Ferrovial dice que ningún accionista crítico ha elegido separarse por el traslado de su sede a Ámsterdam
La constructora de la familia Del Pino dice que no tiene constancia de que ningún accionista haya decidido salir del grupo vendiendo sus acciones al precio ofrecido por la compañía, un 12% inferior de lo que valen actualmente en la bolsa.
Madrid-
La constructora ferrovial ha informado este viernes que ninguno de sus inversores se ha acogido a la opción de separarse de la empresa, después de que la mayoría de sus accionistas aprobara un plan para trasladar la sede de sociedad de cartera a Países Bajos desde España.
En el último día del plazo para que los inversores vendieran sus acciones si no estaban de acuerdo con el plan, la empresa dijo que no tiene conocimiento de que ningún accionista haya ejercido el derecho de separación.
Los posibles disidentes tenían la opción de volver a vender sus acciones a un precio de 26,0075 euros por título, casi un 12% menos de lo que valen actualmente en la bolsa.
Desde que se anunció a finales de febrero el cambio de sede, las acciones de Ferrovial han cotizado en la bolsa por encima del precio al que se comprometió el grupo a comprarlas y de hecho se acercan al máximo histórico que alcanzaron en 2020 a 30,5 euros por acción. En la sesión de este viernes, los títulos del grupo presidido por Rafael del Pino han cerrado a 29,480 euros. En lo que va de año se han revalorizado casi un 21%.
Una vez que anoche finalizara el periodo de un mes que la compañía fijó para que estos accionistas pudieran ejercer su derecho de separación y vender sus acciones, Ferrovial sostiene que no le consta que ninguno lo haya ejercido.
No obstante, aún se deberá esperar al miércoles próximo para dar por cerrado formalmente el proceso, ya que el procedimiento establece un plazo de cuatro días para que los custodios terminen de corroborar la información.
Enfrentamiento con el Gobierno
La decisión de trasladar su sede a Ámsterdam provocó un enfrentamiento con el Gobierno, que acusó a Ferrovial y a su presidente, Rafael del Pino, de deslealtad a España, así como advertencias de representantes públicos de que la Agencia Tributaria examinaría de cerca a la empresa.
Durante la votación de los accionistas en abril, una minoría que incluyó al hermano del presidente de la empresa votó en contra del plan. La propuesta obtuvo la aprobación del 93,3% de los accionista en su junta general anual, mientras que el 5,8% votó en contra.
Leopoldo del Pino figuraba entonces como el quinto mayor inversor de la empresa, con una participación del 4,15% de las acciones. No se contemplaba la posibilidad de que el hermano del presidente de la constructora llegara a ejercitar su derecho de separación, que, de haberlo hecho por toda su participación, rondaría los 800 millones de euros.
Ahora, la compañía sigue trabajando para cotizar en la bolsa de Ámsterdam, como paso previo a hacerlo en el mercado estadounidense, su gran objetivo final, y que espera lograr en el segundo semestre del año.
Fuentes familiarizadas con el asunto que cita la agencia Reuters señalan que el posible acceso a la financiación pública para la transición energética en Estados Unidos y otras subvenciones influyeron en la decisión de trasladar la sede fuera de España.
Ferrovial informó la semana pasada de un aumento del 39% en sus beneficio neto del primer trimestre, debido principalmente a la subida de los peajes y a una fuerte recuperación de la movilidad en Norteamérica, donde tiene dos tercios de su negocio y busca expandirse.
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