Las puertas giratorias de la Sareb no se detienen: su director adjunto ficha por la filial del fondo Blackstone
Álvaro Areal fue uno de los máximos responsables de la operación por la que el Gobierno entregó la gestión de todo el patrimonio inmobiliario del banco malo precisamente a Blackstone y a otro fondo.
Madrid--Actualizado a
Nuevo escándalo de puertas giratorias en la Sareb, el conocido como banco malo. El que ha sido durante nuevo años su director adjunto, Álvaro Areal acaba de fichar por Anticipa/Aliseda, la gestora inmobiliaria del fondo buitre Blackstone.
Según informa El Confidencial, Areal fue uno de los máximos responsables del proyecto SMO (Simplificación del Modelo Operativo), el mayor contrato de gestión de activos inmobiliarios de los últimos años. Conocido también como Esparta II, propició que la Sareb entregara el 11 de abril de 2022 la gestión de su patrimonio inmobiliario a dos fondos de inversión: Aliseda-Anticipa (Blackstone) e Hipoges (KKR).
En una nueva jugada ruinosa para las arcas del Estado, el Gobierno tomó el control del banco malo en enero de 2022, asumiendo toda su deuda. A través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el organismo creado para gestionar el rescate de la banca, el Ejecutivo asumió como público un pasivo de 35.000 millones de euros. Además, lo hizo reformando una norma que el Estado tuviera una participación superior al 50% de las acciones de la Sareb.
Y en abril dio un paso más para desprenderse de la Sareb al entregar en bandeja de plata a dos fondos conocidos por especular con las viviendas y acosar a sus inquilinos para gestionar y vender la cartera de viviendas del banco malo. Una operación por la que Blackstone e Hipoges pasaron a controlar 25.300 millones de euros en inmuebles, suelos, hipotecas y préstamos impagados y que el Ministerio de Economía fraguó en silencio.
En concreto, Blackstone es el mayor casero de España. Se estima que este fondo de inversión estadounidense tiene más de 30.000 propiedades en todo el territorio español. La mayoría se reparten entre Barcelona y Madrid. Entre los escándalos de abusos que acumulan, uno de los más sonados fue el pelotazo que dio en su día la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, al vender a Fidere (filial de Blackstone) 1.860 viviendas sociales a un precio mucho más bajo que el que el dictaba el mercado. Pese a la lucha incansable de los perjudicados, la Audiencia Provincial archivó la causa penal.
Areal llegó a la Sareb en 2013 procedente de Deloitte, una consultora expedientada en 2013 por el Ministerio de Economía e imputada en 2016 por las irregularidades cometidas en la auditoría que realizó a Bankia antes de que esta entidad saliera a Bolsa.
De ahí, Areal pasó a ocupar en 2013 el cargo de director adjunto del banco malo y fue uno de los máximos responsables de la remodelación de las carteras de la entidad que culminó el pasado abril con la operación anteriormente mencionada.
Pero el caso de Areal no es el primero, ni mucho menos, de puertas giratorias en la entidad pública que se encarga de gestionar el patrimonio inmobiliario de las cajas quebradas. Una bicoca que Mariano Rajoy y Luis de Guindos vendieron a la población y que prometieron que no iba a suponer coste alguno para el bolsillo de los ciudadanos. Sin embargo, desde que se fundó en 2012 el agujero no ha ido más que creciendo hasta acumular más de 52.000 millones de deuda.
Más puertas giratorias
En julio de 2022, el que fuera expresidente de la Sareb, Jaime Echegoyen, fichó por la inmobiliaria Haya Real State, que ha sido una de las mayores beneficiadas por la gestión de dicho banco. En enero de 2020 la Sareb eligió a Haya Real Estate para gestionar 8.400 millones de sus activos. Un año más tarde, en mayo de 2021, Echegoyen abandonó la presidencia de la Sareb y el 16 de julio de 2022 fichó por la misma inmobiliaria que consiguió contratos y adjudicaciones millonarias por parte del banco malo durante su gestión.
Otros casos de fichajes llamativos han sido el de Belén Romana, que fue la primera directora de la Sareb desde 2012 a 2015. Once meses después de abandonar el cargo, fichó por el Banco Santander, el principal accionista privado de la Sareb. El caso de Eduard Mendiluce es del otro alto ejecutivo que terminó trabajando para Blackstone. Esta vez su salto fue desde Caixa Catalunya.
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