Este artículo se publicó hace 3 años.
El conflicto entre Argelia y Marruecos puede estallar en un choque armado
Un nuevo incidente, esta vez en el sur del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, ha causado la muerte de tres civiles. Argelia, que no reconoce la ocupación marroquí y apoya al Frente Polisario, ha denunciado una operación militar "sofisticada" que asegura que no quedará impune.
Eugenio García Gascón
Segovia--Actualizado a
La tensión entre Argelia y Marruecos experimentó el miércoles una fuerte escalada cuando la presidencia argelina anunció la muerte de tres civiles en un bombardeo marroquí cerca de la frontera entre Mauritania y el Sáhara Occidental. Argel dijo que tomará represalias por ese acto hostil.
La agencia de noticias oficial argelina dijo: "El primero de noviembre (…) tres ciudadanos argelinos fueron asesinados cobardemente en un bárbaro bombardeo de sus camiones mientras viajaban entre Nuakchot (la capital de Mauritania) y Ouargla".
Ouargla es una ciudad del desierto argelino importante a causa del petróleo, y el incidente se habría producido en el sur del Sáhara Occidental, la antigua colonia española, —entre la localidad de Ain Ben Tili, en el extremo norte de Mauritania, y Bir Lalhlou, en el sur del Sáhara Occidental— causado "por las fuerzas de ocupación marroquíes, que usaron armas sofisticadas".
Marruecos dice que no está detrás de la muerte de los tres civiles argelinos
La agencia agregó que las tres víctimas estaban transportando mercancías en el marco de transacciones comerciales y que los fallecidos son víctimas del "terrorismo de estado" de Marruecos. "Estos asesinatos no quedarán impunes", recalcó la agencia argelina sin precisar la localización exacta del incidente.
Esta noche, el periódico Al Quds al Arabi, que se publica en Londres y mantiene una excelente relación con Marruecos, citó a una "fuente anónima" de este país rechazando las "libres acusaciones" de Argelia y afirmando que Marruecos no está detrás del incidente comentado y "no se dejará arrastrar a una guerra". Bien entrada la noche del miércoles, no había habido ninguna respuesta oficial de Rabat.
La "fuente anónima" añadió que "Marruecos no ha atacado ni atacará a ningún ciudadano argelino, con independencia de las circunstancias, provocaciones y amenazas". Sin embargo, solo la semana pasada Argelia ya dio cuenta de la muerte de varios de sus ciudadanos en una zona fronteriza con Marruecos y manifestó que ese incidente tampoco quedaría impune.
Las relaciones entre Argelia (45 millones de habitantes) y Marruecos (37 millones) han sido tensas desde que este país ocupó militar y civilmente el Sáhara Occidental cuando se retiró España en 1975, y en los últimos meses se han agravado. Rabat y Argel han incrementado su capacidad militar durante años y solo en las últimas semanas los ejércitos de ambos países han realizado maniobras militares. Las de Marruecos han contado con la participación de EEUU.
Todo indica que la carrera armamentista va a continuar, una situación que perjudica considerablemente a España, que, como Argelia, no reconoce la ocupación del Sáhara Occidental. Pero mientras España busca mantener una posición diplomáticamente discreta, Argelia apoya abiertamente al Frente Polisario, incluso en el área militar.
Argelia dispone de varios submarinos modernos que no posee Marruecos y que le dan superioridad en el mar. En sus más recientes maniobras, hace unas semanas, los submarinos operaron en aguas propias pero cercanas a Marruecos. Los medios argelinos informaron entonces de que dos submarinos israelíes fueron descubiertos en la zona de las maniobras, presuntamente realizando tareas de espionaje, y fueron expulsados.
El Sáhara Occidental es el principal problema, y Marruecos parece decidida a mantener allí la soberanía al coste que sea
En 2020, bajo la presidencia de Donald Trump, Marruecos normalizó las relaciones con Israel a cambio de que EEUU e Israel reconocieran la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Desde entonces, Rabat se ha envalentonado y ha creado crisis políticas con varios países como Alemania, Rusia y España, siempre en relación con la actitud de estos países con el Sáhara Occidental, y siempre confiando en el respaldo tácito o vocal de EEUU e Israel.
El Sáhara Occidental es el principal problema de la región, y Marruecos parece decidida a mantener allí la soberanía al coste que sea, de manera que a pesar de sus palabras tranquilizadoras, no se puede descartar que aproveche el respaldo de EEUU e Israel para embarcarse en una aventura militar. Los dos países se acusan continuamente de provocar al otro y existe el riesgo de que alguna de esas provocaciones, que hasta ahora pueden calificarse de limitadas, desencadene un conflicto de mayores proporciones.
Este escenario es posible sobre todo debido a la desastrosa política de Washington con respecto a Oriente Próximo, desde el Sáhara Occidental a Irán. La administración del presidente Joe Biden y del secretario de Estado Antony Blinken no puede ser más adversa a los intereses de Occidente y sobre todo de los pueblos de la región, con una aparente parálisis que en nada contribuye a la justicia y que pronto o tarde acabará en conflictos más sangrientos.
En el caso concreto que nos ocupa, España sin duda saldría perjudicada de muchas maneras por una guerra entre Argelia y Marruecos, por ejemplo cortándose el suministro de gas argelino, aunque los mayores perjuicios estratégicos se derivan de una desenfrenada carrera armamentista del otro lado del estrecho que ya está en marcha.
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