Este artículo se publicó hace 3 años.
Operación Saburó: el Gobierno libera un lago en el corazón del Pirineo que las eléctricas han explotado más de un siglo
La Confederación Hidrográfica del Ebro ordena a Endesa demoler la presa y cegar las tuberías de un ‘estany’ situado a 2.500 metros de altitud y que desde 1914 alimentaba una de las principales centrales hidroeléctricas de Catalunya dentro de un alambicado sistema que conecta más de veinte lagunas de alta montaña, varias de ellas con conductos subterráneos.
Zaragoza--Actualizado a
El complejo hidroeléctrico de Estany Gento-Sallente, en el corazón del Pirineo de Lleida, es una obra de ingeniería tan prodigiosa como desmesurada, y tan integrada como inviable sería hoy su construcción por su intenso impacto ambiental: doce lagos, uno de ellos receptor de las aguas de otros ocho, conectados mediante tuberías exteriores y subterráneas a altitudes superiores a los 2.000 metros para abastecer al principal, recrecido por una presa como varios de los otros y desde el que se alimenta la central hidroeléctrica del mismo nombre, una de las más potentes de Catalunya.
Esa alambicada obra, que entro en funcionamiento en 1914, ha mantenido durante más de un siglo como meras piezas de un engranaje productivo dedicado a la producción de energía eléctrica a esa veintena de lagos que integran un remoto sistema de alta montaña situado en la zona oriental del Parc Nacional d’Aigüestortes, en el que nace el río Flamicell.
Hasta que, recientemente, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el organismo dependiente del Miteco (Ministerio de Transición Ecológica) que gestiona los cauces de esa demarcación, ha ordenado devolver a su estado natural al más septentrional de ellos, el ‘estany’ (lago, en catalán) Saburó, lo que supone, al mismo tiempo, la liberación con él de las ocho pequeñas lagunas que vierten sus aguas hacia él.
Endesa deberá "eliminar la toma" del ‘estany’ Saburó y "presentar un proyecto técnico que contemple la puesta fuera de servicio de la presa", además de "la demolición de las infraestructuras ligadas a la misma y la renaturalización del entorno", lo que incluye la gestión de los escombros.
El lago donde se registró el récord de frío de España
No es que suba mucha gente al ‘estany’, situado a más de 2.500 metros de altitud entre cumbres y laderas graníticas de tipo alpino y a cuyo paisaje agreste se le suma una climatología que lo es tanto o más: allí fue donde el 2 de febrero de 1956 el termómetro registró los 32 grados bajo cero que desde entonces se mantienen como la temperatura más baja registrada en España.
Sin embargo, tanto la Administración, en este caso en aplicación de la Directiva Marco del Agua de la UE, que establece la obligación de devolver ríos, lagos y lagunas a un estado lo más cercano posible al natural, como los habitantes de la zona son partidarios de esa renaturalización: "Queremos que vuelva a su estado natural. Nos hemos habituado a que no haya agua, pero resulta muy extraño llegar a un lago a esa altitud y encontrarlo vacío, es como el fondo de una cazuela!, explica Neus Burgués, concejal de La Torre de Cabdella, el municipio en el que se ubica el sistema de ‘estanys’.
La causa de ese vaciado permanente, pese a tener paredes de más de treinta metros de altura y contar con dos presas de recrecimiento, es la rotura de la válvula de acceso a la tubería subterránea que comunica el Saburó con el ‘estany’ de Mar, el siguiente dentro del sistema de la central, que lleva años averiada.
"Desde hace tiempo, están permanentemente abiertos originando que el Estany Saburó esté siempre prácticamente vacío", señala la CHE en una resolución a la que ha tenido acceso Público, en la que también destaca "el deterioro de estas conducciones así como la necesidad de mejora ambiental con la recuperación de la capacidad natural del lago".
Eso hace que tanto las aguas que recoge de manera natural por lluvia, nieve y fusión de esta última como la que le llega de los ocho pequeños lagos tributarios salga por ese tubo tal como entra, cuando el funcionamiento natural del sistema había consistido durante varias eras geológicas en una cadena de vertidos por sobrecimiento de la que nacía el río Flamisell, cuya cabecera fue capturada para la producción hidroeléctrica en 1911.
