Jair Bolsonaro es el actual presidente de Brasil desde su asunción al poder el 1 de enero de 2019. El líder ultraderechista del Partido Liberal tiene una clara impronta militar, que poco a poco se va viendo cada vez más reflejada. La relación del Bolsonaro con las Fuerzas Armadas ha sido una de las prioridades mediáticas y sociales para la población del país. Así, las Fuerzas Armadas son hoy parte del gobierno de Brasil, pero no para controlar ni proteger al presidente (ex capitán del ejército), sino para estar bajo sus órdenes.

De cara a los comicios que se celebrarán en octubre, Bolsonaro ha advertido sobre la importancia del ministro de Defensa, Paulo Nogueira de Oliveira, ya que dice tener "la tropa en sus manos". Además, apunta que, si fuese necesario, sería el encargado de reconducir al país a la "normalidad, progreso y a la paz". Esta declaración se produjo en un acto de promoción de la Policía y siete días después de que el presidente reivindicara el golpe militar de 1964 como "un hito histórico de la evolución política brasileña". Por si fuera poco, este lunes, el hijo y diputado, Eduardo Bolsonaro, se burló de una periodista que fue torturada durante la década de los 70, mientras estaba embarazada.

Se puede intuir que la advertencia del mandatario de ultraderecha sobre el poderío militar lanzaba un dardo envenenado a su principal rival electoral, Luiz Inácio Lula da Silva, quien recientemente prometió que, en caso de ganar en los comicios de octubre, iba a encargarse de retirar del gobierno a los 8.000 miembros de las Fuerzas Armadas nombrados por el actual mandatario.

Por su parte, Bolsonaro amplió las declaraciones apuntando que tiene "23 ministros, todos son importantes, pero uno destaca sobre el resto, el de Defensa" y terminó señalando que Nogueira tenía el control de las tropas "en sus manos". Apuntó que la única ambición es que se cumpliese la Constitución. El mandatario también sostuvo que los militares forman parte de la lucha "del bien contra el mal", y que han sido la salvación y el punto de unión del país cuando se ha encontrado en situaciones escabrosas, además de que siempre han actuado "en los límites de la legalidad".

El ministro de Defensa asumió su cargo la semana pasada, dejando así la jefatura del Ejército. En su cargo anteriormente se encontraba el general retirado Walter Braga Netto, quien renunció para poder participar en las elecciones del próximo 2 de octubre. Según los sondeos, es el favorito a ser el segundo de a bordo del presidente. Por su parte, el general Nogueira es uno de los que apoyó la Orden del Día del 31 de marzo en la que se reivindicaba el golpe de Estado y la dictadura instaurada hasta 1985.

El "partido militar" perdió importancia con el retorno de la democracia. Sin embargo, gracias a las intenciones de Bolsonaro de que Braga Netto sea su vicepresidente, estos han recuperado poder. Estas palabras del presidente han indignado aún más a la población tras la polémica por las palabras del diputado federal, Eduardo Bolsonaro. El lunes se burló a través de Twitter de la periodista Miriam Leitao, principal columnista del diario O'Globo, por las torturas y vejaciones que sufrió cuando era activista de izquierda durante la dictadura militar.

Leitao fue secuestrada, torturada y violada por la Policía secreta del régimen brasileño. Fruto de esa violación quedó embarazada y ella misma relató que durante su cautiverio fue encerrada en una habitación con una víbora venenosa. "Pobre víbora" tuiteó Bolsonaro. Las reacciones desde la oposición no tardaron en llegar pidiendo su destitución inmediata por las graves faltas de respeto a la periodista.