Este artículo se publicó hace 5 años.
Santander y Fundación Universia, por la empleabilidad de los discapacitados intelectuales
Renueva los convenios con la Universidad da Coruña y la Fundación Once.
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Madrid-
Fundación Universia lleva 11 años publicando la Guía de Atención a la Discapacidad en la Universidad y en ella suele utilizar el lenguaje inclusivo. No dice, pues, todos y todas, sino todxs, y ofrece, “si estás interesadx”, becas y ayudas al deporte (de grado y de máster) de acceso, de progreso y de movilidad internacional, de deporte adaptado en universidades de Estados Unidos, cursos en línea de inglés, de ‘mentoring’ y de voluntariado, incluso de artes escénicas y musicales, así como acceso a ofertas de empleo y prácticas universitarias en el portal de empleo de la Fundación. Todo ello, abierto a todxs lxs jóvenes que tienen una discapacidad cognitiva.
La guía incluye a cerca de 80 universidades españolas, públicas y privadas, con unas tablas en las que cada una de ellas aparece identificada con todas las opciones a las que pueden acceder los integrantes de este colectivo.
Pero no todo es Educación Superior. Recientemente, Fundación Universia y Santander se unieron a la Universidade da Coruña (UDC) para impulsar Espazo Compartido (más concretamente, consolidarlo, ya que nació en 2013) para la formación sociolaboral de las personas con discapacidad.
La especial sensibilidad de la Universidad gallega por la inclusión viene de mucho antes, de 2004, cuando creó la Unidad de Atención a la Diversidad (ADI) para atender las necesidades de las personas con discapacidad u otras necesidades específicas.
Espazo Compartido está destinado a aquellas personas mayores de edad, que no han tenido la oportunidad de acceder a la Universidad y que tienen una discapacidad superior al 33%. Las materias impartidas incluyen, entre otras, Desarrollo Personal, Matemáticas, Habilidades Laborales Básicas, Habilidades Sociales, de Comunicación e Iniciación a las Teconologías de la Información y la Comunicación (TIC). El objetivo es mejorar sus habilidades sociales y su empleabilidad.
También se imparten talleres de formación transversal como Robótica, Fotografía, Música, Identidad Digital o un Club de Lectura. Además, los alumnos deben realizar un periodo de prácticas profesionales.
Fue la primera universidad gallega en implantar algo parecido y de las primeras del país. En 2017, se presentaron 20 personas para las 15 plazas disponibles.
La idea que mueve a la UDC, Fundación Universia y Santander es ayudar a personas como Alberto Seoane (ver tweet de arriba), campeón del mundo en los Juegos Paralímpicos de 2014 y 2017 en la modalidad de tenis de mesa y, lo que quizás es más importante, titulado en Economía por la Universidad gallega.
Como en el caso de la UDC, Fundación Universia colabora desde 2007 con los Servicios de Apoyo de las universidades españolas, en diferentes programas para promover el acceso, el progreso y la movilidad internacional de los estudiantes universitarios con discapacidad de manera inclusiva.
Por su parte, la entidad financiera lleva ya varios años con el proyecto Santander Incluye, por el que reserva el 10% de las plazas de prácticas formativas, de entre seis meses y un año, en su centro corporativo a personas con esta discapacidad. También ofrece becas y ayudas para accionistas, empleados y, en general, para toda la sociedad, incluyendo desde el año pasado las destinadas a deporte adaptado en universidades estadounidenses. Se ha unido, a su vez, con la Fundación Once para mejorar el empleo de este colectivo (Convenio Inserta) y participa con Fundación Universia en un programa de ayudas por importe de 250.000 euros en el que están presentes otras compañías como Repsol (a través de su fundación) y KPMG, entre otros.
Vuelta a la Universidad
Después de varios años en los que había reducido el número de estos alumnos matriculados en la Universidad (ver gráfico), el año pasado volvió a crecer con fuerza. El 60% cursa sus estudios de forma presencial; el resto, a distancia.
Según datos del Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo en España (ODEMET), la población con discapacidad en edad activa que ha alcanzado estudios superiores es del 15%, mientras que en el caso de personas sin discapacidad es más del doble, del 33%. No obstante, según el informe, ha habido una mejora evidente en el acceso a los niveles educativos de la población con discapacidad en España en los últimos años. Si se tienen en cuenta las personas con edades entre 30 y 34 años con estudios de post-secundaria, España es de los países europeos con tasas más elevadas (34,8%), sólo superada por Luxemburgo y Finlandia y muy por encima de la media europea (23,9%).