Un tribunal de Hong Kong ordena una incierta liquidación contra el gigante inmobiliario chino Evergrande
La juez dice que la promotora más endeudada del mundo, con más de 330.000 millones de dólares de pasivo, ha sido incapaz de ofrecer un plan de reestructuración concreto después de más de dos años. Los analistas cuestionan si China reconocerá la decisión del tribunal.
Hong Kong/Shanghái-
Un tribunal de Hong Kong decretó este lunes la liquidación del gigante inmobiliario China Evergrande Group en favor de sus acreedores extranjeros, asestando un nuevo revés a la confianza en el frágil mercado inmobiliario del país, cuyos dirigentes económicos se esfuerzan por contener una crisis cada vez más profunda.
La decisión sienta las bases de un proceso incierto proceso ante la duda de si será reconocido en la China continental, , donde la empresa tiene sus principales activos y donde cuenta con más de 1.200 proyectos en distintas etapas. El proceso judicial se prevé largo y complicado, con posibles consideraciones políticas, dadas las numerosas autoridades implicadas. Los inversores extranjeros se centrarán en cómo tratan las autoridades chinas a los acreedores extranjeros cuando quiebra una empresa.
La juez Linda Chan decidió liquidar la promotora inmobiliaria más endeudada del mundo, con más de 330.000 millones de dólares de pasivo total, tras observar que Evergrande había sido incapaz de ofrecer un plan de reestructuración concreto más de dos años después de incumplir el pago de un bono y tras varias vistas judiciales. Evergrande todavía puede recurrir la decisión de la jueza.
"Ha llegado el momento de que el tribunal diga basta", declaró Chan, que había otorgado hasta siete aplazamientos a Evergrande para que negociase un acuerdo con sus acreedores.
La prensa internacional había apuntado que la última rondas de negociaciones de Evergrande con sus principales acreedores había finalizado en ruptura y que, en consecuencia, estos habían decidido apoyar la petición de liquidación presentada a mediados de 2022 por un inversor local por el impago de unos 110 millones de dólares en concepto de recompra de acciones. El año pasado, Evergrande aseguró, citando un análisis de Deloitte, que la tasa de recuperación para los inversores en caso de una liquidación rondaría un 3,4%.
Minutos después de la noticia, las acciones de Evergrande caían casi un 21 %, arrastrando a las de sus filiales de vehículos eléctricos (-18,2 %) y de gestión inmobiliaria (-2,5 %); las tres compañías suspendieron su cotización hacia las 10.30 hora local (02.30 GMT).
En otra vista celebrada horas después, el tribunal nombró a la consultora estadounidense Alvarez & Marsal como administrador judicial de Evergrande, cumpliendo así con la preferencia de un grupo de acreedores.
Si bien el consejero delegado de Evergrande, Shawn Siu, aseguró que la compañía "cooperará" con los administradores judiciales y "se comunicará de forma activa" con ellos, también indicó que "tomará todas las medidas legales y promoverá la operativa normal de los negocios del grupo".
En una entrevista con el diario económico 21st Century Business Herald, Siu matizó que la orden afecta a China Evergrande, la rama cotizada en Hong Kong del grupo, por lo que "la dirección y las operaciones" del conglomerado "se mantienen intactas", ya que el sistema judicial hongkonés está separado del chino en el marco del estatuto de semiautonomía de la antigua colonia británica.
El diario hongkonés The Standard suscribe esa teoría al afirmar que, "si bien la orden podría tener un efecto operativo limitado, sus efectos psicológicos podrían acelerar la crisis del mercado inmobiliario", y recuerda que al menos otras tres promotoras chinas ya han pasado por procesos similares en Hong Kong desde 2021.
En las últimas semanas, varios expertos habían planteado ya la duda de si una orden de liquidación encontraría reconocimiento en la China continental, ya que este tipo de procedimientos está explícitamente excluido del reconocimento mutuo de sentencias judiciales entre China y Kong Kong, y Cantón (donde tiene su sede Evergrande) no es una de las tres ciudades incluidas en un programa piloto que sí reconoce los procesos de liquidación iniciados en Hong Kong.
"No es el final, sino el principio de un largo proceso de liquidación que dificultará aún más las operaciones diarias de Evergrande", declaró Gary Ng, economista jefe de Natixis. "Como la mayoría de los activos de Evergrande están en China continental, hay incertidumbres sobre cómo los acreedores pueden embargar los activos y el alcance de reembolso de los tenedores extranjeros de bonos, y la situación puede ser aún peor para los accionistas."
Evergrande entró en impago hace más de dos años tras sufrir una crisis de liquidez por las restricciones impuestas por Pekín a la financiación de promotoras con un alto nivel de apalancamiento, tras lo que fue intervenida por las autoridades chinas.
Evergrande, que cuenta con activos por valor de 240.000 millones de dólares, hizo tambalear a un sector inmobiliario en apuros y asestó un duro golpe a la economía cuando dejó de pagar su deuda en 2021, y la orden judicial de liquidación probablemente sacudirá aún más los ya frágiles mercados de capitales e inmobiliario chinos.
El grupo, convertido en la principal cara visible de la crisis inmobiliaria en China, se vio sumido el año pasado en una nueva crisis después de que su fundador y presidente, Xu Jiayin, fuese puesto bajo una especie de arresto domiciliario por "sospechas de actividades ilegales".
Evergrande llevaba casi dos años trabajando en un plan de renovación de su deuda de 23.000 millones de dólares con un grupo de acreedores conocido como el grupo "ad hoc" de bonistas.
Evergrande solicitó otra prórroga el lunes, cuando su abogado dijo que había hecho "algunos progresos" en la propuesta de reestructuración. En la última oferta, el promotor propuso a los acreedores canjear sus deudas por todas las acciones que la empresa posee en sus dos unidades de Hong Kong, frente a las participaciones de alrededor del 30% en las filiales antes de la última vista celebrada en diciembre.
El abogado de Evergrande argumentó que la liquidación podría perjudicar a las operaciones de la empresa, así como a sus unidades de gestión inmobiliaria y de vehículos eléctricos, lo que a su vez mermaría la capacidad del grupo para reembolsar a todos los acreedores.
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