El ministro francés de Interior, Claude Guéant, ha asegurado que 'casi hay unanimidad' entre los países de la Unión Europea (UE) para restablecer los controles en las fronteras internas comunitarias en casos extraordinarios, como por ejemplo con la llegada masiva de inmigrantes indocumentados.

Guéant ha explicado que el Consejo de Ministros europeos de Justicia e Interior, reunido hoy en Bruselas, ha visto con buenos ojos la creación de un sistema europeo de 'guardias de fronteras', de un 'servicio público comunitario suplementario' que garantice una 'unidad de procedimiento' cuando se produzcan circunstancias excepcionales.

'Hay que mejorar todos los mecanismos', ha dicho el ministro galo, que se ha referido en particular a crear 'una instancia de dirección del espacio Schengen', que puede ser garantizada, según ha apuntado, en reuniones específicas de los ministros europeos de Interior.

'En casos excepcionales, de crisis sistemática grave, podría haber un restablecimiento de los controles en las fronteras interiores, pero en el marco de un mecanismo europeo', ha señalado. Según el ministro francés, 'la crisis que hemos conocido ha estado gestionada según el marco actual, y habría estado mejor gestionada si hubiera sido más precisa'.

En referencia a Dinamarca, que ayer propuso el restablecimiento permanente de controles fronterizos terrestres, Guéant ha asegurado que este país ha 'interpretado su posición' hoy ante el resto de estados miembros y ha explicado que se refería a controles aduaneros para combatir la criminalidad en particular. 'Es muy importante evitar que, frente a la crisis, haya decisiones de estado de manera individual. La gestión de un espacio que es común siga siendo una decisión colectiva', ha comentado.

Según el ministro, la Europa sin fronteras es un 'logro considerable de la UE' y la libre circulación 'una práctica que se vive de manera cotidiana'. Ha afirmado además que todos los países europeos están de acuerdo en 'reforzar' la agencia de fronteras exteriores europeas, Frontex, 'sus medios, su capacidad de decidir y negociar'.

Los líderes europeos tratarán la reforma de Shengen el 24 de junio en Bruselas

Guéant ha asegurado que, en un principio, la posición de Francia sobre Schengen fue 'malinterpretada', y ha garantizado que su país 'quiere más Europa, no menos Europa'. Por ello, ha defendido que no se tomen decisiones arbitrarias y que logre un consenso a nivel comunitario sobre una gestión 'fuerte' del espacio de libre circulación europeo.

A su juicio, 'un nuevo texto' del Tratado de Schengen no es indispensable. El ministro no ha podido precisar qué fórmula jurídica tendrán las decisiones que se tomen para fortalecer la gestión del espacio Schengen y de Frontex, y ha augurado un papel 'decisivo y decisorio' para la cumbre que los líderes europeos mantendrán en Bruselas el próximo 24 de junio, cuando tienen previsto abordar este asunto.

El ministro del Interior húngaro, Sandor Pinter, ha asegurado, por su parte, que 'el refuerzo de los controles en las fronteras interiores no se permitirá salvo que se respeten unas condiciones muy estrictas en las que todos estamos de acuerdo'.

Durante la reunión de hoy, unos 18 estados miembros han defendido la necesidad de clarificar el acuerdo Schengen, al opinar que el Tratado deja demasiado margen de interpretación, según explicaron fuentes europeas. España, Bélgica y Malta, sin embargo, han considerado que Schengen es un marco adecuado, aunque han dejado claro que no se opondrían a los cambios.

Por su parte, Chipre, país que no forma parte del Tratado Schengen, se ha opuesto firmemente a su reforma.