Philips anuncia otros 6.000 despidos tras las pérdidas producidas por sus polémicos respiradores

La multinacional neerlandesa de aparatos electrónicos Philips ha anunciado que suprimirá 6.000 empleos, tras las fuertes pérdidas registradas por la compañía, producidas, en gran medidas, por el fracaso de unos respiradores para la apnea del sueño, que le hizo perder el 70% de su valor en Bolsa. 

Los despidos anunciados este lunes se suman al recorte de plantilla de 4.000 puestos de trabajo anunciado en octubre de 2022. De ese modo la reorganización eleva a 10.000 el total de despidos, lo que supone alrededor del 13% de la plantilla de Philips. Hasta el pasado octubre, la empresa, con sede en Ámsterdam, empleaba a 79.000 personas en todo el mundo.

La mitad de los nuevos recortes de plantilla, 3.000 trabajadores, se llevarán a cabo este año 2023, según ha anunciado la multinacional este lunes, añadiendo que la otra mitad se realizará antes de 2025.

Estos despidos se suman a los de otras grandes tecnológicas, después de que empresas como Google, de Alphabet, Microsoft, Amazon y el fabricante alemán de software SAP anunciaran miles de despidos para recortar costes mientras se preparan para unas condiciones económicas más duras.

La multinacional neerlandesa registró el año pasado unas pérdidas de más de 1.600 millones, producidas sobre todo por la retirada del mercado de unos polémicos respiradores de la marca para tratar la apnea del sueño. Philips descubrió que la espuma amortiguadora de sonido de los dispositivos podía degradarse si entraba en contacto con ciertas sustancias, lo que inicialmente generó preocupaciones cancerígenas, pero la compañía aclaró más tarde que el problema era menos peligroso de lo que se pensaba.

Sin embargo, la empresa aún recibe muchas críticas por el lento proceso de retirada y su falta de comunicación con los clientes afectados, mientras que la salida del mercado de estos productos le costó varios millones de euros en pérdidas a Philips, incluida su desplome en bolsa.

El consejero delegado de Philips, Roy Jakobs, que tomó las riendas de la empresa el pasado mes de octubre, ha asegurado que el año 2022 "ha sido muy difícil" para la empresa, lo que obliga a "tomar medidas firmes para mejorar" el desempeño de la compañía, entre otras cosas, con la "simplificación de la forma en que se trabaja para aumentar la agilidad y la productividad". El consejero delegado ha señalado que el recorte de plantilla anunciado es "modelo operativo simplificado" que ayudará a que la empresa sea "más ágil y competitiva" y permitirá "costes significativamente reducidos".

Caída de las ventas del 3% en 2022

Durante todo el año pasado, la facturación del grupo ascendió a 17.827 millones de euros, con una caída de ventas comparable del 3 % debido a "desafíos operativos y de suministro", reducción de ventas en China y la guerra rusa en Ucrania, además de los problemas del respirador, según los resultados publicados este lunes.

En el conjunto de 2022, Philips registró pérdidas de 1.608 millones de euros, en contraste con el beneficio neto atribuido de 3.319 millones del ejercicio anterior. La deuda neta de la compañía alcanzó los 7.028 millones, un 50,3% más.