Los amigos del último dictador de Europa

Aleksandr Lukashenko ganó las elecciones presidenciales en Bielorrusia del pasado mes de agosto por un amplio margen, cerca del 80% de los votos, ocho veces los de su competidora Sviatlana Tsikhanouskaya. O al menos eso defienden sus partidarios. Ni la oposición ni la comunidad internacional reconocieron esos resultados y pidieron que se realizaran nuevas elecciones. En todo el globo solo 23 países han reconocido los resultados, entre ellos China, Corea del Norte, la mayor parte de países de Asia Central, Rusia, Eritrea o Cuba.

Dentro del continente al presidente bielorruso se le conocía como "el último dictador de Europa", y en el Viejo Continente solo le reconocen como líder legítimo Rusia, Turquia, Moldavia, Armenia y Azerbaiyán. Tras el aterrizaje forzoso de un avión para detener al periodista opositor Roman Protasevich, Bruselas ha reaccionado y ha prohibido a Bielorrusia operar en el espacio aéreo europeo. Horas antes el Reino Unido había tomado la misma iniciativa.

Minsk, aduciendo un aviso de bomba de la organización palestina Hamás, hizo aterrizar el pasado domingo a la nave, que se encontraba viajando de Grecia a Lituania, en la capital del país. Allí los agentes buscaron los explosivos y tras no encontrar nada sospechoso, procedieron a detener a Roman Protasevich y a su pareja.

Hamás negó las acusaciones de Minsk. Sobre de la amenaza de bomba, el subdirector del Politburó de la organización Abu Marzak aseguró a medios rusos que la acusación "es indignante y demuestra el pensamiento arcaico [del gobierno bielorruso], que no comprende que ahora estamos viviendo en una era de medios libres y hay una opinión pública internacional que ya no acepta tales métodos".

Moscú defendió la operación del gobierno bielorruso. El ministro de Exteriores Serguéi Lavrov mostró su apoyo asegurando que "es una respuesta totalmente razonable". Añadió que "un representante del ministerio de Asuntos Exteriores bielorruso ha destacado la disposición de Minsk a actuar de manera totalmente transparente y seguir la legalidad internacional". Dentro de la Duma rusa también expresó apoyo el diputado del Partido Comunista Leonid Kalashnikov, quien afirmó que "estos métodos son factibles y necesarios" y que cuando un país independiente ve peligrar su estabilidad, "tiene que combatir la amenaza".

La ayuda del hermano mayor

Rusia es el gran apoyo de Lukashenko. Éste incluso habló de Moscú como "el hermano mayor". Comenta el economista Abel Amón, especialista en Europa del Este, que después del 1998 "los éxitos bielorrusos (...) están muy ligados a Rusia: energía barata y créditos blandos de Moscú". La dependencia de Minsk respecto a su hermano mayor sigue siendo grande, la mayor parte de exportaciones e importaciones son con el país euroasiático. Bielorrusia sigue recibiendo a día de hoy materias primas a precios muy favorables de Rusia que luego procesa o revende a otros países.

"Las sanciones de la UE y EEUU y las contrasanciones rusas han estimulado la producción agrícola y alimentaria de Bielorrusia. También en un momento dado han entrado a través de Bielorrusia productos vetados en Rusia procedentes de la UE, aunque esto último se ha combatido bastante",  añade Amón.

Ambos países forman parte del Estado de la Unión, una entidad supranacional próxima a la Federación y tienen tratados que permiten la libre circulación de personas, mercancías y servicios entre ellos. Las reuniones entre dirigentes de ambos países son habituales, en este 2021 se han reunido en cuatro ocasiones, la última de ellas el mes de abril y este mes de mayo se habló de una reunión que se realizaría pronto, posiblemente para debatir una mayor integración del Estado de la Unión.

A pesar del interés que tiene Moscú en tener en su órbita a Bielorrusia, podría interesarle un cambio político siempre y cuando le favorezca. "Perder a Lukashenko en 2020 durante una especie de revolución de colores, democrática, ese era el peor de los escenarios para Rusia", explica el analista político especializado en el espacio post-soviético Javier Espadas.

