Este artículo se publicó hace 2 años.
Las claves del conflicto entre Kosovo y Serbia, paso a paso
La creciente tensión entre los dos países tiene sus orígenes varios años atrás. La reciente normativa kosovar para prohibir la documentación serbia en el territorio ha avivado una llama que nunca se ha terminado de apagar.
Madrid-Actualizado a
Las tensiones entre Kosovo y Serbia se han intensificado en los últimos días debido a la medida kosovar de prohibir la documentación serbia en su territorio. Tras la presión internacional, esta medida fue aplazada y el clima pudo estabilizarse. Aún así, las discrepancias entre ambos territorios son constantes y para comprenderlas hay que remontarse varios años atrás.
El conflicto bélico
A pesar de que el origen de Kosovo es anterior, el primer momento en el que fue reconocido como una provincia autónoma de Serbia fue en 1974 en la Yugoslavia de Tito. Con todo, no obtuvo el estatuto de república que sí tuvieron países que hoy son independientes como Bosnia, Croacia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Eslovenia.
En 1989 Serbia anuló este reconocimiento de autonomía, lo que desencadenó una fuerte represión política contra los albanokosovares. Esta situación llevó a una guerra que tuvo lugar entre 1998 y 1999, que terminó con el bombardeo de la OTAN a Serbia y con Kosovo bajo la tutela de las Naciones Unidas. Finalmente, en 2008, Kosovo declaró unilateralmente una independencia que no es reconocida por todos los países, entre ellos, España.
El conflicto de la documentación serbia
El pasado 1 de agosto entraba en vigor la prohibición del uso de documentación y matrículas serbias en territorio kosovar. Esto provocó una escalada de tensión que llevó al bloqueo de los pasos fronterizos entre los dos territorios. Como forma de protesta, los serbios que viven en Kosovo colocaron barricadas en las fronteras de ambos países.
La tensión por esta medida se generó desde que en 2021 el Gobierno kosovar instaurase la obligación de que los conductores serbios usasen una matrícula provisional de 60 días cada vez que accedieran a Kosovo. Las relaciones entre ambos países nunca han sido buenas y las negociaciones iniciadas en 2011 han sido infructuosas.
Kosovo y la OTAN
Kosovo estuvo bajo tutela internacional desde 1999, tras el bombardeo a Serbia. Pocos días después ingresó en el país la Fuerza Internacional de Seguridad para Kosovo (KFOR) de la OTAN. Tras el último incidente, la KFOR advirtió de que estaba dispuesta a intervenir si se ponía en peligro la estabilidad en el norte de Kosovo.
Tras admitir que "la seguridad en el norte de Kosovo es tensa", KFOR señaló que tomaría "todas las medidas necesarias para mantener un entorno seguro en Kosovo en todo momento, de acuerdo con su mandato de las Naciones Unidas", emanado de la resolución 1244 de 1999.
Kosovo y España
España no reconoce la independencia declarada por Kosovo en 2008. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, animó al diálogo entre ambos territorios, pero ha reiterado la negativa de España a reconocer la independencia de Kosovo. Sánchez se remitió a que "una declaración unilateral de independencia, como se dio, (...) viola el Derecho Internacional".
La intervención internacional ha rebajado las tensiones
Tras la noche crítica del pasado lunes, los ánimos se calmaron después de que EEUU y la Unión Europea interviniesen. Las presiones de las dos potencias rebajaron las tensiones y la medida de la documentación se ha aplazado hasta el 1 de septiembre.
La UE, por su parte, ha invitado a los dos territorios a Bruselas para compartir una mesa de diálogo, de cara a llegar a acuerdos y rebajar la tensión. Si bien Kosovo cuenta con el respaldo de la OTAN, Serbia cuenta con el de Rusia, algo que puede contribuir a la inestabilidad entre ambos bandos.
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