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Més Compromís Àgueda Micó: "Confluir con Podemos no fue buena experiencia, quisieron cooptar el trabajo de Compromís"

La secretaria general del Bloc Nacionalista Valencià, Àgueda Micó.
La secretaria general del Bloc Nacionalista Valencià, Àgueda Micó. Helena Olcina

La secretaria general del Bloc Nacionalista Valencià –ahora rebautizado Més Compromís, la principal pata de la coalición Compromís- ha sido reelegida en un congreso con fuerte debate interno. Hablamos de este congreso, pero también del papel de Compromís en el Gobierno y de las alianzas necesarias para "deconstruir España"

Han celebrado un congreso en el que la candidatura alternativa ha conseguido el 37% de los votos...

Para nosotros es una situación bastante normal. Somos una organización muy viva, asamblearia y que ha crecido de abajo arriba. Para nosotros lo más normal es debatir. Hemos normalizado que en los congresos siempre tengamos más de una candidatura. Realmente no somos el PP de Mazón.

Pero quizás este era un congreso un poquito diferente...

Sí, claro. Hemos puesto sobre la mesa una refundación y una actualización, tanto del ideario como de la estrategia, lo que obviamente son temas muy controvertidos. Pero en el valencianismo político nos hemos ido reinventando cada x años para poder ser útiles y poder hacer llegar a la gente nuestro proyecto político, que hay que tener presente que no es mayoritario.

¿Para poder explicar el proyecto político puertas afuera, primero hace falta que, puertas adentro, la gente lo entienda?

Ha habido controversia, pero también porque pusimos sobre la mesa el cambio de nombre, que tenía un peso emocional muy fuerte. El nombre del Bloc no lo gastamos electoralmente desde el 2007 y esto hizo que mucha gente no viera la necesidad del cambio.

¿Quizás se hubiera podido dejar?

"La gente que quería continuar llamándose Bloc aceptó los cambios de fondo"

Més Compromís muestra muy claramente nuestra apuesta por Compromís. Pero además, pensamos que no tiene mucho sentido hacer una actualización del ideario sin acompañarlo de una actualización de la marca y la imagen. Y a pesar de que es cierto que el cambio de nombre recibió solo el 55% de los votos, la ponencia de estatutos, que marcaba todo ese cambio de estructura, resultó aprobada con un 78% y la ponencia política con un 77%. La gente que quería continuar llamándose Bloc aceptó los cambios de fondo. Si realmente hubiera habido un rechazo muy grande, esta gente habría votado que no a todo. Esto nos dice que, si bien ha habido mucho debate, también que tenemos una base sobre la cual se puede trabajar. Y tenemos la suerte de contar con una militancia muy leal. Estoy muy orgullosa del partido donde milito.

¿Y hará falta pedagogía con los sectores que rechazaban el cambio?

Siempre que salimos de un congreso decimos que nos toca sacar el hilo de coser y ahora no será la excepción. Al día siguiente de los congresos siempre cosemos mucho. Ahora bien, yo siempre digo que la gente nos encontramos trabajando. Si esta nueva dirección hacemos un buen trabajo de apoyo y acompañamiento a los colectivos locales y comarcales, si ponemos en marcha todo lo que hemos aprobado, esa será la mejor forma de reencontrarnos. No será difícil.

A menudo me han descrito Compromís como un espacio con tres patas: el Bloc era la valencianista, Iniciativa del Poble Valencià, la social y Verds Equo, la ecologista. ¿Ahora puede parecer que Més Compromís quiera coger el espacio de sus socios?

No, porque el espacio ya es compartido. En las instituciones no dividimos el trabajo de esta forma sino que todo el mundo tiene una mirada transversal. Nos encontramos muy cómodos toda coalición y hay una gran sintonía ideológica.

¿Entonces no sería lógico crear un solo partido?

