Este artículo se publicó hace 2 años.
Bruselas reconoce que el plazo para aplicar el tope al gas es "extremadamente largo"
Las posturas oscilan entre aquellos países que "apoyan la lógica del mecanismo" y aquellos que tienen una "excepcional preocupación sobre los riesgos para la estabilidad financiera", según la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, sugirió este martes que el plazo propuesto por Bruselas para activar el tope al precio del gas en el mercado de futuros TTF diseñado por el propio Ejecutivo comunitario puede ser "extremadamente largo". Simson hace referencia al mínimo de dos semanas que debe mantenerse el precio para que se pueda aplicar el tope.
La Comisión Europea ha propuesto un "mecanismo de corrección de mercado" para limitar el precio máximo del gas en el índice TTF de Ámsterdam que sirve de referencia a la mayoría de contratos mayoristas, y que para activarse precisaría, entre otras condiciones, que la cotización del gas en ese mercado de futuros supere durante 14 días los 275 euros el megavatio-hora (MWh).
El tope no se habría activado ni durante el récord histórico de la energía marcado en agosto
Esto supone que, de haber estado en vigor, ese tope al gas no se habría activado ni durante el récord histórico de precios del pasado mes de agosto, cuando el pico llegó hasta los 319 euros/MWh pero no se mantuvo por encima el umbral de los 275 durante dos semanas.
La necesidad de cumplir 14 días reglamentarios es "uno de los aspectos críticos que se está negociando con los Estados miembros" en un debate en el que los países están "polarizados". A pesar de que se trate de un debate en el que la Comisión sigue plenamente implicada, actualmente la resolución ya depende del pacto que alcancen los Veintisiete.
Las diferentes posturas oscilan entre aquellos países que "apoyan la lógica del mecanismo pero tienen preguntas sobre los niveles para activarlo, la duración del instrumento, el abanico de productos financieros que cubre". Y aquellos que tienen una "excepcional preocupación sobre los riesgos para la estabilidad financiera y la seguridad de suministro", ha asegurado Simson, quien declara que a pesar de la inseguridad compartida, es mayor el número de estados miembros que aprueban la medida.
En el primer bloque se encuentran países como Italia, España, Grecia, Bélgica o Eslovenia y en el segundo están Alemania, Países Bajos o Hungría, con posiciones muy divergentes en un debate que continuará en un consejo extraordinario de Energía que volverá a reunir en Bruselas a los ministros del ramo de los Veintisiete el próximo 13 de diciembre.
La comisaria subrayó también que "introducir por primera vez un mecanismo de este tipo puede tener ciertos riesgos" por eso tiene "salvaguardas" para suspenderlo "inmediatamente". Además de la condición de que el megavatio-hora supere los 275 euros durante más de dos semanas, también se exige una diferencia de al menos 58 euros con otros mercados globales y la aprobación previa de varios organismos.
"No es un instrumento para rebajar nuestros precios del gas a niveles de antes de la guerra", sino una herramienta "temporal" para "ser capaces de operar si afrontamos precios más altos que otras regiones globales" durante "episodios excesivamente altos deprecio no justificados por los fundamentales del mercado", dijo Simson.
El objetivo es que esté operativo "antes de que empiece la próxima temporada de llenado" al acabar el invierno, agregó la comisaria europea.
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