, sino también en muchos continentes.

El domingo hay elecciones en Ecuador, sin Rafael Correa como candidato. ¿Qué expectativas hay?

Rafael Correa está sometido a una persecución por este gobierno de Lenín Moreno. Ha sido excluido de todo el proceso, pero está presente en el corazón del pueblo ecuatoriano. La gente que está del lado del proceso ciudadano impulsado por Correa tiene muchas expectativas de ganar estas elecciones.

¿Resulta esperanzador el retorno del MAS al Gobierno de Bolivia?

El pueblo boliviano mayoritariamente votó por el socialismo de Evo Morales y eligió un presidente que está comprometido con el desarrollo y la justicia. Creo que en el caso de Bolivia ahí lecciones muy importantes para aprender por parte de América Latina.

¿Mantiene contactos con el Gobierno de Nicolás Maduro?

Sí. Al igual que con muchos sectores políticos de América Latina, siempre mantenemos buenas relaciones.

¿Es mejor Biden que Trump?

Hay que esperar que actúe. Es fácil ser mejor que Trump, pero todavía no ha empezado. No tengo ningún sesgo, pero tampoco ninguna expectativa: un presidente de EEUU es simplemente un miembro prominente de un sistema imperial. Hasta el momento ningún presidente de EEUU se ha enfrentado a ese sistema.

"Combatir a la ultraderecha"

¿Le gusta el actual gobierno de España?

Por lo menos es mejor que el que estaba. España tiene una crisis política, porque no se define entre ser parte de la comunidad internacional que dirigen el Departamento de Estado de EEUU y la Unión Europea o volver a convertirse en un país que tome sus propias decisiones. Conociendo la historia reciente de España, también creo que no se ha vuelto a recuperar el tiempo originario del PSOE.

¿Está al tanto del crecimiento del ultraderechista Vox en España?

Honestamente, con un sistema capitalista quien gobierna es la derecha, no le quepa la menor duda. España es un país en el círculo capitalista, y ahí lógicamente los poderes están determinados por las decisiones económicas. Ahora bien, este resurgimiento de ultraderecha es fascismo puro. En varios países han surgido esas tendencias viscerales, algo así como el retorno de Atila. Sin negarles el derecho a que opinen, lógicamente no es ninguna solución ir a un proceso radical de derecha cada día más fascista y comprometido con la hegemonía del capital. Hay que reconocerlos (a los ultraderechistas) y combatirlos dialécticamente y públicamente. No hay que tenerles miedo: no tienen ningún futuro.

Usted ganó las elecciones, se convirtió en presidente y acabó expulsado por un golpe de estado. Teniendo en cuenta ese antecedente, ¿eso significa que ganar en las urnas y llegar al Gobierno no garantiza necesariamente que se vayan a desarrollar una serie de cambios sociales?

Bajo un modelo capitalista de democracia liberal, el Estado está fundado para defender los intereses de los ricachones. Por lo tanto, el Estado fundado en esas condiciones se convierte en enemigo del pueblo. Usted puede encontrar ahí en España gente pobre debajo de los puentes, pero no encontrará ninguna ley que determine quiénes son los responsables de esa situación. Sin embargo, vaya usted a tocar el vidrio de un hotel o a manchar una pared: ahí surge todo el aparato represivo del Estado, sistema judicial, militares, policías… toda una maquinaria para defender al capital y la propiedad privada, pero no a la gente. Todos estos Estados liberales se han convertido en defensores del capital y en detractores del humanismo, que es lo que nosotros pregonamos. Precisamente por eso se está conformando esta Liga Antimperialista de los Pueblos.

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