¡Siempre lo hemos querido! Tiene sentido desde el minuto cero que empezamos a trabajar juntos. Pero somos muy respetuosos y las diferentes partes de la coalición no lo ven igual, así que tenemos que buscar encajes donde todo el mundo nos sintamos cómodos. Por ahora somos una coalición permanente y estable y está sobre la mesa hacer una federación.

La secretaria general del Bloc Nacionalista Valencià, Àgueda Micó.
La secretaria general del Bloc Nacionalista Valencià, Àgueda Micó. Helena Olcina

En diferentes territorios, las izquierdas –digamos locales- han ido superando al PSOE electoralmente. Históricamente es el caso de Euskadi con EH Bildu, pero también Catalunya con ERC y, más recientemente Galicia con el BNG e, incluso, Madrid con Más Madrid. En cambio en el País Valencià no parece que esta opción esté al horizonte. En 2015 estuvo a punto, pero en 2019 se alejó y las encuestas posteriores no parecen ir en esta línea. ¿Tiene una explicación?

La realidad es muy diferente en cada territorio, pero, si nos fijamos en Galicia y Madrid, vemos que los sorpassos han venido después de mayorías absolutas del PP muy largas y donde el PSOE no ha hecho la oposición que el electorado pedía y ha subido una alternativa...

Que se asemejaría mucho a la situación valenciana del 2015...

¡Exacto! Aquí pasó esto. El PSOE no había hecho una oposición dura –y con el caso Azud hemos visto un poco como funcionaban las cosas- y Compromís era una bocanada de aire fresco. Nosotros siempre hemos dicho que si la campaña hubiera durado una semana más, probablemente se habría producido el sorpasso.

Pero no pasó.

"Que las decisiones se tomen teniendo en cuenta los valencianistas"

No, pero en cambio Compromís ha tenido una gran capacidad de reforzar un posicionamiento de gobierno. Históricamente, el PSOE en el gobierno ha tendido a comerse sus socios menores, pero con Compromís no ha pasado. El 2015 sacamos un resultado magnífico y el 2019 lo consolidamos, a pesar del avance electoral de Ximo Puig para frenar el crecimiento que estábamos teniendo.

Nosotros tenemos la voluntad de mejorar la vida de la gente desde las instituciones, tanto la Generalitat como los ayuntamientos. Y quiero que Compromís sea clave para la gobernabilidad del País Valencià, independientemente de si estamos en el gobierno o en la oposición, que las decisiones se tomen teniendo en cuenta los valencianistas.

Hablando de decisiones. En muchos temas clave –ampliación del Puerto de València, CV-60 por la Safor, Intu Mediterráneo- con fuerte oposición ciudadana, Compromís diverge del PSOE. ¿Se sienten presionados entre la lealtad en el Gobierno y la lealtad a su electorado?

Es que la lealtad en el Gobierno la tenemos que tener todos. Y no es una lealtad entre partidos sino al programa que acordamos entre los tres. La hoja de ruta la marca el Pacte del Botànic y aquí es donde vemos que el PSOE a menudo no lo tiene muy claro y en Compromís tenemos que hacer de garantes de que esto se respete.

Se vio muy claro durante el debate de los presupuestos, cuando el PSOE festejaba con el Ciudadanos de Toni Cantó y no quería aprobar nuestra propuesta de una fiscalidad más justa. Finalmente conseguimos llevar al PSOE a nuestro terreno, en buena parte gracias al apoyo de Unidas Podemos, pero el PSOE a veces tiene intereses que le alejan de la mayoría social. Creo que todas somos conscientes que si el PSOE gobernara con mayoría absoluta muchas de las políticas más aplaudidas no se harían. Queremos que la sociedad lo vea, y si esto nos permite tener una mayoría social, nosotros encantados, pero sabemos que no lo tenemos fácil. Por la estructura de los medios de comunicación, pero también por la configuración de la opinión pública.

Pero en algunos casos son los movimientos sociales los que les empujan a ustedes. En el caso de la ampliación del Puerto, la primera posición de Joan Ribó no fue tan tajante como se ha ido volviendo a medida que el debate ciudadano crecía.

