Este artículo se publicó hace 14 años.
El Berlusconi chileno
El multimillonario conservador Sebastián Piñera, vencedor de la primera vuelta electoral, trata de disimular sus vínculos con la derecha que apoyo a la dictadura del general Pinochet
Sebastián Piñera es, por encima de todo, un conservador, como demuestra el hecho no ya de que se oponga al aborto, sino de que lo haga bajo cualquier circunstancia, por grave que ésta sea. También es un hombre inmensamente rico: dueño de la principal aerolínea chilena, el primer club de fútbol y un canal de televisión.
En la campaña electoral Piñera, de 60 años, consiguió un éxito que la derecha no ha logrado al menos de forma legal y gracias a unas elecciones desde hace medio siglo. El empresario y ex senador fue el triunfador indiscutible de la primera vuelta electoral del pasado 13 de diciembre, al conseguir el 44% de los votos.
Economista con un doctorado en Harvard, Piñera asegura que desde EEUU vio por televisión cómo los militares bombardearon La Moneda, la casa de Gobierno, el 11 de septiembre de 1973. Con este discurso y recordando que en 1988 votó por la opción del No cuando el general Pinochet sometió su permanencia en el poder a un plebiscito, este multimillonario intenta disimular sus vínculos con la derecha. La misma derecha que consintió las violaciones de los derechos humanos y que fue el sostén político de la dictadura.
Pero la realidad es que Piñera representa a dos partidos de oposición; Renovación Nacional y la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), dirigidos por ex colaboradores del general Pinochet.
Cambiar de bandoPese a sus intentos por "dejar el pasado atrás", éste ha sido el principal obstáculo que ha encontrado Piñera para hacer crecer ese 44% de apoyo en las urnas que consiguió en la primera vuelta. La antigua herida de los derechos humanos es un fantasma que, en época de elecciones, vuelve a aparecer.
Piñera sabe lo que es fracasar. Tras votar No a finales de los 80, intentó unirse a la Democracia Cristiana (centro izquierda), pero exigió un lugar en la cúpula, lo que le fue negado. Más tarde, se arrimó a viejos líderes conservadores que habían fundado el partido Renovación Nacional. Así empezó su carrera con la derecha, trufada hasta ahora de reveses, también en los comicios de 2005, frente a Michelle Bachelet.
A muchos, Piñera les recuerda a Silvio Berlusconi. Posee una televisión, se ha hecho la cirugía plástica y se muestra reacio a deshacerse de sus negocios.
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