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Rajoy rescata a Pizarro tras su 'pinchazo' con Solbes

El líder del PP exige a Zapatero que pida perdón por mentir sobre ETA

María Jesús Güemes

El protagonismo de la jornada de ayer en Burgos recayó en Manuel Pizarro. No estaba previsto que el número dos del PP por Madrid tuviera una intervención estelar, pero a última hora se coló entre los teloneros. Al líder del PP y a él no se les había visto juntos en lo que va de campaña. Además, desde el debate, el partido trataba de minimizar la derrota que sufrió frente a Solbes y ni siquiera Rajoy, durante sus intervenciones, le había echado un capote. Pero ayer, tras tres días, los conservadores quisieron recuperar a su “fichaje estrella” y le invitaron a Castilla y León lejos de su Esperanza Aguirre.


El amuleto económico del jefe de la oposición, fiel a su estilo, lanzó un mensaje bronco. Pizarro invocó al Cid y se lavó las heridas. “Los que a mí me dieron por muerto durante toda la OPA, al final se han equivocado, no aciertan ni una…”, dijo entre sonoros aplausos. El ex presidente de Endesa estaba completamente a la defensiva. “Me llevan atacando toda la campaña y yo no he querido dar ni media torta. No es nuestro estilo. Frente a los insultos, las cifras y los datos”, señaló.


Para la apuesta del PP, “mientras ellos sigan con mentiras, nosotros seguiremos contando sus verdades”. Su aparición, unos seis minutos, no dejó indiferente a nadie. “Frente a la insolvencia y la mentira tenemos la confianza de Rajoy”, dijo para regalarle los oídos a su jefe, que se situaba frente a él. Además recalcó que su formación tiene principios y valores, poniendo en cuestión que los tengan sus adversarios políticos porque “no todo vale”. Como ejemplo y a modo de despedida, un último dardo: “Los que no condenan las agresiones son cómplices de las agresiones”.


Zapatero traiciona al PSOE


Rajoy trató de hacer un dueto. El líder del PP estuvo especialmente inspirado. “Zapatero ha  dividido a los españoles  ha presentado un proyecto de discordia, ha manipulado las palabras. El diálogo era con ETA, con ERC o con IU pero no ha dialogado con la inmensa mayoría de españoles que representan el PP y su propio partido, el PSOE, al que ha traicionado”, fueron sus palabras más recriminatorias.


Después, sin embargo, entro al rebufo del presidente del Gobierno, quien había dicho un día antes que no pensaba disculparse por buscar la paz. El líder del PP cree que sí que “debería pedir perdón porque ha mentido a los españoles”. Y con la intención de sacarle los colores comenzó a repasar cada uno de sus “engaños”. Así recordó que “mintió cuando dijo que no estaba negociando con ETA, cuando dijo que había verificado el alto el fuego, cuando en 2006 dijo que no hablaba de política con la organización terrorista, cuando dijo después de la T-4 que suspendía las negociaciones con la banda y cuando dijo que no tenía pruebas para ilegalizar al PCTV y a ANV”.


Champán con el nuncio


Mucha ETA, economía, una mención a los obispos para criticar que después de 40 días “arremetiendo” contra ellos, al final, los socialistas terminan “tomando un caldo y champán francés en la casa del nuncio” y hasta un recordatorio sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que prometió eliminar “en medio minuto”...


Varios asuntos pero ni una palabra para Manuel Pizarro. Le debía parecer más que suficiente tenerle allí. Por eso, por una vez al hablar de su “gran equipo” no le citó expresamente.


Pidió el cambio “como una necesidad nacional”. Cree que hay que hacer lo posible para echar a José Luis Rodríguez Zapatero porque “se le ha subido La Moncloa a la cabeza”. “Se ha olvidado de los que trabajan… Él está en la alianza de los planetas y… ¿quién se alía con el currante”, terminó preguntándose el candidato conservador. 

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