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Mas desarma a Montilla por la división del tripartito en Madrid

El PSC constata que ERC e ICV no colaboran para 'atar en corto' a Zapatero

FERRAN CASAS

Los tres grupos que dan apoyo al Govern no han visto esta semana, en las resoluciones a raíz del debate Estado de la Nación del Congreso, reflejadas las prioridades de la carpeta catalana. Se ha aprobado, es cierto, alguna moción notable sobre el corredor mediterráneo, las cercanías o el despliegue de estatutos. Pero, bien por la intransigencia de los impulsores (ERC e ICV-EUiA pero también CiU) o la racanería socialista en Madrid, no han podido ver la luz textos sobre los traspasos pendientes, la financiación o la posición determinante de la Generalitat en el futuro ente gestor de El Prat. Ayer, en la sesión de control en el Parlament, el líder de la oposición Artur Mas desarmó al president José Montilla hurgando en el hecho que los 25 diputados del PSC no votaran igual que en Barcelona y no coincidieran con los grupos catalanes, “y sí con el PSOE y el PP”, en los temas de autogobierno.


Mas insistió en que “los hechos son los hechos” y que, en las votaciones, el PSC “desaprovechó una ocasión de oro” para anteponer los intereses catalanes a los del PSOE.

Ni el día ni el lugar

Montilla intentó, sin éxito, enviar el toro a corrales cuando, en su primera réplica, contestó al líder de CiU que se equivocaba “de día y de cámara” al plantear asuntos “ajenos al Govern”. Y es que el PSC afirmaba una y otra vez (y en eso sí tenía el apoyo de sus socios) que en el debate del Estado de la Nación “nadie” se había fijado como objetivo aprobar resoluciones “potentes” de temas catalanes.


El president dejó deslizar en su segunda réplica algunas críticas a sus socios y también a CiU por lo que los socialistas catalanes consideran una ocasión perdida de “atar en corto” a Zapatero. El PSC recordaba que el lunes forzó al grupo socialista a presentar algunas enmiendas “muy positivas” en asuntos como los aeropuertos o los traspasos pero que los grupos catalanes dijeron que no “para no aparecer en la foto con Zapatero”. Esa era la versión socialista. La de sus socios era que no se podían rebajar acuerdos del Parlament. Los socialistas constatan que, con su “falta de inteligencia política”, unos y otros renuncian a participar de la estrategia para “atar en corto” a Zapatero en asuntos catalanes.

El espantajo del PP

Montilla recordó que a las Cortes hay que ir “a por acuerdos” y no a mantener “posiciones testimoniales”. Y, de nuevo, el president tiró del espantajo del PP. En este sentido aseguró que, en último caso, queda el consuelo  “de impedir que gobiernen los que recurren el Estatut o dicen que el catalán es una ‘chorrada’ [ayer mismo lo sostuvo el candidato del PP el 7-J Vidal-Quadras]”.


Horas antes de que Mas pusiera a Montilla contra las cuerdas a costa de los exiguos resultados del debate, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, denunció la “incoherencia” del PSC en el Congreso al decir no a las propuestas aprobadas en el Parlament y llevadas a votación por sus tres diputados. “Tomo nota de estas lamentables contradicciones”, aseguró el líder republicano insistiendo en que “el tiempo se acaba”.

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