El desarrollismo que siguió a la primera revolución industrial
Eso era cuando, en el desarrollismo posterior a la primera revolución industrial, la de la máquina de vapor a mediados del siglo XIX, gobernantes e industriales comenzaron a ver en los ríos hectómetros cúbicos de agua para regar y potenciales kilowatios de electricidad que tapaban la existencia de ecosistemas en esos mismos cauces.
Siempre, para abastecer a las poblaciones y los complejos industriales de las grandes ciudades desde los territorios rurales, en un proceso similar al que ahora vuelve a darse con el despliegue de las renovables y la extensión de la agroindustria.
La cabecera del Noguera Pallaresa y sus afluentes fueron algunas de las elegidas para suministrar electricidad a Barcelona, lo que dio lugar a obras como esta, acometidas en 1912 por Energía Eléctrica de Catalunya un año después de que Cristobal Massó, un economista que se dedicó a acaparar concesiones de ríos a la sombra de su cuñado, el cacique liberal pirenaico Emili Riu, obtuviera permiso para explotar "a perpetuidad" las "aguas de los denominados lagos de Capdella, origen del río Flamisell, con destino a la producción de energía hidroeléctrica".
Esa autorización, que fue ampliada unos años después, pasaría medio siglo más tarde a manos de Fecsa (Fuerzas Eléctricas de Catalunya) y de allí a las de Endesa dentro del proceso de concentración del sector eléctrico del cambio de siglo.
El sistema de los lagos alimenta en la práctica tres centrales. Una tubería conecta el embalse del Estany Gento, al que llega el agua de la veintena de lagos, con el de Sallente, desde el que desde 1985, cuando se convirtió en la primera central reversible de España, el líquido vuelve a subir por otra para ser turbinado de nuevo. Del segundo pantano sale un canal para alimentar la central de Cabdella, una vez superada la cual empieza a tomar cuerpo el Flamisell, que hasta allí discurre, prácticamente, o entubado o encauzado.
El Miteco fuerza a Endesa a ‘liberar’ el lago pirenaico
Resulta imposible estimar la participación del Saburó en el complejo energético, uno de los de mayor magnitud del país: la potencia instalada en Estany Gento-Sallente (468 megawatios) supone casi la mitad de la que dispone cualquiera de las siete centrales nucleares que operan en España, de poco más de mil cada una de ellas, lo que se suma al desnivel de casi 400 metros entre una y otra y a disponer de cinco turbinas, lo que sitúa en el entorno de los veinte gigawatios (millones de kilowatios) su capacidad cada vez que se llena.
Sin embargo el ‘estany’ Saburó va a dejar de formar parte de ese sistema de manera forzada, aunque eso no evitará que el agua que exceda su capacidad vaya a parar a los lagos situados a menor altura, como ocurrió durante millones de años de manera natural hasta dar lugar a la cabecera del río Flamisell.
"Lleva muchos años vacío por la válvula rota, y ese no es su estado natural. Ahora va a volver a llenarse cuando el agua suba a una cota normal, sin recrecimiento. Ahora va a volver a llenarse cuando el agua suba a una cota normal, sin recrecimiento. Con las válvulas el agua se iba siempre por la tubería", anota Burgués, cuyo municipio mantiene desde hace varias décadas un conflicto con las compañías eléctricas por la compensación que los vecinos deben recibir por soportar el impacto de esas centrales, que se mantendrá, como poco, hasta el 2060.Endesa había propuesta cerrar la válvula de la tubería por la que durante años se escurría el agua para abrir dos tomas nuevas en el lago, aunque acabó desistiendo a la vista de los informes técnicos.
Por una parte, los responsables del Parc Nacional d’Aigüestortes se mostraron abiertas a aceptar únicamente "aquellas obras que tengan por finalidad la renaturalización del ‘estany", mientras que la sección de Presas del Miteco consideraba la propuesta "equiparable a la puesta fuera de servicio" del lago, por lo que recomendaba "iniciarse la tramitación de un expediente a tal efecto", postura que reforzó la CHE al reclamar a la eléctrica "un proyecto para poner fuera de servicio la presa siendo que nunca había entrado en servicio desde que fuera construida".
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