Este artículo se publicó hace 6 años.
PrensaLa agonía de los quioscos de prensa en Madrid
A finales del año 2000 había más de 700 puntos de venta en la capital, mientras que en la actualidad la cifra se ha rebajado a 400. Los vendedores de prensa de Madrid piden ayudas estatales y mejoras en las ordenanzas municipales para garantizar la supervivencia del sector
Manuel Tapia Zamorano
Madrid-
Abanicos, bolsos, pulseras, bufandas y gorras de equipos de fútbol, llaveros, pulseras, jarras decorativas, gafas de sol… Todos estos elementos podrían formar parte del escaparate de cualquier tienda de recuerdos para turistas o de la planta de complementos de unos grandes almacenes. Pero también están presentes en los tradicionales quioscos de prensa –sobre todo los del centro de Madrid-, que, ante la brutal caída de las ventas de periódicos y revistas, han tenido que buscar otras fórmulas de negocio.
Lejos quedan ya aquellos años dorados de la pasada década de los noventa, en los que, si se iba al quiosco un poco más tarde del mediodía se corría el riesgo de ver agotado el periódico de cabecera. La crisis de la prensa de papel y la continuada pérdida de lectores, la irrupción de las nuevas tecnologías y los nuevos hábitos de consumo han hecho que estos establecimientos sean unos auténticos supervivientes.
A finales del año 2000, la Asociación de Vendedores de Prensa Profesionales de Madrid (AVPPM) contaba con 707 quioscos asociados, aunque la red era más extensa. En la actualidad, la cifra ha descendido hasta 400 y en el último año han echado el cierre más de una veintena de ellos.
El pasado 5 de octubre, coincidiendo con la festividad del gremio, los representantes de la AVPPM se reunieron con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, a quien entregaron un juego de los periódicos del día y un ramo de claveles.
Según ha explicado a Público la presidenta de la asociación, la alcaldesa se mostró muy sensible a sus problemas y pudo conocer de primera mano la situación que atraviesa el sector. Carmena se interesó de manera particular por las vías para impulsar la venta en los quioscos de prensa de la ciudad.
Revitalizar el sector
En la reunión, se acordó la creación de una mesa bilateral con el Ayuntamiento con el fin de estudiar fórmulas para abordar los problemas que padece el sector y que sirvan para revitalizar estas pequeñas empresas.
En su encuentro con la AVPPM, Carmena definió a los quioscos de prensa como auténticos “faros culturales” de las calles de Madrid, mientras que Araujo puso de relieve que los vecinos los consideran como una fuente de información y al vendedor como “alguien de referencia y de confianza”.
“Nosotros”, explicó Araujo, “ya les hemos propuesto vender a través de los quioscos los productos del Ayuntamiento que consideren oportunos, como las camisetas de los distritos municipales que están confeccionando. Ya hemos colaborado con la corporación en campañas parecidas, como la entrega de ceniceros de hace unos años”.
Aparte de las iniciativas que pueda tomar el Ayuntamiento, Araujo considera necesaria la actuación del Gobierno para proteger el sector. “Al menos”, precisó, “en la misma línea que otros países europeos, como por ejemplo en Francia, donde el Ejecutivo ha actuado para proteger la libertad de prensa y el derecho a la acceso a la información con ayudas a todo el sector editorial: desde el editor, pasando por el distribuidor hasta el punto de venta”.
“En lo que respecta a España”, añadió, “nos han informado de que los editores han empezado a trabajar en este sentido y han elaborado un informe a través de la Universidad de La Coruña. No obstante, no sabemos qué pasará y si existirá alguna ayuda para el quiosco”.
Concesiones administrativas
En cuanto a la parte que corresponde a los responsables municipales para revitalizar el negocio, Araujo subrayó que, al ser estos establecimientos concesiones administrativas que dependen de los ayuntamientos, las corporaciones municipales siempre serán un elemento clave para su supervivencia.
“Si el Ayuntamiento adapta la ordenanza a nuestras necesidades, nos ayudará de una forma importante a contribuir a un nuevo futuro para que los quioscos sigan formando parte del paisaje urbano de la ciudad. No obstante, somos un punto de acceso a la información y a la cultura, por lo que cualquier área que se dedique a su promoción y protección puede contribuir y colaborar con los quioscos”, indicó.
Los quiosqueros tienen muy claro que el descenso continuado de los lectores de prensa de papel afecta gravemente a la subsistencia de sus establecimientos, por lo que es imprescindible abrirse a nuevos mercados.
No obstante, creen que la venta de artículos para turistas como un modelo alternativo no es extensible a todos los quioscos. “Siempre dependerá de la zona en la que se encuentre. El quiosco debe adaptarse al barrio y aquéllos que, por su ubicación, están cerca de los turistas han podido abrirse a este tipo de productos. Otros, sin embargo, han buscado otro tipo de público. Por ejemplo, los quioscos con colegios cercanos pueden centrarse más en los niños. Por eso es importante que la ordenanza municipal nos permita adaptarnos a las peculiaridades propias de la ciudad, sus barrios y sus gentes”, destaca Araujo.
Respecto la situación del sector en otras capitales de España, Araujo lamentó que haya provincias en las que los vendedores estén peor que en Madrid.
“La caída de ventas del papel ha afectado a todos los lugares, si bien también tienen otros modelos de negocio complementarios que garantizan su viabilidad. Por ejemplo, en el resto del territorio, los quioscos pueden exponer publicidad genérica, lo que les genera importantes ingresos, mientras que en Madrid el Ayuntamiento nos lo limita a publicidad editorial o cultural. Que nos permitiera utilizar nuestros espacios publicitarios para exponer todo tipo de publicidad sería una manera muy importante de garantizar nuestra supervivencia”, concluyó.
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