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El cineasta sorprende con Dating Amber, una divertida y tierna comedia romántica de adolescentes gays en la Irlanda de 1995, tras su debut en el cine con una película de zombis. Reivindicativo e inspirador, el filme recuerda la potente homofobia irlandesa de hace solo unos años
Irlanda sufrió una ley contra la homosexualidad hasta 1993. Seis años antes, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya había advertido de que aquella legislación atentaba contra los derechos de la persona. En 2017 se aprobó la Ley Turing, concediendo indultos por esta causa a casi 50.000 personas. Un año después, en Irlanda del Norte solo dos personas solicitaron el 'indulto', pero el Ministerio de Justicia se lo denegó. Síntoma, sin duda, de la estela de homofobia que aún se percibe allí.
El cineasta David Freyre vivió en su temprana juventud la extrañeza –"ni siquiera sabía realmente qué era ser gay"–, pero sobre todo, el dolor de ser 'diferente' en la pequeña ciudad irlandesa en la que nació y creció, una sociedad homófoba dominada por la iglesia católica donde la homosexualidad era ilegal. Insultos de sus compañeros de clase, discriminación, humillación... una experiencia que le animó a escapar a Londres y que hoy, unos cuantos años después ha convertido en pura ternura, en un divertido sentido del humor y en amor en Dating Amber, su segundo largometraje.
Protagonizada por dos jóvenes actores con gran talento, Fionn O'Shea y Lola Petticrew, la película recrea, en 1995, la experiencia adolescente de Eddie y Amber, un chico gay y una chica lesbiana que deciden fingir ser pareja para librarse del acoso y de los rumores que circulan entre los compañeros del instituto. Dating a beard o lo que es lo mismo, tener una cita con alguien para camuflar tu auténtica identidad sexual.
¿Esta historia está basada en su propia juventud?
Sí, es semi autobiográfica. Es un recuerdo de mi adolescencia. Yo crecí en un pueblo así, mi padre estaba en el ejército... así que sí, Eddie está basado en mí mismo y en mis experiencias en aquellos años, en cosas que realmente me ocurrieron. Es bastante autobiográfico, aunque no es del todo cierto, pero todas las cosas realmente malas son ciertas, ¡todas las cosas realmente vergonzosas sucedieron, desafortunadamente!
¿También tuvo usted una cómplice que fingió ser su pareja?
No, eso es semi ficción. Pero sí tuve una amiga en el instituto que más tarde me dijo que era lesbiana... y yo era gay, pero no pretendimos en ningún momento hacernos pasar por pareja.
¿Y era más difícil pata usted o para ella?
No creo que en Irlanda sea más difícil ser hombre o mujer en esta situación, sobre todo hablando de personas que están, justo en ese momento, creciendo. Creo que para las mujeres era diferente, porque entonces nadie pensaba que a esa edad una mujer iba a ser gay, pero tampoco creo que fuera más fácil para ella. Para mí fue terrorífico crecer y quería reflejar esas experiencias en el cine. La diferencia es que Eddie está más angustiado y Amber encuentra antes su conformidad con su propia sexualidad. Pero creo que es una cosa personal, creo que es igualmente complicado.
¿Qué significa esta película para usted personalmente?
Muchísimo. Para mí contar esta historia es como dar el salto, como abrir la puerta a mi verdadera vida, como si hubiera estado resignado muchos años después de aquello. Ha sido buenísimo para mí volver atrás, han pasado muchos años y ahora veo que todo ese dolor se ha convertido en sentido del humor y en amor. Ha sido bueno para mí revisitarme, mirar hacia atrás y reconocer que todas estas cosas ocurrieron, que existieron. Estoy feliz, ha sido muy bueno para mí.
Usted ha crecido desde el dolor hasta llegar al humor y la ternura, ¿puede la película ayudar a otras personas a seguir el mismo camino?
Eso espero. Para mí era importante mostrar el sentimiento de que estaba creciendo y, además, para mí era muy importante también ver esta historia como esperanza y amor, ahora creo que es buena para mucha gente que se puede reconocer en los personajes ver esta historia con sentido del humor y cariño porque entreverán también otra clase de futuro para ellos mismos. Me encantaría que la película ayudara a la gente joven.
¿Qué papel tenía la comunidad homosexual en Irlanda en esos años?
Era muy pequeña, era raquítica. La película sucede en 1995, solo habían pasado dos años desde que la homosexualidad había sido legalizada, antes éramos criminales, por esa razón la homosexualidad era casi secreta y yo era muy joven, así que para mí era casi invisible la comunidad gay, no los veía, no creía que existieran en Irlanda. Hasta que no fui mayor no me di cuenta de la realidad, entonces éramos unos indeseables. No era nada que hubiera penetrado aún en la cultura, al menos para mí. No sabía realmente qué era ser gay entonces. Por supuesto, siempre hubo bares gays que eran el paraíso para mucha gente. Recuerdo perfectamente a mis 16 años el día que entré por primera vez en un bar gay. ¡Estaba tan asustado! Pero de pronto yo podía ver que existía otra forma de vida, ¡todos tan liberados! veías drag Queens, gente que vivía su propia vida, fue como entrar en un mundo completamente diferente.
