Cayetana Álvarez de Toledo arma un recurso para no pagar 500 euros de sanción por saltarse la disciplina de voto

La diputada del PP por Barcelona y XIV marquesa de Casa Fuerte, Cayetana Álvarez de Toledo, deja claro que no va a dar su brazo a torcer: se niega a pagar la multa de 500 euros impuesta por su partido, el PP, el pasado 30 de noviembre por saltarse la disciplina de voto en la renovación del Tribunal Constitucional al votar en blanco. Continúa pues el distanciamiento entre la política y su partido.

Así, Álvarez de Toledo se dirige al secretario general del Grupo Popular en el Congreso, Carlos Guillermo Mariscal, en un escrito que ella misma ha publicado en su sitio web personal, y en el que desgrana cinco razones por las que recurre dicha sanción.

Entre ellas, destaca la diputada que no conocía las modificaciones de los estatutos de su propio Grupo en la Cámara Baja (que habían sido reformados el pasado año) hasta que "un ujier" se los entregó en mano "en un sobre cerrado" un día después de conocer la incoación de su expediente.

A continuación, afirma que los propios Estatutos del Grupo Parlamentario Popular están "viciados de nulidad" en asuntos como el cómputo de plazos (que benefician, según ella, al Grupo frente al diputado), de modo que incumplen los principios constitucionales de proporcionalidad e igualdad.

También reivindica la autonomía del parlamentario, elegido por los ciudadanos de su demarcación, frente al "partidismo" de las votaciones, y además remarca su inocencia (que supone tener plena conciencia de lo realizado, cosa que niega) y remarca la diferencia entre la línea política de un partido -es decir, su programa- y la "disciplina de partido", a su juicio "arbitraria".

"He defendido y defiendo mi voto en blanco porque he defendido y defiendo los principios y la línea política del Partido Popular", afirma.

Por último, Álvarez de Toledo recuerda que la posición de su Grupo no había sido definida con anterioridad: "No hubo tal reunión", reza el escrito, en el que la diputada asegura que "la realidad es que sólo hubo un 'ordeno y mando' [...] y en estas circunstancias ningún diputado puede ser sancionado".

El PP abrió expediente contra Álvarez de Toledo el pasado 30 de noviembre como reacción a su desobediencia a la disciplina de voto durante la elección de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional, tipificada como falta grave en los Estatutos del Grupo Parlamentario Popular, en un proceso que instruye Carlos Rojas .