Bolsonaro se lava las manos y se limita a rechazar tibiamente el golpe de Estado de sus simpatizantes
El actual presidente de Brasil, Lula da Silva, ha resaltado que el líder del Partido Liberal llevaba buscando esta situación desde hacía tiempo con "sus discursos", lo que conlleva una "responsabilidad".
Marcos Gracia
Madrid--Actualizado a
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro ha negado ser el responsable de caldear el ambiente para que sus simpatizantes asalten las instituciones en Brasilia, capital de Brasil. El ultraderechista ha insistido en que ha cumplido la Constitución "siempre" a lo largo de su mandato y se ha limitado a rechazar tibiamente los acontecimientos de este domingo.
El líder del Partido Liberal (PL) ha resaltado que en todo momento ha "respetado y defendido las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad". Sin embargo, Bolsonaro pidió el pasado mes de noviembre la invalidación de las elecciones que ganó su rival, líder del Partido de los Trabajadores (PT), Lula da Silva.
El líder radical hacía esta reclamación después de llevar a cabo medidas antidemocráticas para entorpecer la victoria del PT en los comicios –entre ellas, se encuentra el intento de eliminar el sistema de votación electrónica–. Ahora, el exmandatario repudia estas acusaciones "sin pruebas" atribuidas por el actual jefe del Ejecutivo brasileño, como ha explicado a través de la red social Twitter.
"Bolsonaro es el responsable político"
El presidente de Brasil afirmaba este domingo a través de Twitter que esta situación era algo que Bolsonaro llevaba buscando desde hacía tiempo "en sus discursos" y que, por ello, es "su responsabilidad y la de los partidos que le apoyaron". Tan solo una semana después de que asumiese el cargo, Lula ha señalado que los seguidores ultras han aprovechado "el silencio del domingo" de no reconocer la victoria del candidato de izquierdas para atentar contra la democracia brasileña.
Además, el ministro de Justicia, Flávio Dino, ha afirmado que Bolsonaro es el responsable político de este ataque que acaba siendo una réplica del asalto al Capitolio en 2021 –algo que fue ensalzado por el amigo de Jair Bolsonaro y expresidente de Estados Unidos, Donald Trump–.
"Políticamente está claro que, en la medida en que hubo una transición conflictiva y que no hubo reconocimiento del resultado electoral y está claro que la responsabilidad política es inequívoca", afirma Dino culpando a Bolsonaro según el medio brasileño O Globo.
Aunque no haya responsabilidad jurídica, ha remarcado que la política está presente en aquellos que "han instigado la práctica de delitos o extremismo" con la intención, directa o indirectamente, de "polarizar".
Las piruetas de Bolsonaro en su tibia condena
Bolsonaro ha equiparado los acontecimientos sucedidos este domingo con las "manifestaciones convocadas por la izquierda" en 2013 y 2017. Para el líder del PL, estas "depredaciones e invasiones" al Palacio de Planalto, al Congreso y la sede del Tribunal Supremo son pacíficas, legales y "forman parte de la democracia".
Sin embargo, este suceso se produce en un ambiente antidemocrático que calaba desde mucho antes por parte de los simpatizantes del expresidente. Unos días antes de que Lula asumiese la Presidencia de Brasil el pasado 1 de enero, un bolsonarista intentó poner una bomba en Brasilia. Además, los seguidores de Bolsonaro llegaron a acampar junto a los cuarteles militares, propiciando la intervención de las Fuerzas Armadas.
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