Compromís este tema lo ha tenido muy claro desde el principio. Cuando un tema se hace más público, entonces el posicionamiento de todo el mundo se repite más, pero lo teníamos claro desde el principio.

Antes ha mencionado la ayuda de Unidas Podamos en el debate de los presupuestos. ¿Que estén en el Gobierno, les ayuda a tirar del PSOE hacia posicionamientos más de izquierdas?

Lo que nos facilita mucho es que los tres partidos del Botànic estemos en el Gobierno. La anterior legislatura teníamos una doble coalición, a dos en el Gobierno y a tres en el parlamento, lo que dificultaba que viéramos las cosas de una forma similar. Pero al final, lo que cuenta es que, a pesar de las diferencias, estamos implementando las políticas que dijimos que haríamos.

¿Al PSOE también hay que arrastrarlo en la reivindicación de la financiación?

Un poquito sí. Tiene tendencia a modular su discurso sobre la situación y tenemos que vigilar.

No parece que este tema cale entre la ciudadanía. Desde la política se va repitiendo que es muy importante, pero después no es una cosa que aparezca en las conversaciones en la calle.

La secretaria general del Bloc Nacionalista Valencià, Àgueda Micó.
La secretaria general del Bloc Nacionalista Valencià, Àgueda Micó. Helena Olcina

Es difícil de explicar porque, a pesar de las dificultades, continuamos mejorando la educación, la salud y la gente no ve que esto sea un problema grave. Se ha creado una deuda histórica y si no se revierte, al final será muy complicado de resolver. Además, hay muchas políticas que querríamos desarrollar, como la transición ecológica y el cambio de modelo productivo, que no podemos por falta de recursos, puesto que todo nuestro presupuesto va todo a los básicos de educación, salud y políticas inclusivas. Además de pagar la deuda.

Para un artículo reciente hablé con diferentes voces sobre la vía para resolver este tema, y no parecía nada fácil.

No es tan difícil, solo hace falta una mayoría simple, pero se necesita valentía política. La solución pasa porque el Gobierno central reduzca su capacidad económica y transfiera a las autonomías –que gestionan las competencias del estado del bienestar- tramos mayores del IRPF y el IVA, como hacen los estados federales.

Con perdón, pero yo más bien veo una tendencia contraria, de neocentralismo.

Totalmente de acuerdo, hay una visión muy centralista de un estado que es plurinacional. Y la voluntad de hacerlo más federal que había a la transición ha sido truncada por las fuerzas vivas de Madrid.

Para cambiar esta tendencia se necesitan alianzas. La primera imagino que es con las izquierdas periféricas.

Sí, nosotros compartimos espacio a la Alianza libre Europea con ERC, Eusko Alkartasuna, BNG, Més Mallorca, Nueva Canarias, etc. Tenemos muy buena relación de hace tiempo porque son unas alianzas horizontales, de respeto. Cada cual desde su idiosincrasia colaboramos en aquello que nos afecta a todos.

Después se aliaron con Más Madrid, un paso muy criticado por los sectores más nacionalistas.

No fue una coalición electoral, solo política. Nosotros nos presentamos como Més Compromís. Pero sí que ha habido un acuerdo de ayuda mutua desde la horizontalidad completa y que ha funcionado muy bien. Tenemos un grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados y Joan Baldoví comparte un espacio sin perder la voz propia y colaborando en temas que tenemos en común, como las comisiones de investigación de la Casa Real. Creo que nos fortalece.

¿Y la confluencia con Podemos?

No fue una buena experiencia, porque más que colaborar quisieron cooptar el trabajo de Compromís.

Con el cambio de liderazgos en Unidas Podemos, ahora que pasa a estar al frente una gallega, ¿cree que las cosas podrían ser diferentes?

Depende de ellos. Nosotros estamos en el mismo lugar. Hablamos de la necesidad de deconstruir el estado español tal como está entendido e igual que el PP y el PSOE son fuerzas centralistas, Unidas Podemos ha demostrado que también lo son. Si cambian, bienvenidos serán.

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