Moscú quiere conservar a los países que considera de su zona de influencia a su lado, evitando alejamientos como los de los países bálticos, Ucrania o Georgia. "Rusia puede recurrir a elementos que ha rescatado hace meses como es el caso de partidos políticos prorrusos que empezaron a hacer actos políticos, que se entiende que están dirigidos desde Rusia", concluye. Uno de los precandidatos encarcelados, Viktor Babaryko, fue señalado como el opositor favorito de Moscú e incluso se le llegó a llamar "títere" de Rusia.

No solo desde el poder político se apoya al gobierno bielorruso, también desde los medios rusos también se ha dado buena prensa a Lukashenko, especialmente desde Russia Today. La directora de este medio, Margarita Simonián, fue una de los pocos periodistas que pudo entrevistar a Lukashenko tras las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, y durante la entrevista mostró buena sintonía con el presidente bielorruso.

Ha utilizado las redes sociales para mostrarle su apoyo, como por ejemplo cuando dijo "nunca pensé que envidiaría a Bielorrusia. Pero ahora de alguna manera la envidio. Padre [como se llama en ocasiones a Lukashenko] actuó maravillosamente", haciendo referencia a la detención del opositor Roman Protasevich tras el aterrizaje del avión del pasado domingo. Simonián también ha criticado a la oposición bielorrusa; como cuando dijo que Sviatlana Tsikhanouskaya tiene el coeficiente intelectual de un orangután.

Amigos en el Cáucaso

Minsk es de los pocos que puede asegurar que tiene buenas relaciones con Armenia y con Azerbaiyán, dos países que el pasado año 2020 estuvieron luchando en Nagorno-Karabaj, con victoria aplastante de Bakú, que contaba con equipamiento militar superior.

Recientemente, el pasado 15 de abril, el presidente azerí recibió en Bakú a Lukashenko para profundizar en las relaciones entre ambos países. Ilham Aliyev, que lleva desde el 2003 en el poder, ha sido criticado por elecciones fraudulentas y por la represión contra la oposición en el país. Su padre, Heydar Aliyev, también fue presidente del país. El régimen azerí ha sido denunciado por múltiples asociaciones de derechos humanos y ha sido tildado de "depredador" por Reporteros Sin Fronteras.

Sobre la reunión entre ambos líderes, el azeri aseguró que su relación está "lejos de cualquier problema". Añadió que "juntos hemos añadido dinamismo en nuestras relaciones y vemos progreso en todas las direcciones". Desde Bakú se ha invitado a empresas bielorrusas para participar en la reconstrucción de las ciudades de Nagorno-Karabaj, antes bajo control armenio pero anteriormente controlados por Armenia, así como se espera aumentar las exportaciones de material agrícola, una de las exportaciones más destacadas de Minsk. Recientemente también recibió al ministro de Defensa bielorruso, según palabras de Aliyev, para aumentar la cooperación militar entre ambos países.

Por otra parte, a Armenia no le gustó que armas bielorrusas fueron utilizadas contra ellos en el pasado conflicto de Nagorno-Karabaj del 2020. Según comenta el analista Javier Espadas, "se informó de que ciudades que estaban bajo control armenio fueron destruídas con sistemas Polonez de fabricación bielorrusa". A pesar de ello, Yereván mantiene vínculos con Bielorrusia por influencia rusa a pesar del mal momento de las relaciones entre Rusia y Armenia, las peores en décadas.

El actual presidente en funciones, Nikol Pashinián, felicitó a Lukashenko tras las elecciones, movimiento que fue criticado en el país por diferentes ONGs armenias y se convocaron manifestaciones en contra del reconocimiento al dirigente bielorruso en la capital.

Aliados de aliados

Con la excepción de Turkmenistán, la mayor parte de los países de Asia Central reconocieron a Lukashenko y le felicitaron por la reeleción. La mayor parte de estos forma parte de iniciativas conjuntas (con origen en Moscú) que les hermanan, como por ejemplo la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva, una alianza militar o la Unión Euroasiática, de corte más económico y comercial. Entre ellos están Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán, así como también Armenia.

Más allá de la ex-URSS también han manifestado apoyo al gobierno bielorruso diferentes países, que en su mayoría tienen relaciones cercanas o muy cercanas con Rusia, como es el caso de Cuba, Venezuela, Moldavia o Siria. Cabe destacar que la mayor parte de los países que felicitó a Lukashenko no son reconocidos como democracias por parte de la comunidad internacional, como es el caso de Corea del Norte, Eritrea, Myanmar, Siria, Uzbekistán o Taykistán.