'Algún día, sus hijos no entenderán que no hayan sido suficientemente valientes'. El diputado de ERC Joan Tardà se dirigió así a los escaños del PSOE para solicitar al Congreso la anulación de la condena del ex president de la Generalitat Lluis Companys, asesinado por los fascistas en 1940 en el Castillo de Montjuic.

ERC ha hecho de esta demanda la punta de lanza 'el icono de todas las víctimas', lo calificó Tardà de una reivindicación más ambiciosa que reclama ampliar la Ley de Memoria Histórica frente al 'empeño de no mover pieza' con el que describe la actitud del PSOE frente a las víctimas.

Los socialistas, sin embargo, creen que el trabajo está hecho, y así se lo trasladaron ayer a ERC para justificar su rechazo a la iniciativa. La controversia entre nulidad de las sentencias, como reclama ERC, o su ilegitimidad, como defiende el PSOE y consagra la Ley de Memoria Histórica, regresó a la Cámara con Companys como argumento.

La ilegitimidad está por encima de la nulidad, según defendió el representante socialista, Daniel Fernández, para anunciar su intención de 'no votar a favor de que se prive de efectos jurídicos a aquello que ya no los tiene', ya que la ley declaró en 2007 ilegítimas todas las causas políticas abiertas por la dictadura.

Urge sin embargo buscar una solución para aquellos que prefieren que se anule su sentencia, instó el PNV. En la misma línea, CiU anunció una iniciativa para que la Fiscalía General del Estado habilite una respuesta para aquellos que, como ERC pide para el president Companys, exigen la nulidad de su proceso.

Diametralmente enfrente, el PP defendió que 'los hechos dramáticos ocurridos hace setenta años no conectan con las preocupaciones, también dramáticas, de los españoles' del siglo XXI y reivindicó como 'la mejor ley de memoria' posible la Constitución de 1978. Finalmente, socialistas y conservadores votaron juntos contra la petición de ERC, que fue ampliamente derrotada.