Edith Santos, líder sindical del sector petrolero del departamento colombiano del Meta fue asesinada a tiros por unos sicarios mientras trabajaba en su oficina.La mujer recibió dos impactos de bala en su pecho, cuando se encontraba en su oficina de San Isidro de Chichimené, en el municipio de Acacías, una zona que vive un boom en el sector petrolero.

Santos era la presidenta de una asociación comunitaria y líder del Sindicato Nacional de Profesionales de la Seguridad (Sinproseg), que agrupa a escoltas y guardas de seguridad en toda Colombia.

La fallecida encabezaba un movimiento de las comunidades del municipio de Acacías para acordar los procesos de contratación de campesinos en empresas petroleras a través del servicio público de empleo.

Un decreto de diciembre de 2013 había modificado el mecanismo regulador de contratación, negando la interlocución de las asociaciones laborales comunitarias que velaban históricamente por las comunidades locales en las zonas de influencia de la industria petrolera. La empresa Ecopetrol siguió adelante con sus proyectos petroleros, lo que originó una escalada de protestas en febrero por parte de las comunidades locales,.

La Unión Sindical Obrera de la Industria y el Petróleo (USO) lamentó este asesinato, que supone un nuevo ataque a los líderes del sector del petrolero, y recordó que también fue asesinado Marcos Suárez, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT).

El ministerio del Trabajo de Colombia pidió investigar el crimen y realizar todas 'las acciones necesarias que permitan esclarecer los hechos'.

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) calcula en más de 2.800 los sindicalistas y trabajadores afiliados que han sido entre 1984 y 2011 en Colombia, uno de los países del mundo con más alto índice de este tipo de homicidios.