Hasta 1993 la homosexualidad era ilegal, ¿qué podía ocurrirle a un gay entonces?
Era ilegal, pero realmente no estaba castigada. Legalizarla significó realmente salir de las sombras, porque nadie iba a dejar de ser gay, claro. Eran tiempos en que el gobierno era profundamente católico, pero la ley no significaba que la homosexualidad estuviera en la realidad perseguida. Lo único que pretendía era que las personas homosexuales permanecieran escondidas.
¿Cuál es la situación para este colectivo hoy en Irlanda?
Es mucho mejor. Irlanda nunca ha sido el mejor país para ser gay, pero es un país hoy completamente diferente al lugar en que yo crecí, ha cambiado mucho en los últimos veinte años. Creo que hoy es un lugar positivo, sin embargo, me parece que aún hay gente joven, que hoy está todavía estudiando, que podría identificarse con los personajes de la película. La policía homófoba todavía existe, aún están evolucionando, el trabajo no está hecho, pero es un lugar mucho mejor. Aquellos años están lejos. Sin embargo, sigue sin ser un buen país para ser gay.
Para hacer la película, usted regresó a su pueblo, ¿cómo fue la experiencia?
Fue demasiado. Fue terrorífica, tenía que volver a ver a aquellos vecinos que me daban miedo en mi juventud... pero finalmente fue agradable, regresar siendo adulto, ver que es un lugar pacífico, poder trabajar con mi familia como extras de la película... fue una gran experiencia al final. Realmente lo disfrutamos, nos reímos mucho y para mí ha sido un orgullo llevar este lugar al cine que no es lo más conocido de Irlanda, allí no ves nunca turistas. Me ha hecho sentir mucho menos el miedo o, mejor dicho, comprender que estaba asustado en aquel tiempo y que ahora no lo siento ya. Ha sido genial.
¿Sigue influyendo de igual manera en este asunto la religión entre la población irlandesa?
La religión está en la película, la escuela es católica, la educación sexual que tienen los chicos es católica. La grabación que les ponen en clase (un vídeo esperpéntico en el que una monja explica la 'correcta' sexualidad) está basada en una real. No fue definitivo para mí, pero la iglesia estaba muy presente. Estaba allí, pero no tenía fuerza en mi vida. Dominaba aquellos días, la vida, la escuela, pero no particularmente a mí, mis padres no eran religiosos y por esa razón yo no lo sentía especialmente.
Es divertido ver a la joven Amber reivindicando a Simone de Beauvoir y gritando ¡jodido patriarcado!...
Cuando éramos jóvenes, éramos así de pretenciosos y era algo normal habla de Albert Camus y Simon de Beauvoir, escuchar las canciones de The Smiths... lo divertido es que realmente a esa edad no estás preparado para eso, pero creo que es muy de los adolescentes fingir ser existencialista... Yo era así, fingía que leía a Camus y a Beauvoir y que veía cine clásico en blanco y negro. Ser adolescente es hacer esas cosas, pero creo que son buenas, divertidas, aunque no aprendas de verdad esas cosas hasta que no eres adulto. Con el personaje de Amber quería celebrar esa juventud y ese clima. A mí y a la gente de mi alrededor en aquellos años nos encantaba parecer que éramos guay, lo intentábamos de verdad aunque en realidad no funcionaba, y eso también es divertido.
¿De dónde ha sacado a estos dos maravillosos actores jóvenes?
Estuve buscando durante mucho tiempo, tardé varios años en encontrarles. Al final vi unas cuantas cintas y les encontré. Pero lo que era más importante para mí era que hubiera química entre ambos, que se sintiera de verdad que eran amigos... y la electricidad entre ellos era increíble. Son asombrosos, brillantes, pero sobre todo parecen de verdad amigos, te hacen creer que realmente se quieren mucho el uno al otro, parecen los mejores amigos y eso es lo que mejor funciona.
¿Cómo se pasa de una película de zombis a esta, llena de ternura y humor?
Porque a mí me encantan las comedias, adoro las comedias románticas, como ésta. Dating Amber tenía que haber sido mi primera película, pero terminé haciendo antes The Cured y ésta se convirtió en mi segunda película. Ha estado bien hacerlo así, además, encontrar financiación para una comedia romántica como ésta era más difícil que para una película de zombis. Para mí ha sido apasionante poder sorprender a la gente, nadie pensaba que haría una película así después de la primera y a mí no me interesa nada hacer dos veces la misma película.
¿Cómo ha sido la reacción a la película en Irlanda e Inglaterra?
Asombrosa, nunca pensé que fuera a ser así. Estrenamos en medio de la pandemia en Amazon y la respuesta fue masiva, recibíamos mensajes cada día, nos escribía muchísima gente joven diciendo que se identificaba con los personajes de la película, y lo más asombroso es que las reacciones no solo eran de homosexuales o de gente joven, sino de todo el mundo. Nos dimos cuenta de que la gente disfrutaba de la película y eso en mitad de la pandemia. Ha sido increíble. Creo que la gente ahora necesita reír y tener alguna diversión.
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