Este artículo se publicó hace 4 años.
NissanProponen socializar las plantas de Nissan en Barcelona para fabricar coches eléctricos y así mantener el empleo
La propuesta de la CUP, Anticapitalistas y el sindicato CGT va dirigida a orientar la producción hacia un cambio de modelo de movilidad enmarcado en la transición ecológica.
Emma Pons Valls
Barcelona-Actualizado a
La CUP, Anticapitalistas y el sindicato CGT proponen la socialización de las plantas de Nissan para fabricar vehículos eléctricos. El principal objetivo del proyecto es mantener los 25.000 puestos de trabajo que genera la empresa de forma directa e indirecta, evitando su cierre y avanzando hacia un modelo de movilidad más sostenible enmarcado en la transición ecológica y la soberanía industrial. "La alternativa es real y posible. Hablamos de un proceso complicado, pero el modelo actual nos lleva al desastre ecológico y no se puede mantener", ha afirmado en la rueda de prensa de presentación Daniel Mulero, militante de Anticapitalistas.
"Mantener la planta productiva es fundamental. Como sindicato, y conjuntamente con las otras organizaciones, vamos un paso más allá. Después de los planteamientos de la empresa y los gobiernos, también están los de la clase obrera", apuntó Diego Rejón, sindicalista de la CGT. El cierre de Nissan "es un precedente que pueden utilizar otras empresas, por ello debe servir para proponer algo diferente", reafirmó el también secretario de Formación de la Federación Estatal de Sindicatos de la Industria Metalúrgica (FESIM) y trabajador de SEAT.
Con un coche por cada 100.000 habitantes, la planta de Nissan tendría trabajo para diez años
La propuesta, presentada este jueves en Barcelona, parte de que hay que cambiar el modelo de movilidad, apostando en primer lugar por los desplazamientos a pie y en bici, fortaleciendo la red de transporte público y, en última instancia, favoreciendo el uso del vehículo compartido o carsharing allí donde no llegue. La fábrica de Nissan podría especializarse en la producción de este tipo de coches, a partir de la reconversión y reciclaje de vehículos de combustión. "Hay que ir sustituyendo el modelo de vehículo privado por el carsharing, con una empresa de titularidad pública y la participación de los trabajadores", señaló Mulero.
Según el estudio realizado, si se contemplara un coche por cada 100.000 habitantes, la planta de Nissan tendría garantizado el trabajo por diez años. Con un abono mensual de 10 euros que utilizara el 25% de la población, el Estado obtendría beneficios, explicaron.
La financiación podría obtenerse de diferentes fuentes, entre las que han destacado las subvenciones que Nissan ha recibido por parte de las diferentes Administraciones, que ascienden a 180 millones de euros en diez años. También las ayudas que los gobiernos catalán y estatal anunciaron que estaban dispuestos a dar a Nissan para empezar a producir un nuevo modelo, unos 100 millones. El fondo del Gobierno para reactivar la economía tras el Covid-19 y los de la Unión Europea para luchar contra la crisis climática también son dos fuentes de financiación apuntadas por las organizaciones. Finalmente, en el estudio recuerdan que el terreno de la planta de Barcelona pertenece al Consorcio de la Zona Franca, por lo que se podría poner en marcha una política de exención de alquileres.
Una propuesta para seguir con la lucha
El diputado de la CUP Vidal Aragonès ha recordado que "Nissan no se va por pérdidas, sino por la voluntad de mantener los beneficios" y ha apuntado que el declive industrial de España y Catalunya viene derivado de "decisiones políticas" tomadas en el marco de la Unión Europea. La formación anticapitalista apuesta por el proceso de nacionalización por parte del Govern, y el diputado señaló que no habría que indemnizar a la empresa ya que "ya han cobrado como indemnización todas las ayudas que no devolverán". Más allá de las iniciativas que han impulsado para intentar mantener los puestos de trabajo, como la propuesta para tramitar la derogación de la reforma laboral, Aragonès ha incidido en que "la propuesta de hoy es un aterrizaje aún con más concreción de lo que se puede hacer para mantener los puestos de trabajo".
La propuesta plantea avanzar hacia un modelo de carsharing de titularidad pública
"Nissan plantea un ERE, es un no-futuro. No hay otra salida", ha defendido Mulero. El militante lamentó que el rol de las administraciones se limite a reconocer la gravedad de la situación y se ha mostrado convencido de que la existencia de una proyecto viable contribuirá a que la lucha "siga adelante".
"Nissan ha sido la primera, pero muestra qué puede pasar con otras empresas. Ha aprovechado la situación generada con el Covid-19 para anunciar el cierre", ha denunciado Javier Turillo, representante de la CGT Nissan de la Zona Franca. La prioridad de los trabajadores, dijo, es que la empresa retire el ERE de encima de la mesa, y ha recordado que llevan 82 días en huelga. "Seguiremos haciendo huelga, la lucha continúa", concluyó.
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