Este artículo se publicó hace 11 años.
Cameron pidió que se advirtiera a The Guardian sobre el material de Snowden
El jefe del Ejecutivo británico pidió al ministro del Gabinete que contactara con el diario para informar sobre las consecuencias de seguir con la publicación de documentos
El jefe del Ejecutivo británico, David Cameron, pidió a un funcionario que advirtiera a The Guardian sobre las consecuencias de seguir con la publicación de documentos del exagente de la CIA Edward Snowden, revelan este miércoles The Independent y Daily Mail.
El propio Cameron dio instrucciones al ministro del Gabinete, Jeremy Heywood, para que éste contactara con The Guardian y transmitiera las implicaciones de revelar más datos secretos de las operaciones de espionaje realizadas por EEUU y el Reino Unido, según fuentes gubernamentales contactadas por The Independent.
Estas revelaciones siguen a la controvertida detención el pasado domingo del brasileño David Miranda, el novio del periodista de The Guardian Glenn Greenwald que desveló las revelaciones de Snowden, asilado actualmente en Rusia, tras filtrar el espionaje masivo de EEUU.
Camero trató de limitar que transcendieran más revelaciones sobre las operaciones de inteligencia Miranda fue retenido, en virtud de la legislación antiterrorista británica, durante nueve horas cuando hacía escala en Londres, procedente de Berlín, de camino a Río de Janeiro, donde vive con Greenwald, y se le confiscó todo su material electrónico.
Según afirma The Independent, sus fuentes gubernamentales confirmaron que el papel de Cameron fue tratar de limitar que trascendieran más revelaciones sobre las operaciones de inteligencia de los Gobierno británico y estadounidense contenidas en la información que Snowden había recabado en la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
De acuerdo con los mismos representantes del Gobierno citados por el rotativo, habría sido "una total abdicación en sus responsabilidades" que el Ejecutivo no hablara con The Guardian.
Además, las conversaciones entre Downing Street y el rotativo contaron con la aprobación explícita de Cameron, del viceprimer ministro Nick Clegg y del titular de Exteriores, William Hague, según esto.
Tras esos contactos, el director de The Guardian, Alan Rusbridger, acordó lo que tildó de uno de los incidentes más extraños de la historia del diario, al permitir que expertos del centro de escuchas británico GCHQ supervisaran la destrucción, hace un mes, de ficheros con material confidencial entregado por Snowden.
El director de The Guardian tildó el suceso como uno de los incidentes más extraños de la historia del diario
"Teníamos claro que no íbamos a devolver ese material al Gobierno británico así que lo destruimos nosotros bajo asesoramiento de un par de expertos de inteligencia del GCHQ, que nos decían qué partes de los discos duros destruir, y cómo", relató Rusbidger, que dijo que la alternativa era tener que enfrentarse a una demanda legal.
Rusbridger, que previamente copió el contenido de los discos, dijo que sus contactos con el Ejecutivo sobre este caso se dieron con un "funcionario del Gobierno de muy alto rango que representa el punto de vista del primer ministro", si bien no desveló su identidad.
El arresto de Miranda provocó un problema diplomático con Brasil, críticas de asociaciones de periodistas, organizaciones civiles y la petición del Partido Laborista para que se revise la ley.
Scotland Yard ha defendido la aplicación de esa legislación y la ministra de Interior, Theresa May, admitió que conocía que se iba a detener en un aeropuerto de Londres a Miranda, aunque señaló que no participó en una decisión policial.
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