El Gobierno de Australia, cuyo jefe de Estado es el rey Carlos III de Inglaterra, eliminó la referencia a la monarquía en su Gran Sello, un símbolo usado para estampar documentos oficiales en el país oceánico.

El nuevo sello fue "autorizado" el 21 de octubre por el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y el propio monarca, que visitó el país en octubre. El cambio, adelantado por la edición australiana del diario The Guardian, ha levantado cierta controversia y es visto por algunos académicos como un paso hacia la república. 

"El diseño presenta el Escudo de Armas de Australia, centrado en el sello y rodeado por un laurel de acacia", describe la oficina del primer ministro en un correo electrónico, al precisar que el diseño fue creado por la Casa de la Moneda y puesto bajo la consideración de Albanese y Carlos III. "El diseño final fue aprobado por Su Majestad el Rey siguiendo el consejo del primer ministro", subrayan desde el equipo de Albanese, en el poder desde mayo de 2022 y un reconocido republicano.

La gran diferencia con el sello anterior, autorizado en 1973, es que este tenía la frase "Isabel II, reina de Australia" ubicada entre el Escudo de Armas y el laurel de acacia; mientras que el nuevo emblema suprime el texto, borrando así la referencia explícita a la monarquía en este símbolo australiano. El Gran Sello de Australia fue creado por primera vez en 1901, cuando la excolonia británica se convirtió en un Estado independiente, aunque mantenía en la jefatura de Estado a la Casa Real británica.

"Me siento profundamente incómodo con esto. Si se convierten en una república, háganlo por una cuestión de principios", publicó el jueves en X el politólogo de la Universidad de Sídney Luke Mansillo al referirse al rediseño de este símbolo. El rey Carlos III, acompañado por la reina Camila, visitó Australia entre el 18 y el 22 de octubre. Los monarcas participaron en diversos actos, como misas o visitas al Parlamento, durante el viaje más largo desde que el soberano fuera diagnosticado de cáncer.

El viaje se vio salpicado por la polémica cuando la senadora aborigen Lidia Thorpe increpó a Carlos III para que devuelva las tierras "robadas" a los indígenas de Australia antes de ser desalojada del Parlamento de Camberra. Coincidiendo con la visita, el Movimiento Republicano de Australia ha lanzado la campaña satírica Monarquía, la gira de despedida para reflexionar sobre el futuro del país, aunque esta propuesta ya fracasó en un referéndum en 1999.

Antes de asumir el poder, Albanese se comprometió a realizar una nueva consulta sobre la monarquía si logra revalidar su mandato, en las elecciones previstas para 2025, aunque los últimos movimientos parecen indicar que esa promesa de votación popular ha sido aparcada.