Este artículo se publicó hace 4 años.
Vega García de la Cruz: "La incertidumbre y la ansiedad es lo primero que nos encontramos en el SEPE"
Funcionaria del Servicio Estatal Público de Empleo desde 1987, ha vivido tanto la crisis del 2008 como la del coronavirus. Su testimonio pone en valor la situación de personas precarias con las que trabaja día a día y la precariedad en el propio SEPE.
Alejandra de la Fuente
Madrid-
Vega García De la Cruz es funcionaria desde el año 1987 y trabaja en el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) desde hace 18 años. Como trabajadora de este servicio ha vivido tanto la crisis del 2008 y como la actual del coronavirus.
Dentro de la serie Viaje al centro de la precariedad, Vega explica a Público las necesidades del SEPE para poder llegar a más personas y ofrecer un mejor servicio.
¿Qué es para usted la precariedad?
Para mí la precariedad es trabajar en un sitio, ya sea público o privado, que no te proporcione las herramientas necesarias para desempeñar su labor y que tenga que ser el trabajador el que ponga todo. También, un trabajo mal pagado y sin estabilidad para poder desarrollar tu vida.
¿Qué labor desarrolla el SEPE?
El SEPE es el sitio al que recurre todo el mundo en situación de necesidad. Nosotros atendemos a personas que se han quedado en el paro, a víctimas de violencia de género, a migrantes retornados, excarcelados... Es el cajón que, durante toda la historia, han usado los diferentes Gobiernos cuando no sabían a quién encajarle una determinada ayuda.
¿Cuáles son las actuaciones más comunes que realizan?
Cuando alguien se sienta en tu mesa lo primero que te transmiten es la incertidumbre. Te plantean si van a ser capaces de encontrar trabajo o no y si podrán resolver su situación durante el tiempo que tienen la cobertura del paro. La incertidumbre y la ansiedad es lo primero que nos encontramos.
Obviamente lo que más nos encontramos son personas que se han quedado sin trabajo. Hay gente que ya está muy rodada en esto de quedarse sin trabajo y vienen prácticamente todas las semanas. Por ejemplo, hay un señor que contratan solamente los fines de semana en hostelería y viene todos los lunes porque le despiden los domingos y le vuelven a contratar los viernes. Así lleva años.
No es lo mismo ver datos que tratar con las personas,¿verdad?
No es lo mismo verlo en un papel que tenerlo sentado enfrente de ti. A mí se me encoge el estómago porque ves que tienen hijos y situaciones muy complicadas.
Yo lo paso muy mal porque ves que se les ha despojado de todo, no solo del trabajo, también de la casa… y por mucho que te quieras poner un paraguas para que no te cale es muy difícil conseguirlo si eres una persona empática.
¿Cómo se vivió en el SEPE la crisis de 2008?
La crisis en el 2008 fue tremenda porque además se le sumó la reforma laboral. Hubo muchísima gente que se quedó muy desprotegida y fuimos nosotros los que tuvimos que dar la cara. Yvse pasa realmente mal porque tenías el sufrimiento delante de ti cada día. Muy duro...
¿Qué perfiles de trabajadores fueron los más perjudicados?
La crisis arrasó con todo, pero es verdad que hay perfiles con los que se cebó mucho más. Por lo que yo pude ver las mujeres fueron las que más pagaron la crisis del 2008, el tema de los cuidados fue determinante en esa crisis y creo que en esta puede pasar lo mismo.
Los mayores de 50 años también fueron un perfil complicado porque es muy difícil trabajar a partir de esa edad.
¿Han notado cierta recuperación desde la crisis del 2008 antes de la covid?
Sí, sí que notamos cierta recuperación. Lo triste de la crisis del coronavirus es que ha destruido muchos puestos de empleo de personas que empezaban a remontar. Gente que llevaba mucho tiempo empalmando contratos temporales que por fin empezaba a ver la luz al final del túnel y ahora se encuentran con un túnel igual o más oscuro que el anterior.
¿Llega la covid y qué es lo que ocurre?
Nos encontramos con un terremoto. Muchísima gente en ERTE que necesita ayudas porque, si no, no puede comer. Para que te hagas una idea, nuestra carga de trabajo se ha multiplicado por diez. No hemos tenido ningún día de vacaciones y trabajábamos desde por la mañana hasta por la noche porque sabíamos que la gente nos necesitaba.
Durante la pandemia hemos trabajado todos los días menos los domingos. También hemos trabajado durante Semana Santa. Cuando me sentaba un rato después de comer a ver la tele antes de ponerme otra vez a trabajar me sentía culpable porque lo único que pensaba era que mientras estaba descansando un rato había familias que no estaban cobrando su prestación, entonces me levantaba y seguía.
¿Cómo ha sido un día de trabajo para un trabajador del SEPE durante la pandemia?
Yo me ponía a trabajar a las ocho de la mañana y terminaba a las nueve de la noche muchos días.
Así día tras día, incluidos los días de vacaciones de Semana Santa. Hemos hecho muchísimas horas para intentar llegar a todo y yo confío que de alguna manera nos paguen este esfuerzo, aunque por ahora nos dicen que para nosotros no hay dinero.
¿Se sienten desprotegidos por los diferentes gobiernos?
Absolutamente, la plantilla del SEPE está muy diezmada. Además, la plantilla del SEPE es una plantilla con muchísimos interinos que están pendientes de que se les haga una estabilización, pero cuando parece que va a salir surge otra cosa.
La mayoría de los auxiliares somos diplomados o licenciados y ponemos al servicio del SEPE lo mejor de nosotros, que está muy lejos de las funciones por las que se nos paga.
¿Hay miedo a hablar de lo que ocurre en el SEPE?
Sí. Aunque parezca que no, en la Administración también hay premios y castigos. Si te portas bien tienes más posibilidades de conseguir una plaza o un destino que si te portas mal. De la misma forma pasa con las horas extras…
¿Llega a afectar psicológicamente tratar con gente que está sufriendo tanto?
A mí personalmente, sí. También depende de cómo seas, pero la mayoría de trabajadores del SEPE se van a casa pensando en si han dado bien la información o si han ayudado en todo lo que podían.
Yo conozco compañeros que se han llevado expedientes a su casa para que la gente pudiese cobrar a fin de mes.
En resumen, muchísimo trabajo por el que nunca se ha cobrado ni se ha valorado lo suficiente.
¿Cuánto gana un funcionario del SEPE?
Un auxiliar suele ganar unos 1.100 euros netos al mes o incluso menos por un trabajo de gestión.
¿Qué necesitaría el SEPE para ser más eficaz?
Para empezar, una evaluación de desempeño, un reconocimiento del trabajo, más personal, mejores herramientas y material informático.
El programa que tenemos está muy parcheado y es muy antiguo, tiene 38 años.
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