La ofensiva del Ejército sirio que comenzó el sábado contra algunos barrios suníes de la ciudad portuaria de Latakia, donde las protestas han sido intensas en los últimos días, se intensificó con un asedio militar contra el campo de refugiados palestinos de Al Raml que provocó, según denunció la ONU, la huida de entre 5.000 y 10.000 personas.

'No sabemos adónde ha ido a parar esta gente y se trata de una situación muy preocupante. Tenemos confirmadas un par de muertes y casi 20 heridos en el campo', declaró a Reuters Christopher Gunnes, portavoz de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.

Abed Rabo, secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina, denunció a Efe la operación militar del régimen de Bashar al Asad. El dirigente palestino aseguró que el Ejército 'apenas ha dado una hora' a los habitantes del campamento de refugiados para que 'dejen sus casas' y abandonen la zona. 'Eso significa miles de personas, de familias, en las calles, sin techo', subrayó Rabo.

El Gobierno sirio no hizo mención a su operación en el campo de refugiados palestinos. Sin embargo, sí negó rotundamente las informaciones que se originaron en vecinos de Latakia, y que reprodujeron activistas sirios en el extranjero, en el sentido de que los navíos de la Armada siria estuvieran bombardeando la ciudad.

El Gobierno sirio no hizo mención a su operación

Pero algunos testigos volvieron a contar a los activistas que los bombardeos fueron bastante intensos, especialmente en el área de Al Raml. Los activistas insistieron en que al menos tres navíos de guerra reanudaron por la mañana el bombardeo contra la ciudad.

Latakia, que cuenta con más de 600.000 habitantes, ha visto numerosas manifestaciones de protesta desde que se iniciaron los disturbios a mediados de marzo. En Latakia también vive una importante comunidad alauí, que es la minoría a la que pertenece el presidente Bashar al Asad.