En Francia, el cirujano Joël Le Schournec (72 años) ha sido acusado de haber violado o agredido sexualmente a un total de 299 jóvenes. Los abusos, perpetrados entre 1989 y 2014, se cometían mientras las víctimas (casi todas menores de 20 años en el momento de los hechos) permanecían inconscientes en la camilla de operaciones. Estos actos tuvieron lugar en distintos centros hospitalarios, todos situados en el noreste de Francia.

El fiscal de Lorient (Bretaña, al oeste del país), Stéphane Kellenberger, ha detallado este lunes algunos aspectos de la investigación que terminó en julio. Entre otros, ha informado que la edad media de los afectados (158 varones y 141 mujeres) era de 11 años. Tan solo 14 de ellos superaban los 20 años de edad, y 256 tenían menos de 15 años. Además, 111 de los casos podrían ser considerados como violación agravada, y el resto como agresión sexual agravada.

El fiscal, quien ha calificado este caso como "excepcional" por el elevado número de víctimas, ha informado de que Le Schournec enfrenta una pena de 20 años de cárcel. Esta condena se sumaría a los 15 por los que ya fue acusado en 2020, cuando violó a la hija de unos vecinos.

Fue precisamente a raíz de la investigación de 2020 que los agentes hallaron en el domicilio del cirujano unos cuadernos con anotaciones cronológicas en las que detallaba la identidad de sus víctimas y los abusos cometidos sobre cada una de ellas. 

Kellenberger señala que ninguno de los afectados tiene recuerdo de los abusos, ya que estaban sedados o en proceso de reanimación. No obstante, sí que muestran secuelas postraumáticas que podrían guardar relación con estos hechos. 

Durante estos cuatro años de instrucción, Le Schournec ha admitido gran parte de los abusos, así como ha detallado su modus operandi y sus técnicas para no ser sorprendido. Ahora, espera a un juicio que está previsto que comience en Vannes, al noroeste de Francia, para la primera mitad de 2025. 

Ya en 2006 el cirujano, descrito como alguien con "una personalidad atípica", había sido denunciado por sospechas, pero ninguno de los distintos hospitales en los que trabajó hizo algo al respecto. Por ello, el fiscal Kellenberger ha abierto una investigación paralela contra estas instituciones por posible ocultación de delitos.

Este proceso guarda similitudes con el polémico caso de Mazan (también conocido como el caso Pélicot) que se está desarrollando en Francia desde septiembre. En él, se juzga a un hombre por drogar a su esposa para que, estando ella inconsciente, un total de 50 hombres la hubieran violado durante más de diez años.