Llamazares interroga al director del FBI

Gaspar Llamazares quiere "excusas al nivel de las acusaciones". Y pocas puede haber más graves que convertirlo durante unas horas en el terrorista más buscado del mundo al emplear su imagen para recrear al líder de Al Qaeda. Transmutado en Osama Bin Laden por un maravilloso corta y pega del FBI, el portavoz de Izquierda Unida en el Congreso pidió ayer a la agencia de inteligencia norteamericana "una investigación seria y depuración de responsabilidades".

El asunto "no es motivo de chanza" para Llamazares. No quiere frivolidad alguna en relación con este "caso bochornoso", aunque él mismo se lo tomó como una broma cuando vio sus rasgos recreando el rostro de un Bin Laden envejecido y sin barba. La composición aparecía bajo un inequívoco "se busca" en un cartel que prometía 25 millones de dólares siete veces el presupuesto anual de IU a cambio de la captura del líder de Al Qaeda.

El diputado de IU pide que se depuren responsabilidades en el FBI por el error

La indignación ganó el pulso a la sorpresa poco después hasta moverle ayer a reclamar a Estados Unidos algo más que explicaciones con la boca pequeña, que es lo que ha obtenido hasta ahora de la Administración Obama.

Un Llamazares al contraataque se lanzó a una verdadera ofensiva contra el todopoderoso FBI. Según el portavoz de IU, la agencia norteamericana ha actuado en este caso "muy lejos de la profesionalidad y muy cerca de la incompetencia". Pero, además, Llamazares cree que hay una oscura trastienda en todo este asunto y alimenta sospechas de que Estados Unidos ha actuado desde el "sectarismo", dada su condición de parlamentario de izquierdas. "No creo que hayan dado conmigo en una búsqueda aleatoria en Internet", recela.

Casualidad o no, el diputado de IU envió ayer tres largas cartas a la presidenta del Congreso norteamericano, el embajador de Obama en España y el mismísimo director del FBI, a quien somete a un auténtico tercer grado sobre los métodos policiales que han degenerado hasta desfigurar su fotografía para componer la del enemigo público número uno del planeta.

Llamazares cree que EEUU ha usado su foto por su perfil izquierdista

"¿De dónde se ha obtenido mi imagen? Si la han buscado en Internet ¿con qué palabra clave? ¿Tiene el FBI en sus archivos a adversarios políticos e izquierdistas? ¿Cuál es el procedimiento de elaboración de retratos robot en sus laboratorios?" Son sólo algunas preguntas de la docena que componen el interrogatorio del diputado.

Sus cartas, por cierto, recogen también un encendido tono de crítica que repasa precedentes incómodos, como los años oscuros del FBI bajo el mandato de su fundador, el controvertido J. Edgar Hoover, el belicismo preventivo de Estados Unidos y "la violación cínica y sistemática de los derechos humanos" en Guantánamo.

Solicita una reunión con la presidenta del Congreso norteamericano

Mientras las sospechas de Llamazares viajaban vía postal a Estados Unidos, en España el embajador, Alan D. Solomont, se comprometía a entrevistarse personalmente con el diputado. Una respuesta que queda lejos, y muy por debajo, de las aspiraciones de Llamazares, que solicitó a la presidenta del Congreso estadounidense una "entrevista personal" para "cambiar impresiones" .

Llamazares volcó una y otra vez su perplejidad entre interrogantes: "¿Qué le habría pasado a un ciudadano anónimo en un país que "primero dispara y después pregunta?". "Si así se garantiza la seguridad frente al terrorismo ¿En qué manos estamos?", se preguntó.

"No me resisto a ser algo más que un cartel de se busca" justificó el diputado para adobar sus quejas con algunas pinceladas del día a día. Despojado de los atributos que le han convertido en una amenaza global, el parlamentario de IU viajó por la actualidad desde Haití hasta el Pacto Educativo pasando por el municipio de Vic.

Pero no era el día. El azar o la ineptitud del FBI han colocado por unas horas su rostro en el centro de la diana de todo el planeta. Llamazares se reserva "cualquier acción de carácter legal" en defensa de su imagen vulnerada y rechaza el dudoso honor de que su rostro haya sido el elegido entre los más de 6.000 millones de habitantes de la Tierra.