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El colectivo inmigrante pide más contratación

El anuncio de Celestino Corbacho de suprimir las contrataciones en países de origen se ha topado con el rechazo de las asociaciones de inmigrantes

DANIEL AYLLÓN

El anuncio del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, de suprimir las contrataciones en países de origen se topó este jueves con el rechazo unánime de las asociaciones de inmigrantes en España, que temen un repunte de las llegadas de inmigrantes de forma irregular. Los colectivos la consideran una solución “poco práctica” y que “culpabiliza a la inmigración de la crisis que está viviendo el país”, en palabras del presidente de la Ong América España Solidaridad y Cooperación (AESCO), Juan Carlos Rois.

“Hay soluciones más inteligentes para atajar la falta de empleo, como la recolocación ordenada de los trabajadores inmigrantes en sus países de origen”, aseguró el presidente de la Federación de Asociaciones Rumanas en España (FEDROM), Miguel Fonda Stefanescu. El crecimiento económico de Rumanía en los últimos años ha disparado la construcción de edificios y tiene una gran demanda de mano de obra, que podría ser sufragada con los ciudadanos rumanos que están en el paro en España, en lugar de armenios o kazajos, opina Fonda Stefanescu.

Más pateras

El colectivo marroquí –el segundo más numeroso tras el rumano– tampoco ha recibido bien la noticia. “España está echando a perder el trabajo de concienciación que ha hecho en los últimos años en Marruecos para evitar la salida de pateras”, dice el portavoz de la asociación marroquí ATLAS. “Los únicos que están aguantando el trabajo en el campo son los inmigrantes y dudo mucho que los españoles se pongan a recoger fresas”.

De hecho, esta idea está presente en el argumentario de todas las asociaciones. Raúl Jiménez, portavoz de la ecuatoriana Rumiñahui, duda que los españoles acepten “trabajar 12 horas al día por 800 euros mensuales”.

La Ong SOS Racismo y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) se sumaron a la reivindicación. CEAR pidió al Gobierno que no convirtiese a los inmigrantes en “chivos expiatorios de la crisis económica”. Por su parte, SOS Racismo alertó del aumento de la xenofobia que puede provocar la “vinculación errónea” de la inmigración con la crisis económica.

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